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Tema> Laberinto de la soledad.


Enviado por   •  9 de Septiembre de 2016  •  Resumen  •  2.879 Palabras (12 Páginas)  •  409 Visitas

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El LABERINTO DE LA SOLEDAD

JESUS DAVID TOLEDANO LIVERA

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CAPITULO 1

EL PACHUCO Y OTROS EXTREMOS

Octavio Paz comenzó su análisis en la ciudad de los Ángeles comparando al gringo promedio con más de medio millón de mexicanos que ahí radicaban

Mexicanos que no se mezclan y se autonombran pachucos. Es decir bandas de jóvenes generalmente de origen mexicano, que viven en las ciudades del sur, que se singularizan por su conducta, vestimenta y lenguaje. Personas que no quieren volver a su origen mexicano pero tampoco quieren pertenecer al sistema americano

Paz niega el supuesto complejo de inferioridad que caracteriza al mexicano “sentirse solo no es sentirse inferior si no distinto” de hecho la soledad no es una ilusión, es la vida contemplada con los ojos abiertos la soledad del mexicano tiene sus raíces en su profundo sentido religioso y en la muerte la compañera perfecta de la vida, solo en México se rinde tributo a la muerte pues se sabe dadora de vida

La historia de México es la búsqueda de su origen: indigenista hispanista etc. México quiere volver al centro de donde un día en la conquista o en la independencia fue desprendido

CAPITULO 2

Máscaras mexicanas

Varias son las facetas del mexicano ser singular sin embargo siempre esta lejos del mundo y de los demás también, lejos de si mismo es capaz incluso de hacer uso del silencio además de la palabra como instrumento de defensa, la misma palabra ejerce en el mexicano conceptos como: rajarse!  Que refleja el machismo que todos llevamos dentro Etc. Otro ejemplo que solo en México existe es el albur un lenguaje secreto, ingenioso y con fuertes connotaciones sexuales que hacen que agreda o rete a los demás y que finalmente muestra nuestro cerrado carácter frente al mundo

El mexicano usa mascaras para proteger su intimidad, no le interesa lo ajeno y por esto mismo el circulo de la soledad lo vuelve cerrar.

También en el caso de la mujer mexicana mujer cuyo recato tiene que ser a toda prueba la vanidad masculina heredada de los indígenas se regodea bajo la sumisión económica moral y social de la mujer. Sin embargo también se esta consiente de que la mujer representa la continuidad de la especie Las mascaras del mexicano las mentiras  reflejan sus carencias lo que fuimos y lo que queremos ser sin embargo de tantas posturas y mentiras terminamos siendo lo que queremos

                                                                           CAPITULO 3

Todos los santos día de muertos

La contradicción forma parte del mexicano cualquier pretexto es bueno para interrumpir la marcha del tiempo y las fiestas populares resultan el desagüe idóneo para este efecto durante las fiestas populares desde el grito de independencia hasta el día de la raza el mexicano se siente completo.

En todos los rincones de México tienen sus fiestas tradicionales aún en los más miserables los ricos que son la minoría que no es pueblo no festejan sus celebraciones son muy frías y ni por equivocación se faltan los modales. “las fiestas son el único lujo en México”

Y una vez mas el circulo de la soledad se cierra, el mexicano derrocha esperando que el derroche atraiga la abundancia y si no la atrae al menos que lo aparente.

Lo importante es que en la fiesta todo pasa como si fuera un sueño la gente se burla del clero, de las instituciones del ejército y hasta del mexicano mismo

Uno de los festejos que más llama la atención es el día de muertos ya que desde antes de la llegada de los españoles los indígenas creían que después de la vida se continuaba con la muerte y que la vida misma se alimentaba de la muerte nada más privilegiado en la vida  que sacrificarse  para los Dioses

Mientras que para los cristianos la muerte es la antesala para la vida los aztecas ni la vida ni a muerte les pertenecía todo era un capricho de los dioses la religión y el destino trazaba la vida de sus hijos la conquista de mexico seria sería inexplicable sin la traición de los dioses que reniegan su pueblo.

CAPITULO 4

Los hijos de la malinche

 Paz abre el capítulo, con una dura crítica al capitalismo. Sistema económico o modo de producción (según Marx) donde la condición humana es rebajada hasta sus últimas consecuencias. El individuo se vuelve obrero, número de fábrica prescindible. Produce mercancía que el mismo consume. Se disuelve en la masa y entonces cobra significado. Ahora pertenece a una clase. Luego, volviendo a aterrizar en tierras mexicanas, el autor sorprende con una frase demoledora. “El mexicano no quiere o no se atreve a ser el mismo” Demasiados fantasmas lo habitan: la conquista, la colonia, la independencia, las guerras contra Francia y Estados Unidos “nuestro buen vecino”, demasiados abandonos por parte de los dioses. Sin embargo, los mexicanos tenemos una manera de exorcizar a nuestros demonios. Un grito es suficiente para afirmarnos ante lo exterior, ante los demás: ¡Viva México hijos de la Chingada! Y ¿quién es la Chingada?, ¿a quién o quienes se dirige tal grito de guerra? No es casual por supuesto, que el 15 de septiembre, aniversario de la independencia, todo México, embriagado de seguridad y orgullo, lo grite. Y tampoco es casual que la figura materna, por un lado falsamente respetada, sea el blanco de la agresión.

 Paz abre el capítulo, con una dura crítica al capitalismo. Sistema económico o modo de producción (según Marx) donde la condición humana es rebajada hasta sus últimas consecuencias. El individuo se vuelve obrero, número de fábrica prescindible. Produce mercancía que el mismo consume. Se disuelve en la masa y entonces cobra significado. Ahora pertenece a una clase. Luego, volviendo a aterrizar en tierras mexicanas, el autor sorprende con una frase demoledora. “El mexicano no quiere o no se atreve a ser el mismo” Demasiados fantasmas lo habitan: la conquista, la colonia, la independencia, las guerras contra Francia y Estados Unidos “nuestro buen vecino”, demasiados abandonos por parte de los dioses. Sin embargo, los mexicanos tenemos una manera de exorcizar a nuestros demonios. Un grito es suficiente para afirmarnos ante lo exterior, ante los demás: ¡Viva México hijos de la Chingada! Y ¿quién es la Chingada?, ¿a quién o quienes se dirige tal grito de guerra? No es casual por supuesto, que el 15 de septiembre, aniversario de la independencia, todo México, embriagado de seguridad y orgullo, lo grite. Y tampoco es casual que la figura materna, por un lado falsamente respetada, sea el blanco de la agresión.

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