Taller de Gestión Educacional: Análisis Crítico de una Concepción de Calidad.

Taller de Gestión Educacional: Análisis Crítico de una Concepción de Calidad.

Profesor: Daniel Jiménez Valenzuela.

Carolina Cuevas.

26 de junio de 2016

Hablar de calidad de la educación por estos días, no es una tarea sencilla, sobre todo cuando vemos como, una vez más, el contexto social ha llevado a la rearticulación de organizaciones estudiantiles que se movilizan, nuevamente, alrededor de una serie de demandas que enlistan, dentro de sus planteamientos base, el acceso a educación gratuita y de calidad. De este modo, se hace fundamental entender la significancia del concepto ‘educación de calidad’. Concepto esencial en cualquier discusión que tiene que ver con las nuevas reformas que está implementando el gobierno en esta materia.

En primer lugar, para entender el concepto de calidad, es importante considerar la complejidad que conlleva este, a propósito de las características que se le atribuyen. Así lo sugiere, por ejemplo, Inés Aguerrondo en su artículo “La Calidad de la Educación: Ejes para su definición y evaluación”, en el que describe el concepto de calidad de la educación como un concepto totalizante, abarcante y multidimensional (Aguerrondo, Inés. Recuperado 2015). Esto significa que puede ser aplicado a cualquiera de los elementos que entran en el campo educativo, tales como: calidad del docente, calidad de aprendizajes, calidad de infraestructura, etc. Todos estos pueden, por supuesto, suponer calidad. Por otro lado, es importante, al mismo tiempo, considerar que este concepto debe ser asimilado a través de patrones históricos y culturales que tienen que ver con una formación concreta social, de país y momento.

Entonces, en una sociedad determinada, la calidad de la educación se va ajustar y a definir a través de las demandas sociales, demandas que evidentemente cambian con el tiempo y espacio. En nuestro país, de todos modos, las demandas estudiantiles de hoy siguen estando centradas en el objetivo de alcanzar una educación de calidad y gratuita. Pareciera que los logros de la llamada “revolución pingüina”, fueron solo mejoras o soluciones puntuales, a demandas de corto plazo, pero no estructurales, pues vemos hoy un nuevo movimiento, revitalizado, en pos de exigencias profundas y centradas en cambios que permitan asegurar una educación, publica, igualitaria y gratuita.

Haciendo una contextualización histórica, respecto a los grupos movilizados por la demanda de calidad de la educación pública, lo cierto es que este tema se ha estado discutiendo desde hace muchos años en nuestro país. Ya durante la dictadura, los estudiantes secundarios protestaban respecto del proceso conocido como municipalización de los liceos, proceso tras el cual los establecimientos chilenos pasaron a depender de las municipalidades y de los recursos que estas pudieran aportarles, generándose una brecha inmensa entre los establecimientos de comunas con más recursos y aquellas más limitadas o apartadas de los grandes ejes políticos, culturales y económicos. Estas protestas quedaron retratadas en el documental “Actores Secundarios”, de Jorge Leiva y Pachi Bustos. (Leiva, Jorge y Bustos, Pachi 2004)

Es preciso, recordar también las movilizaciones universitarias del año 1997 por mejoras de los proyectos académicos. Luego vino la citada y recordada “revolución pingüina” del año 2006 y finalmente las movilizaciones estudiantiles del año 2011, que terminaron, en síntesis, por instalar o visibilizar estas temáticas a nivel nacional.  Pese a todo pareciera que no se ha avanzado mucho específicamente en cuanto a la calidad. Sin embargo, es importante mencionar que el actual gobierno ha expresado que es un asunto de prioridad nacional.

Retomando la reflexión sobre la calidad de la educación, la bibliografía considerada coincide en entender aquello como un concepto amplio, que debe integrar aprendizajes significativos en términos curriculares como también un desarrollo social y personal adecuado a través de experiencias atractivas y estimulantes, dentro de espacios de encuentro social en los que se valore y respete, principalmente, la diversidad de cada individuo. Así lo sugiere Carlos Henríquez, secretario ejecutivo de la Agencia de la calidad de la Educación, en una entrevista publicada en la Revista de Educación. (Mineduc, agosto 2015)

La Agencia de Calidad de la Educación en Chile, es una institución que tiene como función evaluar y, al mismo tiempo, orientar al sistema educativo en el proceso de búsqueda de mejoramiento de la calidad y equidad. Para esto, la Agencia realiza visitas en las que evalúa el desempeño de las escuelas y establecimientos. En estas visitas se aplican diversas pruebas de evaluaciones a las distintas áreas de gestión escolar, a través de diversos instrumentos cualitativos y cuantitativos. La información recolectada es entregada a través de informes y talleres que permiten trabajar en las recomendaciones para mejoras en el proceso de búsqueda de calidad.

En el año 2014, la Agencia de Calidad realizó 178 visitas a distintos establecimientos del país y para el 2015 se esperaba llegar a más de 500 escuelas visitadas a lo largo de Chile. Estas visitas permitirían entregar orientación y acompañar a distintos establecimientos en sus procesos de mejora y crecimiento. Desafortunadamente, según cifras entregadas por el MINEDUC en el año 2009, los establecimientos educacionales alcanzaban en ese momento un número de 12.116 de los cuales 5.820 son establecimientos municipales, por lo que se entiende que el alcance de esta muestra y trabajo – que abarca porcentualmente menos de un 5 % del total de los establecimientos existentes- es limitado y, por ende, insuficiente.  

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