GENOCIDIO

INTRODUCCIÓN

Ya Shopenhauer en su obra “Los Dolores del Mundo “nos hablaba de lo que el dolor puede provocar en el ser humano, mas que algo negativo, para el representaba lo único positivo que posee el hombre, y esto es por una simple razón, hace sentir. Hablar de genocidio, es tratar de entender el profundo odio que siente el hombre hacia sí mismo, es no poder comprender el odio que puede engendrar y concebir la humanidad contra si misma, es hablar de dolor. El exterminio del hombre por el hombre, ha sido una constante realidad desde la existencia del mismo, ha sido un mero acto del que hipócritamente sus protagonistas suelen, a través del dolor, arrepentirse. Y es pues el dolor de muchas personas a causa de las guerra lo que los llevó a sentir, a soñar, posteriormente a razonar, y por último a crear y hacer realidad una idea, que cimentó las bases de una mejor convivencia humana, y al día de hoy, sigue dando esperanza de un mundo mas justo y noble. La Convención sobre la Prevención y Castigo del Crimen de Genocidio nace del sufrimiento, de la tragedia, de la muerte, de los horrores de la guerra; irónicamente, el nacimiento del documento es provocado por las consecuencias que tuvieron, las atrocidades causadas por los sentimientos mas ruines del hombre.

El objetivo del presente trabajo es una reflexión de los horrores del crimen de genocidio, abordaremos los orígenes de la palabra, las consecuencias que tuvo la creación del término, y que derivaron en el nacimiento de la convención. Como ejemplo de este crimen, incluyo una breve sinopsis de uno de los genocidios mas devastadores de nuestra época, que fue el caso de Ruanda. Al final del presente estudio, finalizo con las conclusiones a las que he llegado tras analizar e investigar a diversos especialistas en el tema, entre éstas se encuentran que la Convención, no resolvió los problemas ni impidió nuevos genocidios, pero creo los orígenes de una mejor justicia internacional.

DEFINICIÓN Y ETIMOLOGÍA DE GENOCIDIO

El diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define al genocidio como el exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, de etnia, de religión, de política o de nacionalidad. Muchos lingüistas critican la etimología poco convincente de Lemkin, pues dice que genocidio es un vocablo que deriva del griego genos (raza, nación o tribu) y del sufijo latino cidio (matar). Por la misma época Boissarie y José Agustín Martínez, coinciden en preferir la denominación de genocidio. El primero de ellos no da razones, mientras que el penalista cubano considera que es preciso “atenerse al genitivo de genus –geni-, formándose la voz a semejanza de las de homicidio, parricidio, infanticidio, etc.” El brasileño Nelson Hungría, da a la etimología latina en ambas palabras de genus (raza, pueblo, nación) y excidium (destrucción, ruina). Con el profesor Molinario se llega a la conclusión de que la denominación mas adecuada es la de genticidio, que deriva de genes (raza, estirpe, país, pueblo, familia) y de su plural gentis. Indica el grupo o pluralidad de personas vinculadas por pertenecer a una misma raza, estirpe o pueblo, y la acción de darles muerte con el fin de exterminar la colectividad, ya que lo que se mata es la gens a través de todos y cada uno de sus integrantes. La voz evoca, además, los intereses fundamentales de la humanidad que de una u otra manera están comprometidos por el delito, como cuando se dice gens humana, al género humano. Genocidio o genticidio pueden equivalerse o sustituirse, lo cierto es que para efectos prácticos, nos quedaremos con la definición del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua antes mencionada, pues en el marco de su significado literal, poco sirve analizar el concepto de forma legal, mismo análisis se realizará mas adelante.

CONTEXTO HISTÓRICO Y ORÍGENES DE LA CONVENCIÓN SOBRE LA PREVENCIÓN Y EL CASTIGO DEL CRIMEN DE GENOCIDIO

Tras el sentimiento patriótico que el canciller de hierro Otto Von Bismark, heredó al pueblo alemán, derivado de la Unificación Alemana, y que derivó en un periodo de gran estabilidad, desarrollo económico y social de la nación aria, los germanos se enfrentaron a la derrota que sufrirían al término de la Primera Guerra Mundial. Cuando el 28 de junio de 1919, en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, se firmó el famoso tratado que puso fin a la guerra, nadie se imaginaría que este documento, detonaría el mayor conflicto bélico que jamás el mundo haya imaginado, La Segunda Guerra Mundial. Son muchos los antecedentes que intentan explicar el origen de la guerra, de entre muchas de estas causas destacan: El agotamiento de la economía, así como el agotamiento de la demografía de los que vencieron en la Primera Guerra Mundial, la división de europa en nuevos estados, la proliferación de las dictaduras, pero en palabras de Ferro Marc “La principal causa fueron las incoherentes y extravagantes exigencias de Alemania que amenazaban las democracias europeas”….

Cuando en 1944 el abogado polaco Rafael Lemkin (1900-1959) sugirió el término de “genocidio”, el mundo trazaba los caminos de los horrores de la Segunda Guerra Mundial que culminó con más de 70 millones de muertes. El primer país que fue invadido por Alemania, fue Polonia, el 1° de septiembre de 1939, este mismo hecho, representó el inicio del mayor conflicto bélico que la humanidad jamás haya vivido. No es casualidad que un ciudadano polaco, haya aportado al mundo la palabra “genocidio”, pues esta nación, sufrió una espeluznante y trágica cifra de fallecidos a causa del exterminio de mas de 6 millones de ciudadanos judíos, más tarde, la historia nombraría a esta masacre como “holocausto”. Al empezar la invasión, Lemkin abandona su nación y huye de Europa hacia los Estados Unidos de América, donde trabaja en distintas universidades como la Duke University, tras un periodo breve de docencia, se muda en 1942 a Washington D.C., donde es invitado para colaborar como asesor, analista e investigador del Instituto de

Guerra. Es ahí donde Lemkin desarrolla con esplendorosa cabalidad, sus más grandes aportaciones a la humanidad. Ya con plena libertad, se convierte en un ávido crítico de la política nazi.

A finales de 1941 por órdenes de Adolf Hitler, se concibe la idea del exterminio sistemático de la raza judía en Europa, Heinrich Himmler fue el principal cerebro planificador de la política de limpieza étnico-religiosa. Lemkin, impactado por los horrores que se estaban viviendo en Europa, se da a la tarea de escribir y criticar las atrocidades nazis. En 1944 en su libro “Axis Rule” deja salir a la luz la definición de genocidio: “Por el término ‘genocidio’ queremos decir la

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