Reconocimiento De Riesgos Psicosociales Como Resgos Laborales
Enviado por ggrecosa • 30 de Octubre de 2013 • 7.687 Palabras (31 Páginas) • 428 Visitas
EL RECONOCIMIENTO DE LOS RIESGOS PSICOSOCIALES COMO RIESGOS LABORALES Y SU INCIDENCIA EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
INTRODUCCIÓN
La evolución del mundo del trabajo y las nuevas condiciones laborales que en el mismo se están dando, fundamentalmente en respuesta a las necesidades empresariales y a las nuevas tecnologías, se puede decir que están influyendo en la seguridad y en la salud en el trabajo, comportando nuevos riesgos para los y las trabajadores y trabajadoras, afectando tanto al tipo y la naturaleza de los riesgos que en el mismo existen, como a la forma de hacerlos frente; contribuyendo por tanto a la aparición de determinados tipos de trastornos y de estrés, si bien los riesgos tradicionales siguen asimismo manifestándose en toda su expresión.
En este sentido, las nuevas condiciones de trabajo derivadas de los cambios habidos en el empleo, en la seguridad y salud en el trabajo y evidentemente en la propia sociedad, han conllevado la aparición de una serie de fenómenos que están provocando nuevos riesgos para la salud de los y las trabajadores y trabajadoras, fundamentalmente de carácter psicosocial. Fenómenos derivados de ciertos cambios en el empleo, aumento de la temporalidad, del personal autónomo,...así como en las características de las empresas, aumento de subcontratación de servicios o actividades propias por parte de empresas de cierto tamaño, aumento de pequeñas y medianas empresas frente al concepto tradicional de gran empresa,...e incluso cambios en la propia organización del trabajo, además de los cambios tecnológicos constantes y de la globalización de la economía, han hecho que las condiciones de trabajo, en los que la competitividad y los ritmos de trabajo no tienen límite en ocasiones, estén conllevando la aparición de nuevos riesgos en la salud de los y las trabajadores y trabajadoras.
Son los denominados riesgos psicosociales; que , quedaron definidos por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo, como “aquellos aspectos de la concepción, organización y gestión del trabajo, así como su contexto social y ambiental, que tienen la potencialidad de causar daños físicos, sociales o psicológicos en los trabajadores”
1.- LOS RIESGOS PSICOSOCIALES EN EL TRABAJO
Lo primero que debe de reseñarse es que, las enfermedades psicológicas en relación con el trabajo han existido siempre, bien es cierto que en los últimos tiempos están dando mucho de que hablar, por el creciente conocimiento que de las mismas cada vez se está teniendo y porque los y las trabajadores y trabajadoras cada día son más conocedores de sus derechos. Ello ha hecho que, aunque haya existido siempre, por ejemplo, el acoso laboral -también llamado “mobbing”- se ha dado a conocer en los últimos años, aumentando consecuentemente los riesgos psicosociales.
Pero, en definitiva: ¿A qué nos estamos refiriendo? Fundamentalmente, nos estamos refiriendo a situaciones que se producen en el entorno del trabajo, y que crean problemas que, cuando los mismos se convierten en habituales, porque los sufre y padece no puede abordarlos, hacen que aparezca la enfermedad.
¿Cuáles son?
De los más característicos, pueden señalarse:
- El acoso sexual, el cual se podría decir que es la primera forma de acoso que se ha recogido en la Legislación a nivel internacional. De hecho, la Directiva 2002/73/CE lo define como “la situación en que se produce cualquier comportamiento verbal, no verbal o físico no deseado de índole sexual con el propósito o el efecto de atentar la dignidad de un apersona en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo”.
En nuestra legislación, si bien figura tipificado en el artículo 184 del Código Penal, bien es cierto que no figura descrito específicamente en la legislación laboral, aunque diversas sentencias del Tribunal Constitucional se hacen eco de la misma, estableciendo una serie de características -conducta de tendencia libidinosa, no deseada y grave-
- El acoso moral o “mobbing”, que tanto Heinz Leymann como Marie France Irigoyen -entre otros- tan bien lo expresan, puede manifestarse, con carácter general, como una serie de comportamientos o conductas no deseadas por la persona que los recibe cuya finalidad es atentar contra la dignidad de la misma, desde un punto de vista intimidatorio, hostil o humillante.
- El síndrome de desgaste personal o síndrome del quemado -”burn out”- se caracteriza por ser un trastorno adaptativo crónico con ansiedad, derivado de la mezcla de situaciones laborales en las características personales, produciendo un desequilibrio entre las expectativas de la trabajadora o trabajador respecto a su trabajo y su realidad laboral.
- Por último, y quizás porque los que se han enunciado los asociamos frecuentemente con él, nos encontramos con el estrés laboral, cuya caracterización principal es la existencia de una excesiva demanda de situaciones ambientales (ruido...) personales (resistente, tolerante...) y organizacionales, sobre la capacidad de la persona para resolverlas.
Todas ellas tienen su origen, en lo que la Organización Internacional del Trabajo y la Unión Europea, denominan violencia laboral, tanto física como psicológica, si bien esta segunda que es la que nos ocupa desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales, al darse en el trabajo, produciendo un situación susceptible de producir daños para la salud de los y las trabajadores y trabajadoras.
Pero, no debemos confundir: lo realmente psicosocial es el riesgo, no el problema de salud.
No obstante lo expuesto, debe de señalarse que las enfermedades que traen consecuencia de los mismos, vienen incrementándose por la nueva concepción del trabajo, en los que la empresa -como organización- y la persona -como dirección y trabajador/a- son los ingredientes que hacen surgir los problemas y consecuentemente las enfermedades. Así, cuando en una empresa aparecen enfermedades derivadas de la depresión, falta de motivación, etc. es, porque la misma, se dan, por un lado, situaciones o porcentajes altos de inestabilidad en el empleo, aumento de la temporalidad, cargas de trabajo inadecuadas, estilos de dirección inapropiados, conllevando que el clima laboral no sea bueno, y, si a ello, le añadimos la falta de comunicación, movilidad y promoción -entre otras- dentro de la empresa, el “cóctel” puede llegar a ser explosivo para determinadas personas. Pero cuando, además del propio sistema productivo establecido, entran como aliadas las personas -directivos/as o trabajadores/as-, se producen los problemas de acoso, etc.
Todas estas situaciones nos llevan a una serie de consecuencias,
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