Derecho a la Ciudad

La ciudad es un continente lleno de memoria social, la ciudad es como una piel que va registrando las diferentes formas como se presentan los acontecimientos históricos. Y esa piel queda consignada en el mapa. El mapa es un documento donde los habitantes de la ciudad han escrito y uno puede caminar sobre este documento; esa es una de las maravillas de la ciudad, pues uno transita por el documento. Y en él se puede leer lo que cada sociedad piensa de sí misma, y los diferentes proyectos sociales quedan recogidos en el mapa. (Zambrano, 2000, pág. 136)

La Polis o Ciudad Estado griega surge en el siglo VIII a.C. como una forma de organización política basada en los principios de ciudadanía e igualdad legal y política, y en mecanismos de participación política. Debido al desarrollo económico se produce un excedente que genera la necesidad de concentrar la población en núcleos y establecer mecanismos de redistribución y acumulación. Este término surge del concepto de las ciudades ideales de Platón y Aristóteles donde la ciudad es, para Platón, un espacio para la vida social y espiritual que debe estar encaminada a elevar a los hombres a la virtud, por lo tanto, ¨es posible definir previamente en términos arquitectónicos el estado social y espacial final de la ciudad¨. (Prado, 2005, pág. 12) Mientras que para Aristóteles la ciudad se determina en el carácter político y la define como un conjunto de ciudadanos libres ejerciendo en común sus libertades públicas dejando de lado el espacio físico y concibiéndola como una entidad histórica. La ciudad en la que vivimos, en la que desarrollamos nuestro proyecto de vida es la ciudad que hemos heredado de la Revolución Industrial (siglo XVIII y XIX) y su proceso de industrialización que permeo la gran mayoría de los países. Aunque todavía tiene rasgos de la ciudad antigua griega y de la ciudad feudal es claro que su estructura esta permeada por la sociedad industrializada o moderna. El proceso de industrialización es el punto de partida para el análisis de la problemática urbana actual; la urbanización está directamente inducida por la ampliación y tecnificación de los procesos productivos que a su vez generaron el crecimiento de la población urbana debido a la migración de mano de obra rural, la expansión de las ciudades existentes y la creación de nuevas. Hubo una modificación en la forma de vida, las costumbres y la apropiación del espacio; debido a la creciente necesidad de la industria; se comenzaron a situar en lugares estratégicos de fácil acceso al transporte, al agua, a las materias primas, entre otras.

La ciudad es la causa y consecuencia de la civilización en todas sus manifestaciones, civilización que se mantiene en constante evolución. En términos de desarrollo económico, un país es desarrollado dependiendo del proceso de industrialización que haya alcanzado y que se proyecte alcanzar. Actualmente, la ciudad es el motor del crecimiento nacional y provee las mayores oportunidades para el avance social y el crecimiento económico, ya que con el constante desarrollo territorial se llega a la implementación de economías de escala que posteriormente generan más oportunidades, mejores puestos de trabajo y servicios educativos y sanitarios de mejor calidad. Partiendo de la base del concepto de ciudad Aristotélico, la ciudad no puede ser concebida solo como un espacio físico sino como una institución, entidad y lugar social privilegiado que surge del producto de las acciones y utopías de los que la habitan; es el lugar de encuentro donde se promocionan, viven, garantizan y vulneran los derechos. Los derechos humanos y más específicamente el derecho a la ciudad se ve vulnerado por las tendencias globales de urbanización y globalización que implican la desigualdad estructural en el acceso a los bienes y servicios sociales, la inequidad y las significativas concentraciones de la riqueza. Teniendo en cuenta la creciente urbanización de la pobreza, el empobrecimiento de las ciudades, la generalizada división social de la comunidad y las prácticas derivadas de exclusión social y discriminación espacial, así como la degradación del ambiente y el uso no sostenible de los recursos naturales se puede evidenciar una clara violación a lo pactado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) y recientemente en la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad (2004).

La Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad es un instrumento que, aunque no tiene fuerza vinculante internacional, recoge los avances y discusiones del Foro Social Mundial y otros esfuerzos globales por impulsar el derecho a la ciudad en el ordenamiento jurídico internacional. La iniciativa de formularla está orientada a luchar contra todas las causas y manifestaciones de la exclusión: económicas, sociales, territoriales, culturales, políticas y psicológicas. Surge como respuesta frente a la oposición social de la ciudad vista como mercancía y como expresión del interés colectivo; articulando derechos humanos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales a la democracia representativa, distributiva y participativa. En su preámbulo determina:

...