Agrobiotecnologia y constructivismo
Enviado por anita0009 • 22 de Mayo de 2017 • Trabajo • 2.275 Palabras (10 Páginas) • 219 Visitas
AGROBIOTECNOLOGÍA
La agricultura, pasó de ser una labor artesanal a una actividad global en la que deben equilibrarse la sostenibilidad económicas, social y medio ambiental. La implementación de nuevas tecnologías hace posible esto ya que es necesario proveer de alimentos a una población mundial en constante crecimiento sin dejar de lado la preservación de recursos naturales. En muchos países desarrollados, se está extendiendo la implementación de tecnologías para lograr una agricultura sostenible que permita aprovechar los recursos naturales de manera eficiente y que ofrezca un ahorro en el gasto en insumos, es decir aumentar el rendimiento pero no la utilización de recursos.
Cabe recordar que la evolución científico- tecnológica ha tenido tres grandes revoluciones; la primera tiene que ver con el nacimiento de la agricultura, en donde se aprende a domesticar plantas y animales; la segunda tiene que ver con la industrialización, la transformación de una fuerza domesticada de la naturaleza a una mecanizada y el hombre vende su fuerza de trabajo para entrar en el mercado capitalista; la tercera y la que da origen al tema del que trata éste trabajo es en la que el hombre tiene la capacidad de poder manipular las fuerzas fundamentales, atómicas y moleculares de la materia, para incrementar su conocimiento o componente tecnológico para que aumente el valor de los productos y disminuyan los requerimientos de materia prima. Esto es que los productos puedan solucionar las necesidades emergentes.
Cada revolución tecnológica sacude y moldea profundamente a las sociedades y, a su vez, el potencial tecnológico es moldeado y orientado por efecto de las intensas confrontaciones y compromisos sociales, políticos e ideológicos. Es precisamente este carácter sistémico lo que hace de la complejidad del cambio técnico un tema tan crítico para comprender el desarrollo capitalista. (Perez, 2002)
La realidad global es que enfrentamos un dilema en el que por un lado se busca la manera de aumentar la producción de suministros para frenar la crisis alimentaria; sin embargo, al mismo tiempo se busca frenar el impacto ambiental, el desgaste de los recursos naturales que se provoca el uso intensivo del suelo.
El papel de la agrobiotecnología es fundamental en este marco, ya que puede aportar nuevas técnicas que permitan no sólo aumentar la producción, sino que en algunos casos se reduzcan los impactos en el suelo y en el medio ambiente en general. “La experiencia ha mostrado que el impacto medioambiental de la industriales directamente proporcional al nivel de actividad económica (por ejemplo, si la producción se duplica, el impacto se duplica).Entonces, si se incrementa la producción, hay que hacer mejoras en el desempeño ambiental o en la eficiencia ecológica de la tecnología que se utilice, para evitar el consiguiente aumento en el impacto ambiental. Y, para que esto sea posible, las innovaciones científicas y tecnológicas resultan esenciales.” (IICA, 2009)
Constructivismo social
En un principio podríamos decir que el constructivismo asume que el conocimiento nuevo proviene de un conocimiento previo, es decir que no puede haber una transformación tecnológica sin un conocimiento previo. En el caso de la agrobiotecnología se puede observar que el conocimiento previo de la misma es el momento en el que el hombre domestica a plantas y animales para poder cubrir una de las necesidades básicas de él.
El desarrollo de esta, se va dando a través del tiempo de forma gradual, de tal forma que se pasa por la fase en la que –como se mencionó anteriormente – el hombre domestica a las plantas y animales, para posteriormente tras el descubrimiento del ADN y la revolución verde poder implementar tecnología no solo para poder aumentar la producción sino también para hacer mejoras genéticas en determinadas semillas para hacerlas en dado caso resistentes a plagas, sequias etc.
En cuanto a la flexibilidad del OT que nos ocupa, por un lado podemos ver no ha tenido un uso acotado. Es un OT que si bien su aplicación va no sólo encaminada a satisfacer la demanda de alimentos, sino que lo producido en cultivos Genéticamente Modificados también es usado en la industria farmacéutica para producir ciertos medicamentos, o en la producción de materias primas industriales o para la generación de bioenergéticos.
Una de las primeras posturas del constructivismo social, es entender a la tecnología como parte del tejido social, como parte de los distintos elementos que conforman a la sociedad. Es decir, recalca que la tecnología es social y lo social es tecnológico. Uno de los conceptos principales para comprender este abordaje teórico es el de Grupo Social Relevante (GSR), estos son los encargados de realizar el proceso de desarrollo tecnológico. También, son los GSR los que otorgan a los artefactos la importancia o el uso que se les debe dar, es decir, para cada uno de estos actores, un mismo objeto tecnológico (OT) puede tener un uso y valor específico diferente.
En el caso de la agrobiotecnología como objeto tecnológico los GSR son los que le otorgan cierto significado, valor y uso, a la misma, debido a que por una parte el valor que le da una empresa productora de semillas es diferente a valor o uso que le da la comunidad cientifica, productores agrícolas, el Estado (normatividad), el consumidor o la sociedad en general, etc.
Los Grupos Sociales Relevantes presentes en la Agrobiotecnología son:
Las empresas: han alcanzado un poder impresionante en el ámbito mundial y han hecho un negocio de la creciente demanda de alimentos de la población mundial. Concentran sus fuerzas en la cuestión agrícola en donde invierten grandes recursos para las investigaciones en ese sector. Tan sólo en México son 35 las empresas que se dedican a la agrobiotecnología y que forman parte de la Red Mexicana de Biotecnología Agrícola (REMBA)
Científicos: Por supuesto que ésas empresas tienen un gran número de centíficos trabajando para ellas. En México se cuenta con 545 investigadores nacionales en biotecnología (SMBB), y 130 en biotecnología agrícola. Actualmente, más de 50 centros y miles de científicos y tecnólogos mexicanos utilizan OGM para continuar estudios básicos, aplicados y educativos en biomedicina, agricultura, diversas bioindustrias y cuidado ambiental. Específicamente, se han gestado en instituciones públicas mexicanas, varias iniciativas de modificación genética en especies vegetales de interés nacional como papa, jitomate, chile, calabaza, melón, frijol, mango, papaya, cítricos, etc.
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