DIDÁCTICA ESPECÍFICA El aprendizaje del Alumno Técnico
Enviado por jesus2225horacio • 28 de Junio de 2016 • Trabajo • 2.065 Palabras (9 Páginas) • 269 Visitas
DIDÁCTICA ESPECÍFICA
El aprendizaje del Alumno Técnico
- Introducción.
- ¿Cómo se adquieren los conocimientos en la educación técnica?
- ¿Contenidos o competencias?
- El perfil del egresado de la educación técnica.
- Consignas.
EL APRENDIZAJE DEL ALUMNO TÉCNICO
Los pasos que siguió el alumno para adquirir habilidades y conocimientos[pic 1]
ÁNGULOS A EXPLORAR Las competencias y contenidos que debe adquirir el técnico.[pic 2][pic 3]
El perfil del egresado de la educación técnica.
¿Cómo se adquieren los conocimientos en la educación técnica?
El currículo es el plan de estudio prescripto por las autoridades del sistema educativo, en tanto que el currículo real es lo que sucede en cada escuela en términos de enseñanza y aprendizaje, y socialización en normas y valores. Este es el resultado de la negociación entre los docentes y los alumnos con su experiencia previa; ambos establecen sus acuerdos y dirimen sus diferencias.
El currículo real es lo que realmente se enseña, pero supone también un código de conducta que es condición necesaria, pero no suficiente para el proceso de enseñanza aprendizaje. Ese proceso es secuencial y acumulativo, en donde los docentes tienen una formación previa y los alumnos adolescentes viene de una enseñanza básica que está fuera del control de la escuela técnica. Esos alumnos provienen de familias de distinto capital cultural y económico.
La escuela trabaja con ese material y su resultado son egresados que han incorporado un caudal de contenidos y competencias, que serán sus herramientas en la vida real.
Analizaremos las tendencias y diferencias observadas en la formación del alumno en la escuela técnica.
El alumno de la escuela técnica provenía de una educación primaria que no le garantizaba el dominio de las habilidades básicas de la lectoescritura comprensiva y matemática aplicada, era una escuela de doble turno de mañana y tarde dedicadas a la teoría y las prácticas de taller.
En los tres primeros años el alumno estaba expuesto a una formación de materias humanísticas, compactadas y con poca articulación con las materias científicas, dictadas por profesores con experiencia y formación para la escuela común. En cambio en matemática, Física y Tecnología sus profesores tenían la experiencia y exigencia correspondiente a la escuela técnica, y preparaban a los alumnos para el ciclo superior.
El contraste entre la formación previa y las exigencias de esas asignaturas llevaba a altos niveles de deserción. Y los alumnos que lograban continuar en el ciclo superior debían encarar tres años con contenidos casi de ingeniería, muy variados según las especialidades, con altos niveles de razonamiento y exigencia de aplicación a la práctica.
Entonces se producen dos fenómenos o procesos a lo largo del ciclo secundario:
Primer proceso: ante la imposibilidad de abarcar todos los temas previstos en los programas, y adaptarse a la realidad de los alumnos, en las escuelas se realizan una selección de aquellos contenidos considerados básicos para el desempeño laboral y/o el estudio universitario. Los mismos se seleccionan de materias de ciencias básicas o técnicas.
Segundo proceso: Son fracturas entre el ciclo básico y superior, y entre la teoría y el taller. Dichas fracturas se van desarrollando dentro del currículum real.
La educación general del ciclo básico trata de asemejarse a un ciclo básico de escuela secundaria, y pierde así el sentido de formación científica problemática y de investigación que fundamenta los conocimientos tecnológicos del ciclo superior. El taller, en cambio, se vuelve el lugar de enseñanza artesanal y productiva.
La introducción de la Reforma Educativa no mejoró esta problemática. Sustituyó la coordinación rígida, pero flexibilizada en la realidad, por una superposición de contenidos agrupados en espacios curriculares que intentaba rehacer la lógica del aprendizaje tecnológico.
La existencia de otras modalidades no técnicas, brindó la posibilidad de derivar a los alumnos de menor rendimiento a modalidades más “blandas” y de alguna manera diluir el problema de deserción.
El recorrido de diez escuelas analizadas nos muestra una realidad en la que, escuelas reformadas como no reformadas dieron respuestas a estos desafíos.
Observándose una gran heterogeneidad al interior y entre escuelas dando así una gran formación de técnicos.
Algunas precisiones con respecto a dicha heterogeneidad en casos concretos; en escuelas parroquiales dirigidas a poblaciones locales en situaciones de pobrezas las cuales eligieron especialidades que tenían mucha incidencia en el sistema productivo (Electromecánica y Alimentación); también las escuelas conseguían pasantías para que el alumnado pudieran poner en prácticas reales los conocimientos adquiridos en las distintas instituciones.
Contaban con personal docente con conocimientos directos de los procesos productivos, captaban alumnos-familias motivados para estudiar. Los cuales al terminar su trayectoria escolar en la escuela técnica, significaban una promesa de trabajo genuino.
La integración teórica-practica fue bien asimilada por los alumnos lo que no quitaba el alto nivel de abandono y repitencia de algunos alumnos.
En otras escuelas privadas y públicas reformadas y no reformadas (prestigiosas) se fomento la capacitación docente, innovación de programas, articulación entre taller y clases teóricas introduciendo parejas pedagógicas e integrando las nuevas tecnologías.
No siempre todas estas innovaciones tanto pedagógicas como tecnológicas no llegaban a todos los alumnos, esto fomentaba una segmentación interna y un gran desnivel entre egresados.
Aparecían grupos de alumnos y profesores que lograron implementar procesos de aprendizaje muy interesantes con el doble propósito de formación para el trabajo y la universidad; estos alumnos provenían de la clase media, aquellos que eran de sectores más populares eran minoría y solían abandonar antes de terminar el ciclo superior.
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