Sintesis Etica

Síntesis: Filosofía ética

La importancia de la ética, radica en que ella misma es una búsqueda de la adecuada conducta del ser humano. Por tal razón, para lograr este fin, es necesario que conozcamos en toda su dimensión el problema principal de la ética.

El problema de la ética

El ser humano no es solamente un producto de la sociedad, un juguete de las circunstancias o un ser sometido a su “destino”, ya que a lo largo de la historia se ha determinado que el ser humano tiene la capacidad de modificar su entorno y las condiciones que le rodean. El ser humano es entonces libre ¿Pero libre de qué? ¿De hacer su libre albedrio? La libertad de las que el ser humano dispone no puede plantarse como algo abstracto, como la capacidad de lograrlo todo, porque nuestra condición humana nos limita, nuestra vida no es eterna por ejemplo, nuestro entorno nos encierra en una seria de posibilidades.

Es por eso que la liberta de la que el ser humano goza es una libertad concreta, es decir es un conjunto de posibilidades específicas y concretas que el hombre posee para escoger, frente a una sociedad y un momento histórico determinado. No en cualquier lugar ni en cualquier sociedad se puede hacer cualquier cosa. Algunas cosas por ejemplo fueron licitas en una sociedad o tiempo determinado durante la historia, que ahora ya no lo son. O viceversa, cosas que en tiempos anteriores eran prohibidas por el mismo desconocimiento científico de la humanidad ahora son válidas pues nuestra ciencia ha logrado aislar el mito de la realidad.

El problema entonces al que se enfrenta el hombre es: ¿Cuál de todas las posibilidades que tiene frente a si mismo debe elegir? El Hombre a diferencia de los animales se rige por la moral, no por el instinto. El animal ante un problema específico actúa de acuerdo a su instinto animal, el hombre en cambio ante las diferentes posibilidades que se presenten ante el humano, él debe elegir aquella que resulte más apropiada a un fin último y superior. ¿Pero cómo determinamos es fin último al que el ser humano debe atender? Hay tantas opciones para que el ser humano actué de una manera adecuada, que en ocasiones es muy difícil determinar ¿Cuál de todas ellas es la que dejando de lado las razones meramente egoístas del individuo traiga un bien común?

Fundamentación general de la ética

Han existido entonces varias maneras y puntos de vistas para poder determinar este fin último y superior, una de ellas por ejemplo son las fundamentaciones pre filosóficas de la ética, es decir aquellas creencias y prejuicios que surgen de la tradición popular y que no tienen precisamente una base filosófica pues nunca se han puesto en tela de juicio, es decir aquellas tradiciones que viene acumulando la sociedad, muchas veces motivadas por doctrinas religiosas o por su mismas experiencias a lo largo de la historia y que siguen rigiéndose por ellas porque jamás nadie se ha dado a la tarea de aquello tenga un principio científico o es nada más el resultado de la mala experimentación de una persona.

Están también qué consisten las fundamentaciones metafísicas de la ética, es decir aquellas bases que rigen a la moral por creencias o mensajes dictados por un ser superior, por un ser divino que dicta lo bueno y lo malo. El problema para la ética en este sentido es que no es posible demostrar científicamente la existencia de este ser, y aunque pudiera comprobarse es también muy poco probable determinar si aquellas reglas dictadas por este ser a través de sus mensajeros son la voluntad del ser divino o la  voluntad del mensajero.

El intelectualismo moral por otra parte, busca definir las conductas humanas en base al conocimiento real y pleno del mundo en el que vive. Es decir, si nosotros somos capaces de conocer el porqué de cada cosa en la naturaleza seremos entonces capaces de determinar que es un bueno y que es malo. Platón por ejemplo planteaba que la realidad tenía dos partes, el mundo tangible y el mundo inteligible o mundo de las ideas, en el cual el mundo tangible era una imagen del mundo de las ideas, por tanto todas las decisiones debían tomarse, teniendo como referencia el mundo de las ideas o aproximándonos más a él.

Uno de sus discípulos, Aristóteles fundaba la definición de lo bueno y lo malo en el eudemonismo, es decir en la felicidad del individuo. Para Aristóteles, un hombre bueno, un hombre honrado, es feliz. Él pensaba que la bondad de las cosas consistía en que cumplieran el objetivo para el que fueron hechas, un arpa por ejemplo bien ejecutada y que producía un sonido armonioso era buena, pues cumplía su propósito, el ser humano por ende, nacido para ser feliz sería bueno en la medida que encontrará su felicidad.

Surgen entonces otra fundamentación, la fundamentación subjetivista. Para la fundamentación subjetivista la conciencia es el criterio último y decisivo de la moral, si un hombre actúa en base a su conciencia es moral, si actúa contra su conciencia es inmoral, no es necesario entonces que el hombre conozca la verdad plena y concreta del universo, bastara con la parte que el conozca y apegarse a sus conocimientos previos para juzgar sus actos en base a ellos.

De forma similar, el hedonismo busca plantear el bien y el mal en base al placer del individuo, en base a sus emociones. Lo bueno es aquello que produce en mí una sensación de agrado, lo malo es aquello que produce en mí una sensación desagradable. Sin embargo esto plantea un problema, pues puede darse el caso de que un individuo sea feliz o sienta placer haciendo daño a otro, es decir cometiendo crímenes que afectan a la sociedad, de aquí surge entonces el Utilitarismo, el cual al igual que el hedonismo basa sus definiciones de bien y mal en el placer, sin embargo para evitar acciones egoístas y criticables el utilitarismo basa su definición en un placer común o que abarque un mayor número de individuos. Es decir, si una acción produce una sensación de placer a toda la sociedad entonces puede tomarse como buena, si solo busca el bienestar de un único individuo entonces es mala.

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