Diario de campo secundaria

DIARIO DE CAMPO

Día 1:

El primer día de práctica docente me presente puntual a mi primera clase con el grupo de “2° B”, lo primero que hice fue pedirles a los alumnos que se sentaran y guardaran silencio por que estaban muy inquietos, enseguida me presente y les dije que sería su profesor por algunas semanas, después les hable sobe la disciplina que debía guardarse en clase.

Proseguí haciendo preguntas al grupo en general sobre conocimiento histórico a manera de sondeo, también preguntas generales y acerca de su apreciación sobre la historia. Con esto pude darme cuenta que para la mayoría es la materia más tediosa pero también muchos señalan que les llama la atención los temas pero no les gusta como los abordan los profesores.

En este lapso relaje la disciplina y perdí la atención del grupo, entonces se me salió de control la situación, por quererme mostrar accesible los alumnos aprovecharon mi tibieza, luego me lleve un lapso de tiempo en calmar al grupo y apenas y pude hacer el repaso de la última lección vista con el profesor titular de la materia. Este grupo es problemático, al titular le costaba mantenerlos calmados y por el error que cometí al permitir la indisciplina en un primer momento luego tuve varios problemas a lo largo de mi practica con ese grupo.

La segunda clase de esa jornada la tuve con el grupo de “2° C”, con este grupo seguí el mismo plan de trabajo (presentación, normatividad, preguntas sobre la materia y su apreciación) pero con ellos en ningún momento trate de interactuar ni de mostrarme accesible, desde el primer momento aplique una disciplina férrea, esto me resulto muy bien pues me permitió dirigir correctamente la clase y avanzar más que con el otro grupo, con ellos alcance a repasar el último tema, dar una pequeña introducción del siguiente tema y dejar una tarea para obtener conocimientos previos a la clase.

A lo largo de las tres semanas de practica el trabajo fue más fructífero con el “2° C” considero que influyo totalmente mi comportamiento de la primera clase.

Día 2:

El segundo día únicamente tuve clase con los jóvenes del “2° B” y nuevamente me fue muy difícil controlarlos al inicio de la clase me lleve alrededor de 10 minutos callando a unos y a otros, en específico un grupo de 4 mujeres causaban problemas, se paraban, platicaban, no hacían nada de los que se les pedía, primero las separe, pero aun así seguían con la misma actitud y el resto de sus compañeros les seguían y celebraban sus desafíos, me vi en la necesidad de mandar a una de ellas a prefectura por contestarme groseramente cuando le llame la atención y fue como pude, después de varios intentos, mantenerlos quietos y proseguir con la clase como la tenía planeada.

Día 3:

Nuevamente tuve clase con el “2° B” otra vez tuve problemas, el grupo de jóvenes que generaban el desorden ahora estaban más desatadas que el día anterior, hasta llegar al punto en prácticamente me retaban, la única manera que encontré de seguir con la clase fue retirarlas del salón y mandarlas con los prefectos. El día anterior había dejado tarea y únicamente la hicieron 3 chicas.

Después entre con el siguiente grupo, al igual termine de explicarles el tema que quedo pendiente, después de terminar de explicar el tema, decidí también darle otro repaso acompañado de preguntas para que así hubiese una retención del tema. Pero el grupo estuvo tan incontrolable que me toco improvisar y dejarles el tema por visto y empezar a dictarles un cuestionario acerca de lo que les había explicado anteriormente para que lo contestaran en clase. Y esta vez les advertí que la asistencia la contaría con las tareas no únicamente con la presencia

Día 4:

En mi primera hora de esta jornada tuve clase con el grupo C, gran parte del grupo había hecho la tarea que deje en la primera clase, lo que me hizo posible avanzar de manera muy fluida porque ya tenían cierta noción acerca del tema, mantuve la atención del grupo, participaron e hicieron preguntas. Había un joven que no escuchaba lo que yo decía, trataba de platicar con quienes estaban a su alrededor y no había hecho su tarea le llame la atención y lo senté junto al escritorio porque estaba distrayendo a sus compañeros. Este joven repetía  esta actitud en varias ocasiones. Me di cuenta de que mantenía al grupo en orden pero no con interés sobre la clase entonces vi urgente cambiar mi método y no hablar tanto ni dejar cuestionarios o hacer lluvia de ideas.

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