Temas Epistemologia
Enviado por Cinthialo- • 17 de Febrero de 2014 • 1.492 Palabras (6 Páginas) • 187 Visitas
este trabajo consiste en observar la estrecha vinculación que existe entre los distintos grados del saber y la configuración misma del mundo jurídico como objeto cultural. Así pues, desde esta perspectiva, se advierte que el Derecho puede ser considerado un fenómeno complejo, en gran medida, debido a los distintos tipos de conocimiento que intervienen en su construcción. El saber, en este marco, será entendido como aquel conjunto de información referida a hechos o abstracciones, que se expresan en proposiciones lógicas y responden a algún criterio de verdad admitido como válido para el caso. Sin embargo, es preciso señalar también que esta definición genérica del conocimiento debe completarse con los conceptos propios de los distintos grados (o clases) de saberes que fueron consolidándose históricamente, tales como lafilosofía, la ciencia, la tecnología, el saber empírico o popular y el religioso[1]. Hasta donde entendemos, sobre cada uno de estos términos se ha ido desplegando una rica trama teórica. No obstante, en este artículo sólo expondré una breve caracterización de los mismos, con el propósito de señalar de manera aproximativa, por qué razón el Derecho puede ser comprendido como una complejidad, resultante de la interacción diversa de todos los tipos de conocimiento mencionados y no sólo, como el producto de la ciencia o la filosofía, en particular. Veamos, entonces en primer lugar, cuáles son los rasgos más destacados de los modelos gnoseológicos vigentes; para poder observar, en segundo término, los modos por los cuales todos ellos posibilitan la construcción del Derecho en la actualidad
Saberes y Derecho: perspectiva tridimensional
La teoría trialista del mundo jurídico brinda, a mi juicio, una perspectiva interesante para evaluar las hipótesis anteriormente apuntadas. En este sentido recordemos que, para esta postura, el Derecho es un fenómeno complejo, compuesto de hechos o conductas -adjudicatarias de potencia e impotencia (repartos y distribuciones)-, normas y valores, referidos especialmente a la justicia[19]. Es por ello que, a la luz de este marco teórico,
cabe señalar que los diversos grados del saber actualmente vigentes se manifiestan en las tres dimensiones que integran el Derecho: en el plano ius-sociológico, en el ámbito normológico y en la ius-axiología[20]. Mas, dado que los elementos normativos comparten con los saberes su consagración lingüística, comenzaré el análisis por este punto.
La dimensión normológica, como decía, ofrece relevantes indicadores de la participación de saberes diversos en la construcción del mundo jurídico.
En definitiva, son precisamente los productos normativos -o fuentes del Derecho[21]- los que formalizan los distintos tipos de saberes acerca del Derecho y justifican, en forma circular, las facultades de actuación. Repasemos, ahora, algunos ejemplos.
La relación normológica entre Saber y Derecho, a su vez, no parece agotarse en los campos institucionales del Estado, cada vez que advertimos que la misma se hace extensiva a todos los
sujetos por igual. Recordemos en este sentido, si no, algunos preceptos del Código Civil que recogen esta conexión, tanto desde una perspectiva estructural como dinámica.
En el plano ius-sociológico, los diferentes tipos de conocimiento que intervienen en el Derecho son más patentes e identificables que en la dimensión anterior. Al punto que, ello puede observarse tanto respecto de los sujetos que intervienen en cada vínculo jurídico (adjudicaciones o repartos[27]); como en relación a las funciones que cumplen, a su objeto, a los caminos o métodos empleados para su concreción y a las razones, fines o propósitos pretendidos a su paso. No obstante, también cabe advertir elementos representativos de esta complejidad, en el marco de las planificaciones o costumbres que encauzan órdenes gnoseológicos diversos y en las propias situaciones de desorden ius-social.
Otro indicador interesante de la relación saberes - derecho lo constituye, sin dudas, el objeto de los reparto[32], puesto que es allí donde se manifiestan las distintas calidades de información que los sujetos aportan al reparto.
El aporte de la Historia del Derecho y los problemas de actualidad
La Historia del Derecho nos indica, por su parte, que esta diversidad de saberes no siempre fue tenida en cuenta para la construcción del Derecho como objeto cultural. Veíamos al comienzo de este trabajo que, en efecto, desde la antigüedad la composición del Derecho atravesó por múltiples situaciones y perspectivas teóricas, en las cuales no se vieron reflejados intentos de asumir la integración de todos los saberes en su seno. Tres etapas podemos identificar,
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