TENDENCIAS EDUCATIVAS

INTRODUCCIÓN

El panorama social, económico y político -aunado a la vorágine de cambios y avances tecnológicos y en el campo de la ciencia- dan como resultado un mundo globalizado y globalizante, que llena de exigencias a las generaciones de este siglo, generaciones que deberán estar preparadas para enfrentar y responder de manera efectiva a las diferentes situaciones problemáticas que se les presenten propias de este mundo cambiante en los albores de este siglo XXI.

La educación, y todo lo que ello implica, (programas, sistemas, profesorado, autoridades, etc) no pueden quedarse al margen e impávidos ante esta situación tan cambiante y tan exigente. No puede ni debe concebirse a la educación como un ente anacrónico que no corresponda de manera acertada a esta serie de cambios, por lo que tanto programas, como sistemas, perfiles, objetivos, fines y sobre todo el papel del profesorado debe ser objeto de una renovación que dé respuesta a las esperanzas de todos aquellos estudiantes que en un futuro cercano serán los responsables de llevar el destino de la sociedad del presente siglo.

Dicha labor, titánica en sus alcances, implica un verdadero compromiso tanto de gobiernos como de la comunidad en general, preparar a los alumnos para enfrentar de manera acertada los retos de este nuevo marco mundial no es una responsabilidad aislada, preparar a las generaciones futuras no solo en el conocimiento memorístico y mecánico, sino en el desarrollo de competencias que lo lleven a la solución práctica de situaciones futuras implica una labor conjunta, en el que el papel de los docentes resulta una parte toral en esta empresa.

DESARROLLO

¿Qué ejemplos de soluciones a problemas sociales contemporáneos conocen que sean el resultado del trabajo de las ciencias sociales y las humanidades?

Sin duda alguna, el problema del calentamiento global –con sus consabidos problemas de tipo ambiental- es uno de los principales problemas a los que las ciencias sociales y las humanidades han dado múltiples aportes para su solución, desde ayudar a tomar conciencia del problema, hasta la propuesta de soluciones conjuntas de todos los países y de todas las personas como corresponsables del mencionado problema.

Anteriormente este tipo de problemas y, en general, cualquier situación problemática que se presentara era visto y abordado solamente desde el punto de vista meramente científico, con una visión muy simplista del tipo “causa-efecto”, deslindando con ello no solo las causas generales y globales que daban lugar al problema, sino que las medidas de solución eran también mutiladas, mochas válgame la expresión, y es en este terreno en el que las ciencias sociales y las humanidades han dado un invaluable aporte, pues han coadyuvado a establecer y esclarecer de manera más completa, más íntegra las posibles causas y las posibles soluciones.

La toma de conciencia de este y otros problemas, pero sobre todo el abordaje que se hace de los mismos vistos de una manera más integral, y el desarrollo de una conciencia social que nos lleva a todos como sociedad a tomar una corresponsabilidad tanto en la causa como en la solución del problema del calentamiento global, son aportes infinitamente valiosos que solo las ciencias sociales y las humanidades pueden auxiliar, pues sin menospreciar el aporte de las disciplinas científicas éstas tenían una visión muy corta de este y muchos otros problemas.

¿Cómo pueden ser enseñadas las competencias para la vida a lo largo de toda la vida en un mundo de cambio rápido y constante?

Las competencias para la vida, que se busca desarrollar en el programa de educación básica de la RIEB son –sin duda- una excelente respuesta para la formación de las nuevas generaciones en este mundo que llega al siglo XXI inmerso en una vorágine de cambios, pero el anhelo de que estas competencias perduren –y más que ello- se conviertan en herramientas propias del individuo a futuro y le sean útiles para enfrentar situaciones en el mañana sigue siendo una enorme preocupación.

Desde un punto de vista pedagógico, la respuesta a esta pregunta reside en que mientras se continúen enseñando en los centros escolares conocimientos memorísticos, mecanicistas, parcelados, fraccionados que solo son útiles para la aprobación de una materia o examen, difícilmente podrá prepararse al alumno en el desarrollo de las mencionadas competencias que el nuevo programa 2011 de la RIEB nos señala. Esta concepción tradicionalista de abordar el aprendizaje

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