Sin vocación es inútil hacer periodismo

Sin vocación es inútil hacer periodismo

“No nos han enseñado como debería ser, inculcándonos esa pasión o la parte bonita del periodismo, nos han enseñado solo a escribir noticias”, señala Judith Benzaquen, estudiante de comunicación social cuya vocación es ser periodista.

En un sondeo realizado a treinta y cinco estudiantes que cursan el tercer año de la carrera solo el 6% de ellos quieren dedicarse al periodismo, el 60% de los participantes considera que la razón principal es que no sienten vocación por esta área, es decir, que tan solo tres estudiantes se dedicarían al periodismo de toda una promoción de graduandos en comunicación social.

Para Benzaquen, la vocación es una pasión que alguien siente por algo y esa pasión lo lleva a realizarlo. Según la RAE este término proviene del latín vocatio, -ōnis 'acción de llamar' y significa, inclinación a un estado, una profesión o una carrera; con estas definiciones los resultados que obtuvimos en el sondeo son realmente alarmantes, se encuentra en peligro un relevo generacional apasionado.

La universidad, los planes de estudio y los profesores tienen parte en las decisiones de sus estudiantes, ellos pueden influir de manera positiva o negativa en lo que harán en un futuro. La Universidad Santa María la Antigua es la única en el país que ofrece la carrera de Comunicación Social como un conjunto de todas las áreas, gracias a esto tienen una oferta académica sólida cada cuatrimestre.

El fuerte del pénsum en esta casa de estudios es el periodismo, aproximadamente un 50% de las materias tienen que ver con esta área. Judith Benzaquen considera que la universidad no les inyecta pasión, su interés en hacer periodismo nace desde pequeña porque siempre tuvo inclinación hacia la lectura, pilar principal para poder escribir. Asegura que las clases y profesores suelen ser solo teoría y que se pierden el lado sensible o la importancia real que tiene esta profesión.

Linda Bastista define vocación como amor, dedicarte a servir sin ningún problema. Se inclinó hacia el periodismo porque es su manera de ir contra la corriente, de luchar por la verdad en un mundo donde nadie quiere escucharla. Cree que el hecho de dar tantas materias de periodismo ha sido un detonante para que los estudiantes no logren amarlo, además que las clases suelen ser muy tradicionales, los han enseñado a escribir y no a amar.

Nathalia Arriera es apasionada por el periodismo de moda, para ella el periodismo tradicional es una barrera que le han inculcado sus profesores, sin embargo, asegura que un periodista graduado de la USMA tiene mucho valor por ser uno de los pilares de la carrera. Plantea que al obligar a los estudiantes a dar tantas materias de esta área sin que les guste ha provocado su frustración; para Arrieta la universidad sí forma periodistas, pero los que salen no quieren ejercerlo.

Las clases de periodismo son cursadas con gran desaliento, de mala gana y con la mente concentrada en poder pasarlas, se tornan las más difíciles y tediosas. Al momento de escoger un énfasis, los estudiantes se van en manada hacia la producción o las relaciones públicas. El periodismo no es el único que ha sido enseñado de forma lineal, la mayoría de las demás ramas fueron impartidas de la misma forma, enseñándoles a hacer las cosas iguales, pero incentivándolos a hacer cosas distintas.

Los profesores que dan clases en la USMA, son en su mayoría personas que están en los medios, los estudiantes consideran que la raíz del problema está en que son muy buenos profesionales pero muy malos profesores porque no tienen vocación, indirectamente han condicionado a sus estudiantes para que confundan su metodología o carácter, con la forma real de hacer periodismo.

Linda Batista cree que el periodismo corre peligro porque vivimos en una sociedad donde a las personas no les gusta luchar por nada, les gustan las cosas fáciles y esto es peligroso, se logra descartar si alguien enseña bien o no y toma importancia el interés de las personas por luchar y hacer las cosas como se deben.

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