ÁMBITO EDUCATIVO DEL MITO
Enviado por marfejud • 8 de Abril de 2016 • Tarea • 1.527 Palabras (7 Páginas) • 278 Visitas
ÁMBITO EDUCATIVO DEL MITO
Se analizará el mito de Prometeo encadenado desde el ámbito educativo. Los narradores griegos daban a conocer este mito y, al hacerlo, dejaban una enseñanza en quien lo escuchase. Se podía aprender del mito, ya sea por el miedo o temor a las represalias que un dios olímpico, enojado por cualquier cosa, buena o mala que se realizara en pos de las convicciones o egoísmos. El que un dios olímpico se encoge contra algún mortal y su resultado sea un terrible castigo. También se le podría analizar un fondo contextual, para sacar las mejores conclusiones y, ¿por qué no?, emplearlas en la propia vida.
La conclusión es que, como mito, se lo podrá interpretar en un simple o profundo análisis y siempre dejará en el investigador una enseñanza que vivenciar.
En este caso, se tomará el análisis simple, respecto a lo que compete a la educación, y el cómo se puede someter a la fuerza para enseñar, que no es el método que mejor debería emplearse ya que sus resultados sólo provocarán la rebeldía y la reafirmación de la individualización del concepto, sea erróneo o acertado. Se adopta, así, una obstinación total ante diversas formas de aprender socialmente.
Sin más, se dirá que la educación es un acto de amor y, a través de las pasiones que desencadena, permite reconocer mejor el apetito para adquirir cualquier concepto, enseñanza u oficio para vivir y convivir mejor en el propio hábitat, ya que la educación no sólo servirá para fortalecer la unión entre individuos y sociedad, sino, a su vez, permite aprovechar de una mejor manera el entorno en el que se habita. Para comenzar, se debe preguntar de la siguiente manera:
¿Realmente son necesarios los castigos y cuál es su función?
¿Se cree que el castigo puede ser educativo?
Bueno, la Real Academia Española de la Lengua (RAE) define castigo como “una sanción, pena que se impone, a quien ha cometido una falta”. En este caso, Prometeo cometió una falta grave, el robo, el robar el fuego del Olimpo, que hizo que la ira de Zeus se desatara sobre este titán y, por ende, merecía que lo castigaran.
La enseñanza es simple desde el punto de vista de la RAE: no cometa faltas y no lo van a castigar. Pero en el mito de Prometeo, se ve que era necesaria dicha falta, bien sea para salvar de las injusticias y tiranías de Zeus a los hombres, o bien sea por el amor que este titán les tenia a dichos seres, que su mano había creado. En todo caso, era una falta y Zeus emplearía la fuerza para cobrársela.
Luego, se ve como son necesarios los castigos, para mantener un orden y un status, que delimite funciones y cree una consecuencia, que viene detrás de una actitud inadecuada, en este caso de Prometeo, al que Zeus corrige y le enseña a que piense en la falta o el error de su acto, para que así, con el tiempo, este titán supiera auto-controlarse y no cometiera las mismas fallas. Zeus sabe que para que este castigo genere un acto educativo, debe cumplir con ciertos requisitos o elementos indispensables: ser excepcional, coherente, firme y constante.
Véanse estos cuatro puntos, que los expertos en psicología proponen como esenciales para que se pudiese hablar de algo denominado castigo educativo.
Excepcional: pues, se ve que no es un castigo ordinario, ya que a ningún otro dios o titán lo han hecho padecer así en el Cáucaso; se podría haberlo mandado a lo profundo del Hades, con sus demás hermanos y padres, pero no. Eso nos dice que el padre de los dioses quería dar una lección.
Coherente: es lógico y razonable, ya que Prometeo había cometido un acto de robo y desobediencia, todo lo que suponía que el titán lo estaba retando. Y, junto con el engaño de la ofrenda, se podría decir que se estaba burlando del dios olímpico. Entonces, es coherente, porque tuvo paciencia al no castigarlo antes y también es coherente porque el castigo fue por algo que él hizo contra el Olimpo, el lugar perteneciente no sólo a Zeus, sino a todos los demás dioses de su mismo tipo.
Firme: es decidido y no da pie al arrepentimiento, ante los secretos que guarda Prometeo respecto al derrocamiento del dios Zeus; no da el brazo a torcer y así pasarán muchas generaciones, hasta cuando una de ellas, de la estirpe de Zeus, socorra al Titán Prometeo y lo libre de este gran tormento.
Constante: ya que el águila se encargaba de recordarle a Prometeo cada día su sufrimiento y las fatigosas consecuencias de su error. Entonces, se ha visto cómo este castigo es necesario, tiene una función y esa función es enseñar.
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