CUESTION DE REGISTRO

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

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FISH- LECTOESCRITURA

PROGRAMA: DERECHO

GRUPO: B

CRUZ ALEJANDRA MOSQUERA SANCHEZ

CUESTIÓN DE REGISTRO

El haber perdido a su casa, esposa, trabajo, sueños, vida… no significa  que “al final del túnel” siga de negro. El hombre vive entre la alegría y tristeza, ilusión y desilusión, amor y desdicha… Cambios que sin duda alguna, o te hacen más fuerte o te desmoronan por completo.  No se trata de encontrar el Porqué de los hechos. Muestra el cambio de vida de un hombre, una nueva perspectiva de vida y la adaptación progresiva de esta.

“Le expliqué que, cuando alguien tomaba posesión de un predio, con derecho o sin él, sacarlo de ahí era uno de los procesos más complejos que existían en la legislación colombiana”, dijo el personaje principal. Imaginándome su acento rolo  y con el “poder de la palabra”, firmó el futuro despojo de su propiedad  que conllevó al mismo de su propia razón, de su actuar. En la novela, el protagonista enfrenta una serie de sucesos que lo llevan al punto de quiebre, tal vez por no haber tomado las decisiones adecuadas, dadas el caso. Pero estas decisiones pueden variar según quien la lea.

El despojo, en el cuento, me parece que al principio puede ser tomado sólo por la propiedad, pero continuando te das cuenta que esta  no es la única pieza, puesto que surgen una serie de problemas, entre estos, matrimoniales. Empezando, el no poder formar una familia, dio comienzo a su ruptura. Tiempo después, el descubrimiento del romance entre él y una secretaria, dio por terminada la relación. Otro problema fue el “robo” de identidad.  En este punto, pensé que no podía ser peor. Pero los problemas económicos surgieron a flor de piel, luego de perder su trabajo y junto a esto empezó a tener una crisis existencial. Aquí el despojo jugó un papel importante, puesto que podría tomarse de una sola manera, pero más apropiada del texto, puedo decir que es su pilar y aunque desapercibido, se encuentra  en todo el cuento. Despojado de su apartamento, despojado de su casa, despojado de su matrimonio, despojado de su trabajo, despojado de su identidad…

El afincamiento que genera al referirse de forma tan directa para contar lo que sucede y en un tono muy colombiano, hace de la lectura algo más ameno. Te hace imaginar y vivir cada detalle dado, desde el número de habitaciones, hasta las miles de partículas de ladrillo. Genera sentimientos, una impotencia surge y me hace pensar en qué pasará, al no poder decirle al personaje qué hacer. Personalmente me gusta la tensión que maneja el cuento al inicio y casi al final, porque a decir verdad, al principio un sin sabor quedó en mí, al ver que ese era el final. Mi mente intentaba buscar más páginas para leer, no podía quedarme con ese final tal “peye” y eso, creo, fue lo que a la final hizo que gustase de él, porque esos sentimientos que puede generar una sola parte del cuento, lo podría generar otra, escrita por el mismo Muñoz o mejor, imaginada por mí.

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