Conflicto
Enviado por res30 • 21 de Febrero de 2012 • 4.594 Palabras (19 Páginas) • 1.269 Visitas
APROXIMACIONES TEORICAS EN TORNO AL CONCEPTO DE CONFLICTO Y SU PROCESO DE TRANSFORMACIÓN INDIVIDUAL – SOCIAL Y SU ABORDAJES EN INVESTIGACIONES REALIZADAS EN TORNO A LOS CONFLICTOS LOCALES EN MEDELLÍN
Maribel Muñoz // Elilzabeth Pelaez Toro
Grupo de Interdisciplinario para el desarrollo del pensamiento y la acción dialógica (GIDPAD)
En este apartado se construye una aproximación conceptual alrededor del fenómeno del conflicto y la transformación social del mismo; inicialmente se abordarán algunas posturas del campo de las sociología y la psicología, para luego delimitar la perspectiva bajo la cual se comprende en esta investigación, cuya tesis principal defiende la idea del conflicto como connatural al ser humano, asumiendo que es necesario para la constitución y desarrollo del psiquismo y de los sistemas sociales, desligándolo de aquellas concepciones que lo catalogan como anomia, es decir, como problemático y desde donde se busca resolverlo o erradicarlo, en su lugar ésta propuesta expone la posibilidad de transformación, siguiendo a Michael Ignatieff que plantea el conflicto como "un ritual básico de la sociedad humana que puede domesticarse (transformación), pero nunca ser erradicado (resolución)" (2002, p.216).
Concepto de conflicto
El término conflicto se refiere a situaciones propias de la vida humana como la confrontación, las disputas y las luchas, originados a partir de los antagonismos, o factores que se presentan de manera simultánea y que se oponen entre sí o son excluyentes, en el sentido de que si la meta se logra de un lado se da a expensas de la perdida en el otro (Garzón G., 1993).
Las personas en la cotidianidad comúnmente se refieren al conflicto de dos maneras, en la primera como concepto y en la segunda como valoración. Como concepto, se hace referencia a un problema, falta de entendimiento entre las partes o incompatibilidad entre ideas que puede tener como consecuencia la indecisión frente a la toma de decisiones. Las valoraciones por su parte, están referidas principalmente en darle una connotación negativa por los efectos que puede generar a nivel emocional o por las dificultades ocasionadas en la interacción interpersonal, expresadas culturalmente en nuestro medio a través de comportamientos agresivos o violentos.
Ahora bien, como concepto, el conflicto es una construcción social en la cual juegan un papel importante el momento histórico y contextual en el cual se desenvuelven los sujetos, los cuales realizan acuerdos para construir las representaciones bajo las cuales orientan su manera de ver, ser, estar y actuar en el mundo. Por esta razón es importante realizar la lectura del conflicto de acuerdo con el momento histórico y contextual, es decir, su justificación o dinámica dependen de las creencias y prácticas que socialmente han sido aceptadas en un momento determinado para explicarlo y afrontarlo.
Acorde con lo anterior a continuación se señalan algunas posturas que desde la Sociología y Psicología ofrecen posibilidades teóricas para comprender el conflicto y las maneras en que puede ser concebido.
Campo Sociológico
Desde la sociología clásica los aportes al conflicto se dan en dos perspectivas: macro y micro sociológicas. Las primeras explican el conflicto como algo derivado de los procesos sociales y las segundas se aproximan a la comprensión del fenómeno desde la cotidianidad de los sujetos. En la actualidad, las nuevas propuestas en sociología pretenden adoptar un enfoque integrador, entendiendo el conflicto desde su totalidad y no desde presupuestos antagónicos y jerárquicos. A continuación se describen cada una de ellas.
Perspectiva macro - sociológica
Las posturas macro sociológicas clásicas coinciden en comprender el conflicto como una dimensión de lo político, no obstante, se distancian frente a la valoración que realizan de él, teniendo en cuenta el ideal de sociedad que cada postura tiene. Así, las teorías dirigidas a defender la estabilidad y conservadurismo de la sociedad, correspondientes a la postura estructural-funcionalista clásica, tienen una apreciación diferente a las teorías de la dinámica social, de la cual hacen parte el marxismo y la teoría crítica.
Para la visión estructural funcionalista clásica, la sociedad es concebida como algo estático, es decir, se valora en la medida que puede mantener el orden establecido, bajo este ideal de sociedad el conflicto es percibido como algo “negativo”, por los efectos que genera en la estructura social (Páez, 1990). De este modo, comprendiendo el conflicto como algo disfuncional o perturbador por ser principio del desorden, todo lo relacionado con él es concebido como desviado, por lo tanto, para defender el sistema social establecido las acciones pretende intervenir el conflicto a fin de extinguirlo ya sea por medio de la transformación, el cambio o la evitación (García, Muñoz, Gómez, 2006).
Por su parte, para la teoría marxista la sociedad se caracteriza por ser dinámica, apreciación que a diferencia del estructural funcionalismo, permite valorar el conflicto como el motor posibilitador o dinamo de la estructura social. No obstante, aunque esta postura valora el conflicto como principio facilitador de cambios en la sociedad, se le realiza una crítica, la de reducir el conflicto a explicaciones sobre las desigualdades de acceso al poder y a los medios de producción, es decir, a la lucha de clases (García, et.al., 2006).
Las críticas realizadas a las posturas macro sociológicas clásicas, permiten que en la actualidad teóricos como el sociólogo norteamericano Lewis Coser y el sociólogo alemán de corte crítico Darhendorf, realicen un intento por actualizar y resignificar dichas posturas. Según García, et.al. (2006) Coser a fin de ampliar la visión estructural-funcionalista le da un lugar al conflicto en lo social, concibiéndolo como un elemento que permite a la sociedad el aprendizaje, es decir, el autor introduce a esta visión la mirada dinámica de lo social. Darhendorf por su parte, sigue las ideas del marxismo considerando el conflicto como motor del desarrollo histórico, sin embargo, disiente de este en reducirlo sólo a la lucha de clases. Para Darhendorf el conflicto no es entendido como desviación sino como algo normal y necesario en las sociedades, que surge de la relaciones de dominio cuando existe un rechazo a las formas de poder existentes (García, et.al., 2006).
Puede observarse que la perspectiva macro sociológica hace aportes interesantes que permiten comprender el conflicto como un dinamizador
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