Sexualidad

El top de los osos al momento del beso: todo es maravillosamente romántico (el momento, el lugar, y todos los etcéteras que puedas imaginar) hasta que tu chico se acerca y... se percata de que tienes aliento de alcantarilla. ¡Ups! Chica, a lavarte los dientes y a cargar siempre pastillitas de menta

Otro megaoso es cuando tu aliento no es para desmayarse, pero sí el sabor de tu boca. No dejes que el momento llegue cuando acabas de comer cebolla, ajo, chicharrón o algún otro alimento que se aleja del dulce sabor del amor. Y de nuevo, pastillitas de menta.

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Un oso muy común, si tu chico es espontáneo, es que el momento del beso llega de repente, casi sin que te des cuenta. Entonces... ¡te congelas y no respondes! Esto puede hacer que él se saque de onda porque piensa que tú no estás en la misma sintonía. No des la señal equivocada.

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Has estado preparándote para recibir ese tan anhelado beso, pero ni siquiera se te ha ocurrido humectar tus labios y te la pasas arrancándote los pellejitos. Aunque el beso esté muy rico, lo áspero de tus labios lo sentirá tu chico, y sabrá que no tienes suficiente cuidado con tu persona.

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Llega el beso y... ¡auxilio! No tienes experiencia y lo haces fatal. No te preocupes, seguramente vendrán más besos donde puedas depurar tu técnica.

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¿Y qué tal cuando el que no besa bien es él? No hagas cara de fuchi o de "¿qué fue eso?". Harás que el oso lo pasé él.

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El beso estuvo bien, pero tú traías puesto un labial extragrasoso y que huele y sabe horrible. Él trata de disimular, pero al terminar hace una mueca y se limpia deliberadamente. Recuerda: no sólo pienses en ti cuando compres labiales.

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Tú esperas un beso normal, pero él parece una aspiradora que casi te asfixia y se comporta como si tuviera más de dos brazos para acariciarte (y no es precisamente agradable). "¿Qué onda con él?", piensas, y lo cortas de repente. Esta puede ser una situación bastante incómoda.

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El beso ha sido lindo... pero ni tú ni él se dieron cuenta de que tus papás te veían. ¡Noooooooo! Lo único que te resta es hacerte la desentendida y tener más cuidado la próxima vez.

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Estás nerviosísima; la oportunidad ha llegado y él se acerca a ti. Has pensado en esta escena más de una vez, y cuando llega... ¡lo rechazas! Simplemente no supiste cómo reaccionar a la hora de la verdad.

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Una gran parte de las personas sufren de algún tipo de fobia, ya sea temor a las alturas, a las arañas, a la muerte, gatos, perros, etc… Pero no te imaginas las fobias relacionadas con el sexo que han sido desarrolladas, las cuales seguramente se pueden catalogar como raras, muuy extrañas. Por lo tanto, el sitio web Spike.com se encargó de hacer un listado de las 10 Fobias Sexuales más extrañas, ellas son:

10. Medomalacufobia

Miedo a perder una erección

9. Gymnofobia

Miedo a estar desnuda

8. Eurotofobia

Miedo a los genitales femeninos

7. Philemafobia

Miedo a los besos y acaricias

6. Erotofobia

Miedo a hablar sobre cualquier tema erótico o sexual

5. Malaxofobia

Miedo a amar

4. Claustrofobia sexual

Miedo a tener sexo en un lugar cerrado

3. Oneirogmofobia

Miedo a los sueños húmedos

2. Medorthofobia

Miedo a un pene erecto

1. Parthenofobia

Miedo a las Vírgenes

Las más comunes son:

Agrafobia: miedo al abuso sexual

Falofobia: miedo al pene

Genofobia: miedo al sexo

Heterofobia: miedo al sexo opuesto

Homofobia: miedo a los homosexuales o a convertirse en homosexual

Itifalofobia: miedo a tener una erección

Parafobia: miedo a la perversión sexual

La abeja de la miel: Le explotan los testículos

El ciclo reproductivo de las abejas es fascinante (y complejo). Aquí va una pequeña historia: una reina está selectivamente criada en una “celda especial de reina” en la colmena y alimentada con jalea real de las abejas obreras para que alcance la maduración sexual.

Una reina virgen que sobrevive a la edad adulta sin que la hayan matado sus rivales realizará un vuelo de apareamiento con una docena de zánganos (de miles de posibles solteros en la colonia). Pero no llames afortunados a estos zánganos porque durante el apareamiento, ¡sus genitales explotan y se quedan dentro de la reina!

Por extraño que parezca, esto tiene un sentido evolutivo realmente: el pene separado actúa como tapón genital para evitar que otros zánganos fertilicen la reina. ¡Pero dile esto al zángano muerto que le acaba de explotar el pene!

[Nota: Esta estrategia es tan efectiva que es usada aparentemente por otras especies de animales, como el macho de la araña avispa].

Hubiera sido curioso grabar como le explotan los huevos, pero no he visto ningún documento de ello, la verdad es que está bien pensado, aunque tiene que ser jodido que te exploten los testículos en ese momento.

Los Bonobos: Hacen el amor y no la guerra

Bonobo, en una pose llamativa (Imagen de: Kabirdas [Flickr])

¿Quién dijo que la violencia es la única manera de resolver las peleas por la comida o el territorio? En vez de luchar, ¡los bonobos hacen el amor! De hecho, su estructura social entera parece que gira entorno al sexo.

Los bonobos usan el sexo para saludarse, una manera de resolver conflictos, compensar por luchas y como un favor por intercambio de comida. Besan con lengua, practican sexo oral, masturbaciones mutuas, tienen relaciones sexuales cara a cara e incluso tienen un extraño ritual de frotamientos del pene.

En 1996, Richard Wrangham y Dale Peterson escribieron en su libro titulado Demonic Males: Apes and the Origins of Human Violence (Varones demoníacos: Monos y el origen de la violencia humana):

“Los Chimpances y los Bonobos han evolucionado desde el mismo antecesor que dio lugar a los humanos, y hasta ahora los Bonobos es una de las especies de mamíferos más pacíficas y no agresivas del mundo. Han desarrollado formas de reducir la violencia que permea toda su sociedad. Nos demuestran que la danza evolutiva de la violencia no es inexorable”

Estos también se pasan, aprovechan todo, seguro que también se tiran plátanos al suelo para que se agache el otro y …, me parece que siempre tienen que estar atentos a ver

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