Racionalidad

Los seres humanos nos diferenciamos de los animales por  el hecho de ser animales “racionales”, es decir, logramos pensar y saber diferenciar de aquellas cosas o situaciones que  nos convienen o no; hacemos uso de la razón para conocer y juzgar.  En las lecturas, ambos autores –Amartya K. Sen y Jon Elster– hablan sobre el egoísmo –el auto-interés – del ser humano. El hombre está constantemente en la búsqueda de la satisfacción de sus propios intereses. Jon Elster, menciona incluso que, la sociedad ha tomado al egoísmo como una norma, tomando como ejemplo a Adam Smith donde menciona éste último que,  “(…) mediante la búsqueda de nuestros propios intereses (el agente individual económico), frecuentemente promueve los intereses de la sociedad más eficazmente que cuando pretende hacerlo”.

“la felicidad general tendrá que alcanzarse principalmente mediante la búsqueda adecuada de su propia felicidad por parte de los individuos; al mismo tiempo que la felicidad de los individuos tendrá que alcanzarse en parte mediante su búsqueda de la felicidad general” –H. Spencer, The Data Of Ethics (Londres, 1879)

Según la lectura “Los Tontos Racionales”, la simpatía y el compromiso forman parte del modo de actuar del hombre. La simpatía se refiere a, cuando el interés por otros individuos afecta al propio bienestar, es decir,  cuando el sentimiento de bienestar de la otra persona es dependiente al que nosotros sentimos. En cuanto al compromiso, se refiere a la elección de una acción que genere un bienestar esperado menor que otra acción disponible. Este último está influenciado valores morales, religiosos, políticos, entre otros, es decir, las normas de comportamiento social

La naturaleza estructural de la teoría de la racionalización –según Jon Elster– implica la toma la toma de tres formas de racionalización; 1) el individuo debe escoger la acción que le dé un mayor beneficio dado sus creencias y/o deseos; 2) debe llegar a las creencias por la información que tiene sobre ellas; y por último, 3) invertir una cantidad óptima para la recolección de información.

La racionalidad e irracionalidad al igual que la razón, se encuentran inherentes en el ser humano, es un hecho, desde tiempos atrás el hombre se ha dejado llevar por sentimientos que pueden llevarlo a tomar buenas decisiones como pueden llevarlo a  un fracaso total. La pasión, es uno de esos sentimientos. Este sentimiento nos puede desviar de aquellos planes que tomamos en un momento donde no encontrábamos algún sentido. Sin embargo, con pasión no solamente hacemos referencia a aquellas emociones donde se logra plantear nuevos proyectos, sino también se refiere a la ira, el miedo, entro otras emociones. El interés propio racional, por ejemplo, pudiese actuar de forma irracional si el individuo se deja llevar por las pasiones, esto debido a que las pasiones pueden distorsionar lo que el individuo piensa sobre el comportamiento. Ésta misma puede desplazar cualquier otra consideración, un ejemplo de ello es cuando la ira se apodera de cada uno de nosotros, esto hace que pudiésemos hacer o decir cosas y no midamos las consecuencias de nuestros actos.

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