SISTEMAS ALIMENTARIOS DEL HOMBRE
Enviado por JUAN_ALVARADO • 12 de Agosto de 2013 • Ensayo • 1.345 Palabras (6 Páginas) • 386 Visitas
SISTEMAS ALIMENTARIOS DEL HOMBRE
Yo no sé si será cierto eso que se lee en los libros, que en la antigüedad un mono que hubiera salido de Roma saltando de un árbol a otro podía llegar a España sin tocar nunca el suelo.
El barón rampante, Italo Calvino
FRUGIVORISMO
Este sistema nutricional basado en la ingesta exclusiva de frutas frescas y secas, constituyó la alimentación básica y primordial del hombre en los primeros tiempos de su existencia sobre el planeta. La vida en las copas de los árboles le permitió desarrollar la capacidad de prenderse con fuerza de las ramas, a fin de no caer. También, los recién nacidos debían desarrollar desde los primeros instantes de vida la aptitud de tomarse con fuerza de los pelos de su madre, para poder viajar con ella sin caer. Un instinto de conservación desarrollado e incorporado para preservar su vida. Éste es un rasgo que se mantuvo: basta colocar en la manito de un bebé un lápiz o algo similar y veremos cómo, a pesar de su corta edad, el niño ya se aferra y no se suelta.
Por la necesidad de conseguir más alimentos, el hombre se vio obligado a descender de los árboles y comenzó a agregar a su fuente de alimentación básica —las frutas— otros elementos. Así se transformó en recolector, incorporando a su dieta insectos, larvas, raíces y cualquier otra sustancia que le permitiera saciar el hambre. Pero un buen día, ese hombre que había descendido de los árboles observó una apetitosa rata que podía ser su cena. Intentó cazarla, pero no lo logró por falta de velocidad.
Cuando, al poco tiempo, apareció otra opción de cena, movido por el hambre tomó una rama y con un golpe certero y veloz consiguió evitar que su comida se escapara. Desde ese momento, comenzó a utilizar elementos para cazar y reemplazar así la falta de garras y colmillos necesarios para enfrentar a esos animales que pasarían a constituir su dieta diaria.
Así fue desarrollando habilidades que le permitieron construir algunos instrumentos para cazar presas que, sin la ayuda del hacha o similares armas rudimentarias, no hubiese podido capturar. Esta tarea se hizo posible únicamente gracias a una característica que fue el principal factor de desarrollo del cerebro humano: el dedo pulgar oponente. La propia actividad de construcción de elementos produjo la estimulación del sistema nervioso y, por consiguiente, del cerebro.
Así llegamos al carnivorismo.
CARNIVORISMO
En este sistema de alimentación, la base nutricional está constituida por carnes. Podemos citar como ejemplos clásicos de carnívoros el león, el tigre, la pantera, etc. Se trata de especies que cazan al animal que luego devorarán, y con los cuales nos gusta compararnos en virtud de que son animales elegantes y gallardos, a los que asociamos con la fuerza y la capacidad guerrera.
Pero en la actualidad, el ser humano comedor de carne no caza su propia presa. Adquiere un trozo de carne que formó parte de un animal que fue muerto y faenado por otro.
Este sistema es el conocido como carnicerismo, una variedad del carnivorismo que corresponde a las especies animales que no cazan sus presas, sino que se alimentan de los restos de animales que otros mataron y comieron. Son los clásicos carroñeros, y podemos citar como ejemplo la hiena, el buitre, el marabú, etc. Nadie desea ser comparado con estas especies devoradoras de los restos de carne que dejan los animales cazadores y que generalmente están ya en estado de putrefacción. Asociemos el nombre del lugar donde se vende la carne –carnicería- y el del profesional que se dedica a tan noble tarea- carnicero- con los animales indicados. Significativo, ¿no le parece?
El hombre actual mantiene la carne por medio de cadenas de frío y la trata con gran cantidad de productos químicos que retardan su putrefacción y realzan su color para que sea más comercial.
OMNIVORISMO
En el omnivorismo, los animales comen de todo, incluso aquellos productos que no son verdaderos alimentos. Como ejemplos de estos animales tenemos el cerdo, el oso, el chivo, etc. Todos estos queridos animalitos tienen un rasgo en común, y es que son bastante perfumados. ¿Casualidad? No, esta característica obedece a que el cuerpo expulsa toxinas de distintas formas. En el caso del hombre, sus glándulas sudoríparas y sebáceas eliminan gran
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