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EFECTOS ECONOMICOS DE BULGARIA Y RUMANIA POR LA REPATRIACION FORZOSA DE GITANOS


Enviado por   •  20 de Mayo de 2013  •  Informe  •  2.425 Palabras (10 Páginas)  •  507 Visitas

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EFECTOS ECONOMICOS DE BULGARIA Y RUMANIA POR LA REPATRIACION FORZOSA DE GITANOS.

Durante el verano 2012, numerosos gobiernos de la Unión europea expulsaron a gitanos de sus hogares. Ciertos estados también expulsaron esas personas de su territorio. La Asociación Europea para la Defensa de los Derechos Humanos (AEDH), a la que pertenece APDHA, exige que los estados paren esas expulsiones y sus políticas de estigmatización de las personas gitanas.

La Asociación Europea para la Defensa de los Derechos Humanos (AEDH) denuncia la violencia contras las poblaciones gitanas en varios estados miembros de la Unión europea, que aprovechan el periodo estival para echarles de sus campamentos improvisados. Así, varios gitanos en Francia y en Italia se encontraron sin hogar después de la demolición de sus campamentos por las autoridades, porque no recibieron ninguna proposición de realojamiento. Los gitanos migrantes que vienen de los Balcanes y de la Europa del Este para buscar mejores condiciones de vida en Italia fueron abandonados a su suerte una vez expulsados de sus viviendas en Roma o Milán. En Francia, cerca de 2000 gitanos de Rumanía o de Bulgaria fueron expulsados de los lugares donde vivían durante el verano y ciertos fueron expulsados del país; así como en Grecia, donde 400 gitanos fueron devueltos a su país. En Bulgaria, aunque la Corte Europea de Derechos Humanos dio la razón a unas 200 familias gitanas amenazadas por una expulsión de sus alojamientos por la municipalidad de Sofía, el mayor de la ciudad presento en Julio un nuevo programa de expulsión de esas familias hacia su lugar de origen. En Serbia, 250 familias de gitanos fueron expulsadas de su campamento de Belvil en Belgrado a finales de Abril. Los estados negaron los derechos a la vivienda de esas personas. En efecto, una expulsión debe ser el último recurso, y puede ocurrir solo si una decisión de justicia la autoriza, y si una solución de realojamiento fue encontrada para las personas expulsadas.

La deportación masiva de gitanos a Rumania y Bulgaria, ordenada por el gobierno del presidente francés, Nicolas Sarkozy (judío de origen húngaro), resulta particularmente perversa. Segundo país más pobre de la Unión Europea, la población de Rumania es sumamente hostil a los 2 millones de gitanos que viven allí, a más de un gobierno que para cumplir con el FMI acaba de bajar 25 por ciento el sueldo a los funcionarios, y de subir el IVA a 24 por ciento.

La situación de los gitanos en la antigua Checoslovaquia no le va en zaga a la rumana. Hasta el momento de la partición (1992), eran ciudadanos. Después, ni checos ni eslovacos los reconocieron como tales, a pesar de haber vivido durante generaciones en el país.

En Chequia, unas familias gitanas de la ciudad de Ostrava están amenazadas de expulsión de su vivienda a causa de la insalubridad del edificio, a pesar de que son las autoridades quienes se niegan a conservar el sistema de aguas residuales del inmueble. Como sus vecinos – Eslovaquia, Romania, Bulgaria, Hungría – Chequia sigue discriminando a la minoría gitana que vive en su territorio y la convierte en el chivo expiatorio de la crisis económica actual. Sin embargo, los gitanos son las primeras victimas de esta crisis. Es por eso que migran hacia el oeste de Europa, esperando encontrar allí mejoras condiciones de vida. Pero son recibidos con el racismo y la discriminación y tienen que vivir en barrios de chabolas y mendigar para sobrevivir.

La AEDH lamenta que los gobiernos nacionales no utilicen los fundos europeos destinados a mejorar la integración de los gitanos. Lamenta también la falta de concertación y de ayuda mutua entre los gobiernos nacionales para abordar esta situación. La solicitud del gobierno francés a las autoridades rumanas y búlgaras lo demuestra bien. Según el gobierno francés, son Rumanía y Bulgaria las que tienen que encontrar soluciones para mejorar la situación de los gitanos en sus territorios para que no migren en Francia, y no la responsabilidad de Francia de tratar con dignidad esas poblaciones que llegan en su territorio.

Frente a esta situación, las instancias internacionales apenas reaccionan, y esas reacciones casi no tienen efectos: la ONU condeno las expulsiones masivas de gitanos en Francia, e insistió en la ilegalidad en el derecho internacional de las expulsiones colectivas de un territorio nacional a otro país. La Comisión europea también puso a Francia bajo vigilancia después de las expulsiones de este verano. Pero ninguna sanción obligó a Francia a detener esas expulsiones. Por otra parte, otros estados miembros que aplican la misma política contra los gitanos (Italia, Grecia, Alemania…) no son públicamente criticados. La Comisión europea niega así el hecho de que el anti-gitanismo está profundamente inculcado en todos los países de la Unión Europea.

La AEDH considera que no es posible trabajar para la inserción de una población en una sociedad sin luchar primero contra la discriminación y el racismo que sufre. Por eso, la AEDH formula varias reivindicaciones:

- La AEDH exige a los estados de la Unión Europea, a través de sus organizaciones miembros, que paralicen de forma inmediata las expulsiones de los gitanos de sus viviendas, así que las expulsiones de los gitanos de ciertos países.

- La AEDH requiere de los estados que protejan los derechos de los gitanos.

- La AEDH interpela a la Comisión Europea para que presione a los estados miembros para que implementen políticas de lucha contra el racismo anti-gitanos, para que las “estrategias nacionales de integración de les gitanos” presentadas por los estados miembros a la Comisión Europea sean aplicadas efectivamente y de manera sostenible. La Asociación Europea por la Defensa de los Derechos Humanos (AEDH) agrupa a ligas y asociaciones por la defensa de los Derechos Humanos de los países de la Unión Europea. Además, es miembro asociado de la Federación Internacional por la Defensa de los Derechos Humanos (FIDH).

La mejora de las condiciones de vida de la población gitana y su integración, son grandes retos para muchos gobiernos europeos.

Indignación y preocupación ha provado en Bucarest y Sofía la decisión del Gobierno francés de repatriar, a partir de hoy, a 700 gitanos de nacionalidades rumana y búlgara que se encuentran en Francia en situación irregular o que han cometido delitos menores. El Gobierno rumano ha advertido al galo sobre la posibilidad de que esto pueda generar una expulsión colectiva de población gitana, «basada en criterios étnicos». Mientras que en Bulgaria, ante el silencio de las autoridades del gobierno y de los partidos, son las ONG y los medios informativos los que han levantado la voz contra la decisión de París,

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