“El transhumanismo, más allá de un mito, una realidad”

El mito como influencia de la sociedad

Al igual que la palabra historia, la palabra mito tiene una amplia gama de significados y connotaciones, a veces contradictorios. Si buscamos en Google la palabra mito, tenemos definiciones como: “Una ficción, algo falso” o  “Una narración con sus raíces en ideas populares primitivas que, a través de muchas narraciones, ha sido aceptada en una sociedad como un relato de creencias, fenómenos y prácticas para las cuales no es posible una explicación simple”. Es probable que los resultados incluyan referencias a cualquier cantidad de problemas o fenómenos que alguien, en algún lugar, crea que es una falsedad elaborada elaborada por manipuladores para engañar a los crédulos. Algunas de estas definiciones abren paso a la verdadera naturaleza y función del mito. Otros no lo hacen.

Si bien el uso casual y moderno de la palabra mito ciertamente incluye ideas tales como lo primitivo, lo irreal, lo falso y lo engañoso, una visión más profundamente informada de esta palabra revela una imagen más enriquecedora y más compleja. Lo que hace que el estudio del mito sea intelectualmente estimulante e imaginativamente convincente es que tales historias fueron, y son, intentos sinceros de responder las preguntas más duraderas y fundamentales de la humanidad. Analizar el mito, nos puede decir acerca de cómo las diversas sociedades del mundo han intentado responder a tales preguntas de acuerdo a su contexto y su conocimiento.

Los individuos, las comunidades y las naciones continúan buscando en los mitos explicaciones y ejemplos que validen los códigos morales, éticos y de comportamiento que les dan una sentido de identidad, propósito e incluso destino. Por lo tanto, abordar los mitos de manera reflexiva es más que el estudio de artefactos culturales polvorientos o una encuesta de supersticiones pintorescas y primitivas del pasado humano. El estudio formal del mito también nos revela cómo estamos influenciados por los mitos tradicionales de nuestra cultura y destacando el hecho de que la creación de mitos es una actividad continua.

La sociedad como objeto de estudio del diseño

Los diseñadores experimentamos el espacio no como un mero lienzo, sino como un lugar dinámico que espera ser llenado creativamente, sin embargo, ya está clasificada con conceptos, ideas y formulaciones que son fundamentales para la idea de “creatividad”.

Un espacio siempre es creativo y, por así decirlo, "diseñado". El diseño está en todas partes. El diseño, en la sociedad contemporánea, es omnipresente. Asociamos fácilmente el diseño con medios populares de correspondencia como anuncios, diversas formas de entretenimiento, series de televisión, folletos, carteles y vallas publicitarias.

Todos estos presentan ante nosotros ciertos conjuntos de información a través de varios signos y símbolos. Estos diseños no solo cumplen el propósito de forma pasiva y mecánica, sino que también tienen muchas capas de significados ocultos asociados con ellos, muchos de estos gracias a los mitos. Dado que un diseñador gráfico es el creador de dichos diseños, se espera que comprenda lo que se esconde debajo de la superficie, lo que quiere llegar a interpretar mientras se comprenda las funciones del diseño y su impacto e implicaciones a nivel superficial, así como en varios niveles de la existencia humana y su origen.

El diseño es una forma de intervención humana para hacer nuestro entorno más interpretativo y en esto nos ayuda el mito, para comprender mejor la sociedad en la que vivimos, cuyos denominadores son arbitrarios y cambian de un contexto a otro.

Para mirar el mundo desde el punto de vista de un diseñador gráfico, podemos desarrollar una metáfora visual de nuestro mundo dentro del cual operamos los diseñadores gráficos. Dado que es una metáfora visual, el diseñador gráfico ve el mundo formado por puntos, líneas, formas, espacios, etc. El mito tiene su propia forma de entender nuestro alrededor. Tiene sus propios estándares de evidencia y describe la realidad en sus propios términos simbólicos. Los narradores de mitos en todos los tiempos y en todas las culturas han entendido esto y, cualquiera que sea la fuente de su inspiración, como los diseñadores gráficos, han dado amplios pastos a su imaginación al dramatizar las verdades establecidas de sus culturas sobre el origen y el ser, la virtud y el valor, y la costumbre y la creencia.

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