Trabajos Atípicos

Ocupaciones, trabajos atípicos y nuevos empleos

Introducción:

Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.

Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.

Si nos propusiéramos construir un concepto teórico tentativo de Trabajo a partir de nuestras ideas previas, seguramente lo describiríamos como una actividad que implica la transformación de una materia prima en un producto, que es remunerada por parte de un empleador con quien el trabajador mantiene una relación de dependencia, la cual está regulada a través de un contrato respaldado por la legislación laboral vigente de un país.

Sin embargo, cuando observamos los trabajos de las personas de nuestro entorno y nos detenemos a analizar las características y condiciones en las que trabajan, nos damos cuenta que los aspectos teóricos tradicionales del Trabajo no encajan en la realidad, que son claramente limitados.

Por ejemplo, tomamos el caso de una psicóloga: ¿cuál es la materia prima que transforma? ¿Su paciente?, por lo general atienden en un consultorio, entonces ¿quién es su empleador? ¿el paciente?. Similares surgen al evaluar el caso de una maestra, de un plomero a domicilio, de un taxista, de un médico, de una banda de rock.

Es evidente que existen trabajos cuyas características en cuanto al proceso de producción, a las relaciones que mantiene el trabajador con su empleador, a las relaciones que mantiene con el cliente o usuario, a las condiciones de trabajo (salario, lugar, etc.) y demás aspectos, son muy distintas a las del trabajo tradicional que estamos acostumbrados a encontrar en los textos teóricos.

El propósito de este trabajo es abordar el tema de “ocupaciones, trabajos atípicos y nuevos empleos” teniendo en cuenta la perspectiva teórica de dos autores diferentes, buscando ejemplos de la vida real y tratando de reconocer qué peculiaridades de esos trabajos hacen que se los pueda llamar “atípicos”.

Objetivos:

a. Indagar las condiciones y características laborales de tres casos de estudio: vendedor ambulante, programador de software y actriz, en la ciudad de La Plata.

b. Explorar las causas que llevan a las personas bajo estudio a trabajar en ciertas condiciones.

c. Conocer las expectativas y percepciones de esos trabajadores acerca de las condiciones futuras de trabajo.

Metodología de trabajo:

Abordamos la temática en base a dos autores, Julio César Neffa y Enrique De la Garza, construyendo de esta forma una base teórica que luego utilizamos para interpretar la realidad específica de nuestro campo de trabajo, en el que indagamos a través de la metodología de entrevistas.

Elegimos estudiar tres diferentes casos de trabajo: el de una actriz, el de un analista de sistemas y el de un vendedor ambulante. La elección no es arbitraria, sino que intentamos identificar a cada uno de ellos con los tres aspectos que señala De La Garza como propios de los empleos atípicos. Consideramos –a priori- al trabajo de la actriz como una producción de servicios, al del analista como una producción puramente de símbolos y al vendedor ambulante como un trabajo desterritorializado, según los conceptos del autor mencionado.

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En cuanto a las personas y las características de las entrevistas, la actriz es una joven de 22 años oriunda de Saladillo, Provincia de Buenos Aires, que reside actualmente en la ciudad de Buenos Aires donde estudia y trabaja de su profesión; la entrevista se realizó en forma virtual y la contactamos por ser amiga de Florencia. El vendedor ambulante es un joven de aproximadamente 26 años que tiene su puesto en la Facultad de Humanidades; la entrevista fue en forma presencial, y lo contactamos en forma aleatoria, al caminar por la zona en búsqueda de un vendedor callejero al cual entrevistar. El analista es un hombre de 45 años, graduado de la Universidad Nacional de La Plata que reside en esta ciudad; la entrevista fue en forma virtual y lo contactamos por ser el tío de Florencia.

Luego en base al marco teórico interpretamos la información obtenida en el trabajo de campo, y finalmente obtenemos conclusiones.

Marco teórico:

Según el análisis de De la Garza (2011, página 5), en el siglo XIX los estudios de trabajo hicieron foco en las grandes concentraciones de obreros ya que se preveía una evolución de las formas de producción de tipo industrial o maquinística. Esto ocurrió así a pesar de que se conocía la existencia de otras formas productivas, ya sea en empresas capitalistas de servicios y agricultura, como en empresas no capitalistas.

La causa por la que no se tuvieron en cuenta las formas de trabajo de tipo no asalariado, como trabajos informales, precarios, inseguros, flexibles, no estructurados o atípicos, fue por la visión que tenían los estudiosos que consistía en que los trabajadores eran incapaces de constituir una identidad colectiva, un proyecto en común entre ellos, lo cual desencadenaría en la fragmentación y el individualismo.

Entonces, dice el autor, por “trabajos clásicos” no habría que entender necesariamente los que fueron o son mayoritarios en la población ocupada, sino aquellos que fueron considerados en la teorización e investigación empírica como la línea principal de evolución del trabajo.

Por otro lado, “trabajo atípico” o “trabajo no clásico” es un concepto relativo que surge del contraste con el “trabajo clásico”:

“La discusión acerca del trabajo atípico tiene detrás la comparación con un tipo ideal de trabajo, que en países desarrollados en algún período de su historia llegó a ser mayoritario: industrial, estable, subordinado a un solo patrón y empresa, con relaciones claras de quién es trabajador y ante quién es patrón (relación laboral bilateral), de tiempo completo y con contrato por tiempo indeterminado, con seguridad social. En contraposición, el atípico, o mejor dicho no clásico, sería el no subordinado a un solo patrón, o integrado a una sola empresa, sin contrato por tiempo indeterminado, sin tiempo completo, desprotegido, riesgoso pero no necesariamente precario, también aquellos en los que el cliente está implicado directamente con la producción”. (De la Garza Toledo y Otros 2011 página 64)

Los diferentes autores que abordan el tema de “trabajo atípico” discrepan en cuanto a su conceptualización, sin embargo concuerdan en que existen formas diferentes de producción al “trabajo clásico” y, que cada vez tienen una mayor importancia en el mercado laboral, por ello es imprescindible investigarlas y darles cierto orden teórico para poder regularlas.

Por ejemplo, según Neffa, aquel trabajo que se contrapone al llamado “empleo típico” o “verdadero empleo” -caracterizado

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