Comportamiento de Covid-19 en la población colombiana
Enviado por ndaniel1016 • 1 de Octubre de 2021 • Trabajo • 2.830 Palabras (12 Páginas) • 114 Visitas
Comportamiento de Covid-19 en la población colombiana
Nicolás Daniel Rondón Córdoba[1]
Valeria Benítez Cadavid[2]
Yuliana Elizabeth Cabrera Chingal[3]
Microbiología y Bioanálisis
Escuela de Microbiología, Universidad de Antioquia Sede Medellín, Antioquia
Introducción
En este trabajo se realizó una revisión de la literatura científica para hallar información acerca del comportamiento del Covid-19 en Colombia en la actualidad, para lo cual se definieron variables como número de recuperados y fallecidos, tanto por departamento como por grupos étnicos, información recolectada en diferentes bases de datos de las que se extrajo artículos científicos y de estos la información para la elaboración, siguiendo la metodología de utilización de estrategias de búsqueda para lograr así la información adecuada. El objetivo para alcanzar recae en la comprensión y análisis de cómo se comporta el virus según los diferentes rangos de edad, sexo, principales poblaciones afectadas y así mismo analizar los síntomas, formas de contagio y número de días entre el inicio de los síntomas además del diagnóstico. El alcance de este trabajo está en que se sumergió en los campos de estudios de diversas disciplinas, pero todo desde el punto de vista de una revisión de la literatura científica y no de la experimentación o visita al campo de acción.
Palabras Clave: COVID-19, SARS-CoV-2, Colombia, Coronavirus.
Marco teórico
Actualmente el mundo se enfrenta a una pandemia producto de la propagación del virus SARS-Cov-2, virus perteneciente a la familia de ARN Coronaviridae, con más de doce patógenos específicos redondeados, los cuales se transmiten por aerosoles de secreciones respiratorias (Gröner, Cristina de Carvalho, Jacqueline, Abrão Ferrerira, & Fraietta, 2020). En 1937 se lograron identificar y aislar los primeros coronavirus con propiedades infecciosas y en base a la observación microscópica recibieron dicho nombre en 1965, debido a su estructura en forma de corona (Gröner et al., 2020).
Esta enfermedad se conoce, desde enero de 2020, como Coronavirus disease 2019, (COVID-19), el cual hace parte de la subfamilia Orthocoronavirinae y del género Betacoronavirus, por lo que son un grupo de virus considerados altamente patogénicos al ser humano (Solórzano Ramos, 2020). Este virus fue denominado por el Comité internacional de taxonomía viral como Coronavirus-2 generador de Síndrome Agudo Respiratorio Severo (SARS-Cov-2) (Escallón, Fajardo, Garcia, & Natalia, 2020).
El primer caso de SARS-CoV-2 en el mundo, fue registrado en Wuhan provincia de Hubei, China, en diciembre de 2019 (Azevedo et al., 2020), y actualmente se registran alrededor de 111 millones de casos y 2,46 millones de muertes; el primer caso en Colombia se registró el 6 de marzo de 2020, en una paciente procedente de Milán, Italia (Forero-Peña et al., 2020). Según el boletín del instituto Nacional de Salud (INS) del 22 de febrero de 2021, existen 2.229.663 casos con infección confirmada por SARS-Cov-2 de los cuales han fallecido 58.974 pacientes, evidenciando una tasa de letalidad por casos confirmados a nivel nacional del 2,64% (Instituto Nacional de Salud, 2021).
Epidemiología
La principal forma de contagio de esta enfermedad es a través de la inhalación de gotas respiratorias desde una persona contagiada a otra (Soto, 2020). Según la epidemiología, Escallón et al (2020) afirman: “La mediana del período de incubación del virus oscila entre 2 y 14 días”, presentándose la aparición de síntomas aproximadamente al 5to día de la infección (Soto, 2020). El periodo de infecciosidad es desconocido con precisión, dado que el potencial de transmisión del virus se presenta antes de desarrollar síntomas.
Síntomas
Castaño et al. (2020) resaltan la importancia para el personal de salud en identificar los síntomas clínicos asociados a esta enfermedad que siendo de carácter leve, moderado o agudo colocan en riesgo la vida y salud del paciente, puesto que en su gran mayoría son semejantes a los de otras infecciones respiratorias agudas (IRA), como son la fiebre cuantificada mayor o igual a 38°C, tos, secreciones nasales y malestar general y en ocasiones dificultad para respirar.
Diagnóstico
El diagnóstico de la infección es un constructo del cuadro clínico y pruebas diagnósticas como son: imágenes como tomografía de tórax con cortes de alta resolución, marcadores de compromiso sistémico y estudios para documentar la presencia del virus (RT-PCR Reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real), pruebas de antígeno o indirectamente (pruebas serológicas (IgM/IgG por diferentes técnicas) (Solórzano Ramos, 2020), donde la prueba RT-PCR tiene sensibilidad y especificidad de 95% y 99.5%, respectivamente (Herrera et al., 2020). Además, según Herrera et al. (2020) en Colombia el promedio de días para tener un diagnóstico es de alrededor siete días.
Principales poblaciones afectadas
El sistema inmunológico más fuerte de niños y jóvenes sin tantas condiciones comórbidas puede reducir la predisposición a la infección (Sah et al., 2020), por otra parte, el riesgo de muerte en personas mayores de 60 años se incrementa 17.2 veces y la mortalidad es aún mayor cuando su edad sobrepasa los 80 años (Escallón et al., 2020). Personas inmunodeprimidas con afecciones preexistentes como enfermedades cardiovasculares, diabetes, asma, cáncer, EPOC e hipertensión, entre otras, presentan un mayor riesgo de ser ingresado a cuidados intensivos y una posible muerte (Dhama et al., 2020; Sah et al., 2020).
Investigaciones preliminares sugieren que debido a factores externos y de exposición mayor, los hombres podrían ser más susceptibles a la infección que las mujeres (Sah et al., 2020). Según Escallón et al. (2020) “la influencia del sexo biológico en la expresión y regulación de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), que es el principal receptor utilizado por el SARS-CoV-2 para ingresar a las células, es mayor en hombres que en mujeres” y gracias a la deficiencia de células T en pacientes de sexo masculino, el riesgo de muerte aumenta 1.7 veces con mayor número de días promedio hasta su fallecimiento o recuperación.
Las personas reportadas como pertenecientes a alguna etnia tienen un riesgo mayor de fallecer de 1.2 veces, posiblemente por la dificultad en el acceso oportuno de servicios de salud gracias a su ubicación geográfica, matriz de desigualdad social, situaciones de vulnerabilidad y otros determinantes sociales relacionados a estos territorios. (Escallón et al., 2020; Naciones Unidas, 2021). Poblaciones que viven en regiones lejanas de las principales capitales del país, se ven mayormente afectadas con pruebas limitadas y confirmación diagnóstica tardía, sumadas al control no adecuado de propagación de la infección (Escallón et al., 2020).
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