E.S.I (Educación Sexual integral)

                                   “EDUCACIÒN SEXUAL INTEGRAL”

      El concepto de sexualidad referido en la ley nº 26150 complejiza mucho más la simple noción que equipara a términos como relaciones sexuales, puesto que la considera como una de las variables constitutivas de la persona, presente de diferentes maneras en la forma de vivir, de sentir, de relacionarse durante toda su vida.

      Desde el ministerio de educación de la nación, se defienden diferentes lineamientos para el aula.

      Para enseñar ESI en las escuelas implica trabajar en 3 niveles, el primero apunta a promover los cambios, no solo de información, sino también de reflexión sobre creencias y prejuicios; el segundo está relacionado con lo afectivo, desde la escuela se puede desarrollar capacidades de solidaridad y expresión de los sentimientos. Mientras que, en el tercer nivel, fortalecemos la conducta de cuidado personal.

      Sin embargo, habría que preguntarnos si la mayoría de los niños y jóvenes reciben una buena educación sexual, si la respuesta fuera negativa, las probables consecuencias podrían ser adolescentes más vulnerables a problemas de salud y reproductiva.

      Padres afirmaron que resulta perverso que a niños de cuatro o cinco años le estén metiendo ideas en la cabeza. A esa edad sus mentes son muy moldeables. Esto también provoca un desequilibrio emocional, y claro, un incremento en los embarazos entre niñas y adolescentes, porque continuamente le están hablando de sexo y más sexo, a pesar de que le recomiendan usar condón.

      Pero, ¿de verdad educación sexual integral promueve los embarazos adolescentes?

El embarazo adolescente es un grave problema en nuestro país, cada día es el número de embarazos entre los 10 y 19 años; vivimos en una "epidemia de embarazos”; la cifra es muy alta y esto se relaciona directamente con las prácticas sexuales de los adolescentes y el inicio temprano de una vida sexual sin la debida protección en donde se ven expuestos ambos jóvenes por enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados.

      Un embarazo en la adolescencia   es considerado de alto riesgo, pues el cuerpo de la madre se encuentra en desarrollo.

      De acuerdo con las cifras, la educación sexual sí contribuye a fomentar la salud sexual entre los jóvenes, a reducir el embarazo en adolescentes, así como la propagación de enfermedades de transmisión sexual. Esto es muy alentador y aunque los padres de familia tienen derecho a educar de la manera que mejor les parezca a sus hijos, los embarazos adolescentes son un problema de salud pública. Es por eso que Educación Sexual Integral otorga a la juventud las herramientas necesarias para salvaguardar su salud sexual.

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