Especializacion en Seguridad en el Trabajo Bloque I UNED
Enviado por intrusogsr • 17 de Junio de 2020 • Práctica o problema • 3.707 Palabras (15 Páginas) • 200 Visitas
BLOQUE DE ACTIVIDADES 1
1. A partir del Diccionario de la Lengua Española obtener y exponer las definiciones de las palabras-clave que conforman la “denominación de la asignatura”: “seguridad” y “trabajo”.
Según el Diccionario de Autoridades, en el Tomo VI de 1739, se definía SEGURIDAD como el “Estado de las cosas, que las hace firmes, ciertas, seguras, y libres de todo riesgo, ù peligro”. Se obtienen otras dos acepciones que no se ajustan al criterio de la presente práctica.
Según el Mapa de Diccionarios Académicos, se ha ido definiendo SEGURIDAD como “Estado de las cosas que las hace firmes, ciertas, seguras y libres de todo riesgo, ó peligro” en las ediciones de 1780 y de 1817, siendo acepciones idénticas al del Diccionario de Autoridades. En 1884 se modifica esa acepción estableciéndola como “Calidad de seguro” (más adelante, se modificaría el término calidad por cualidad). En 1925, a las tres acepciones ya presentes, se le añade, entre otras, el término de seguridad, definido como “Se aplica también a ciertos mecanismos que aseguran algún buen funcionamiento, precaviendo que éste falle, se frustre o se violente. Muelle, cerradura”.
Al referirse la definición actual al término “seguro”, habría que buscar el significado que se le da a dicho término, encontrando varios de ellos referentes a la asignatura, como la acepción “1. Libre y exento de riesgo” habiendo además otras tres como “7. Lugar o sitio libre de todo peligro; 8. m. Mecanismo que impide el funcionamiento involuntario de un aparato, máquina o arma, o que aumenta la firmeza de un cierre”.
Se observa una evolución del significado de seguridad a lo largo del tiempo, pero en lo relativo a las acepciones que nos son de interés, se puede observar además que éste término va ligado siempre a riesgo o a peligro. Desde el siglo XVIII ya se establece la relación de dichos términos, dónde haya riesgo o peligro, no hay seguridad, y viceversa, donde haya seguridad, será por la ausencia del riesgo y el peligro.
Según el Diccionario de Autoridades, en el Tomo VI de 1739, se definía TRABAJO como el “Exercicio, ù ocupación en alguna obra, ò ministerio. Viene del Latino baxo Trepalium, que significa lugar de tormento”.
Según el Mapa de Diccionarios Académicos, se ha ido definiendo TRABAJO como “Exercicio, ú ocupacion en alguna obra, ó ministerio” en las ediciones de 1780, de 1817 y de 1884, siendo acepciones idénticas al del Diccionario de Autoridades. En 1925 se modifica esa acepción estableciéndola como “Acción y efecto de trabajar”. En 1925 se añade, entre otras, la definición “Operación de la máquina, pieza, herramienta o utensilio que se emplea para algún fin”. Además, en 2001 se añadiría la referencia “accidente de trabajo”.
Para el término “trabajar” encontramos diversas acepciones útiles como “Ocuparse en cualquier actividad física o intelectual; Tener una ocupación remunerada en una empresa, una institución; Ejercer determinada profesión u oficio”.
Es digno de señalar que el término trabajo venga de un término que signifique lugar de tormento.
Si bien en un principio, la acepción genérica incluía una obra o ministerio, es decir, una ocupación física, al evolucionar hacia la acción de trabajar, ésta última palabra incluye en su definición la actividad física y la intelectual, además del carácter remunerado.
Existe una actualización y evolución continua de ambos términos, de seguridad y de trabajo, una evolución que viene de la necesidad de abarcar una cada vez más amplia definición de cada uno de ellos.
Para una correcta definición de seguridad, se precisa de una definición de seguro, de riesgo, y de peligro, observándose como de una definición que podríamos decir que es genérica, cada vez se hace más necesaria una más precisa, diferenciando la ausencia del riesgo o del peligro, del resto de acepciones.
El término trabajo, si bien siempre ha incluido en su definición el carácter de ocupación, ha ido evolucionando hasta la inclusión de conceptos como remunerado, empresa, o profesión.
2. Identificar las principales especialidades industriales según las clasificaciones y nomenclaturas nacionales e internacionales. Añadir la valoración personal, de 0 a 5 (0 = menos riesgos de seguridad en el trabajo; y 5 = máximos riesgos de seguridad en el trabajo) sobre las 21 secciones “alfabéticas” que hay en la CNAE-2009.
Generalmente cada país tiene su propia clasificación industrial, en la forma que se estime más adecuada para responder a sus circunstancias intrínsecas, y al desarrollo propio de su economía, aunque los países de determinadas zonas geográficas, o con intereses compartidos, como pueden ser países de la zona euro, norteamericanos, o sudamericanos, por ejemplo, suelen unificar los criterios para establecer la clasificación industrial, en aras de una simplificación y normalización de la definición de las clasificaciones propias.
Por ejemplo, en México es de utilización el sistema SCIAN 2018, siendo el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte, con un listado de 20 ítems, mientras que en Argentina es de utilización en ClaNAE, siendo el Clasificador Nacional de Actividades Económicas 2010 (CLANAE 2010) basado en la CIIU revisión 4 de las Naciones Unidas. En Francia se usa la Nomenclature des Activités Françaises (abreviada como código NAF) y en Italia se utiliza la Classificazione Delle Attività Economiche ATECO (ATtività ECOnomiche), basadas en una clasificación internacional de la que se habla más adelante.
La Clasificación Nacional de Actividades Económicas es la clasificación de las unidades productoras según la actividad ejercida en España. Está basada en la Nomenclatura Estadística de Actividades Económicas de la Comunidad Europea (NACE) Rev.2, que a su vez se basa en la Clasificación Internacional Industrial Uniforme, compuesta por 21 ítems clasificados por sector. Estas listas son idénticas, siendo las únicas diferencias la transcripción de algunos de los ítems.
Con el CNAE se unifican y obtienen datos para conseguir cifras comparables y fiables de todos los países miembros de la UE. La estructura de la CNAE se basa en cuatro niveles de clasificación, por sección, división, grupo y clase, cada una de ellas con su código que suele ser de cinco cifras, que coinciden respectivamente con sector, subsector, rama de actividad y actividad.
La lista de la CNAE, por sección o sector, es la siguiente:
A. Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca.
B. Industrias extractivas.
C. Industria manufacturera.
D. Suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado.
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