Análisis de contextos indígenas

Introducción

En el siguiente ensayo realizaremos un análisis acerca de las evaluaciones PISA y ENLACE que se llevan a cabo en nuestro país desde el año 2000, para que tengamos una perspectiva más amplia de ellas y que con estas podamos saber si en realidad cumplen con su labor o si tiene un efecto contraproducente en nuestro sistema educativo o en nuestros mismo estudiantes.

Creo que es de suma importancia saber primero de que tratan dichas pruebas, que finalidad tienen, como se elaboran y a quien se les aplica.

Cabe resaltar de la importancia de identificar para que se usen los resultados de estas pruebas aplicadas a los niños, si se les da continuidad o no para la mejora del nivel educativo de nuestro país o si solamente se utiliza para saber el grado de aprendizaje en el que están los alumnos y culpar por ello a todos los implicados sin importar la búsqueda de un método que nos permita mejorar de forma positiva ante esta negativa situación de los resultados obtenidos por los alumnos de nivel básico.

Es importante llegar a la reflexión de cómo estas evaluaciones son aplicadas de igual forma a niños de distintos contextos socioculturales y económicos, sin tomar en cuenta que los alumnos en las zonas rurales lejanas están en desventaja con los alumnos que residen en las ciudades, ya que estos últimos tienen mayor acceso al uso de la tecnología  y uso de la información.

Análisis de contextos indígenas

Es importante analizar como las evaluaciones nacionales e internacionales son aplicadas a todos los alumnos sin tomar en cuenta el contexto en el cual ellos se desenvuelven y me refiero a que  en México existe mucho índice de pobreza, siendo estos últimos los que se encuentran con necesidades socioeconómicas y esto repercute directamente en el ámbito educativo ya que estas necesidades no les permite tener un mismo rendimiento en el ámbito educativo, sin duda están en desventaja de aquellos alumnos que tienen acceso a tectología y comunicación.

Es de gran importancia considerar el contexto de los alumnos de forma que esto les permita aplicar un examen que evalué las capacidades con un  nivel al cual el alumno está familiarizado  ya que las personas indígenas se encuentran en desventaja a los que se encuentran en las zonas urbanas.

¿Qué son las pruebas PISA y ENLACE?

El Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA por sus siglas en inglés) es un ejercicio de evaluación diagnóstica estandarizada, que ha sido desarrollada conjuntamente por todos los países participantes de la OCDE para valorar la competencia lectora, matemática y científica de los alumnos de 15 años integrados en el sistema educativo. El lugar en que quedaron México y los demás países latinoamericanos en este ranking internacional tuvo amplia resonancia en los medios masivos de comunicación y en el ámbito político. Asimismo, en el medio especializado se ha visto una preocupación creciente sobre las repercusiones y la relevancia de los ejercicios de evaluación comparativa como el PISA.

Paradigma sobre la evaluación

Los reparos hacia PISA, en general, subrayan el hecho de que no toma en cuenta lo que se enseña realmente en nuestras escuelas. Esto es indiscutible, ya que para PISA, el término “competencia” condensa los conocimientos adquiridos y la capacidad intelectual de los estudiantes para reflexionar y aplicarlos en la resolución de problemas que plantea la vida cotidiana. Dicho sea en otras palabras, toma como requisito básico la adquisición de conocimientos escolares específicos pero no se circunscribe a ellos. Mediante diferentes tipos de reactivos, procura identificar el nivel de complejidad de las operaciones cognitivas que los estudiantes están en condiciones de efectuar, desde la mera retención, paráfrasis o reproducción de la información disponible, hasta la reelaboración y crítica de la misma.  

En cambio, los instrumentos de evaluación en México no están diseñados con esa intención. Es raro que las preguntas formuladas en clase, en las tareas y en los exámenes procuren distinguir el grado de dominio de dichas operaciones. Lo usual es que el examen mida la capacidad del alumno para responder a la pregunta con la información requerida. La medida del aprendizaje está dada por su habilidad de dar la respuesta esperada. O sea, existe una alineación entre lo que el alumno se siente obligado a responder y la instrucción que ha recibido de parte del maestro. Así, el espacio que media entre la pregunta y la respuesta resulta ser demasiado estrecho, ya que no requiere de mayores consideraciones que buscarla en internet, en una enciclopedia, en un libro o en los apuntes de clase. 
En este contexto, la forma de examen que establece PISA y más aún, la lógica que ésta implica, es poco habitual en nuestro sistema educativo. Una cosa es pedirle al alumno que identifique la respuesta correcta a una serie de reactivos que comúnmente valen lo mismo y otra es enfrentarlo con dispositivos que pretenden revelar si éste es capaz de: únicamente memorizar un conocimiento,  aplicar dicho conocimiento a la solución de un problema mediante una sola operación mental o más de una y  recurrir a otros referentes no considerados dentro del contexto original de la pregunta antes de dar una respuesta. Desde el punto de vista fijado en nuestra investigación, tal discrepancia es, precisamente, lo importante, ya que pone en evidencia lo que nuestros alumnos están acostumbrados a hacer o no en la escuela, como resultado de la forma en que nuestras instituciones, tanto públicas como privadas, validan las rutinas de enseñanza y aprendizaje consideradas aceptables y más aún, deseables, a lo ancho y a lo largo del sistema educativo. 

Lo que más llama nuestra atención en cuanto a la utilidad de estas pruebas, no es, pues, el ranking internacional resultante de su aplicación en los países que participan en el programa, ni el lugar en que queda situado México en el mismo, sino el criterio intelectual subyacente en su estructura y diseño. Debido a que los resultados, por contraste, revelan cuál es el nivel máximo de complejidad de las operaciones mentales que nuestro alumnado, en promedio, está capacitado para ejecutar; indicador que remite directamente a las insuficiencias sistémicas de nuestra educación media superior. 

¿Cómo miden el aprendizaje dichas pruebas?

Las habilidades cognitivas e intelectuales que la prueba procura medir han sido definidas por PISA mediante la noción de «competencia», término que nos remite a los estudios de Noam Chomsky (1989; 1992) sobre la “competencia lingüística”, aplicable a la propiedad de la productividad de las lenguas y de cualquier otra forma de conocimiento. La competencia lingüística del hablante consiste, según Chomsky, en el conocimiento que éste tenga acerca del sistema lingüístico, en virtud del cual es capaz de producir un conjunto indefinidamente grande de oraciones que constituyen su lengua. La productividad, especifica el autor, es una propiedad cognitiva que consiste en la capacidad para comprender y construir un número ilimitado de enunciados que nunca se han presentado anteriormente en la experiencia de los individuos. 

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