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Introduccion Al Derecho


Enviado por   •  17 de Junio de 2012  •  1.577 Palabras (7 Páginas)  •  507 Visitas

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¿Debemos obedecer al Derecho?

"La obligación jurídica tiene, ante todo, un carácter hipotético: uno debe obedecer si no quiere tener que asumir, o que sufrir, las consecuencias (sanciones de uno u otro tipo) que el legislador ha previsto y puede imponer en caso de incumplimiento de la norma; y la validez de esta norma deriva (...) de su promulgación concordante con una norma.

Superior a ella, que a su vez no posee sino un carácter hipotético. El deber ser ético implica, en cambio, que uno mismo, cada uno, a través de su razón, su emotividad o su conciencia individual (resultado, a mi modo de ver, no determinista, pero con fuerte influjo de unas condiciones sociales y de uno u otro proceso de 'socialización) se lo impone ya entonces casi incondicionalmente, es decir que, en tanto en cuanto que permanece como tal deber ético, posee para él un carácter necesario e, incluso (coordinado a los demás deberes éticos), un carácter absoluto, siempre (repito) situado dentro del propio proceso histórico temporal, en interacción subjetivoindividual y objetivosocial. "

Una ley, una norma de Derecho, obligan jurídicamente desde que se les dota de juridicidad y, por lo tanto, de la coacción como garantía para asegurar su cumplimiento, lo cual no implica ni excluye que esa ley o norma gocen o no de obligatoriedad moral.

El Derecho injusto posee validez jurídica, pero no necesariamente validez moral.

Obediencia al Derecho y obligación política

La obediencia al Derecho no es un asunto de carácter exclusivamente ético ni meramente teórico o especulativo, pues posee profundas implicaciones políticas y una importante vigencia y aplicación práctica. Si bien es cierto que ésta es una cuestión que en principio comporta un análisis ético, no lo es menos que también resulta ser un problema de naturaleza política.

Ihering en su libro clásico, 'La Lucha por el Derecho', pensaba que: "El derecho es una idea práctica, indica un fin, y como toda idea de tendencia, es esencialmente doble porque encierra en sí una antítesis, el fin y el medio. (...) Mas el medio, por muy variado que sea, se reduce siempre a la lucha contra la injusticia. La idea del derecho encierra una antítesis que nace de esta idea, de la que es completamente inseparable: la lucha y la paz; la paz es el término del derecho, la lucha es el medio para alcanzarlo. (...) El derecho es el trabajo sin descanso, y no solamente el trabajo de los poderes públicos, sino también el de todo el pueblo. Si abrazamos en un momento dado toda su historia, nos presenta nada menos que el espectáculo de toda Una-Nación, desplegando sin cesar para defender su derecho tan penosos esfuerzos cómodos que hace para el desenvolvimiento de su actividad en la esfera de la producción económica é intelectual. Todo hombre que lleva en sí-la obligación de mantener su derecho, toma parte de este trabajo nacional, y contribuye en lo que puede á la realización del derecho sobre la tierra.

la obediencia al Derecho se inscribe en el ámbito de la llamada obligación política, la cual implica la necesidad de establecer cuál es el fundamento último que ha de justificar nuestro comportamiento frente a las disposiciones estatales y, en consecuencia, cuál ha de ser la conducta ético-política que debe asumir un ciudadano. Como ha escrito Eusebio Fernández: "Tratar acerca de la obligación política y de la obligación moral de obedecer al Derecho justo es también conectar, hasta donde sea posible y necesario, la moral y el Derecho, la ética y la política, la legalidad y la legitimidad justa, al hombre virtuoso con el ciudadano justo. Es, al fin y al cabo, preguntarse por la naturaleza de la ética y más concretamente de la ética jurídica y política.

Desobediencia civil y objeción de conciencia

las conductas que un gobernado puede asumir ante una ley, política o acción gubernamental injustas pueden ser varias y, a su vez, pueden estar sustentadas en razones ético-políticas diferentes. Así por ejemplo, una actitud extrema dentro de las posibilidades existentes es la de una franca oposición a todo el sistema político-jurídico por considerarlo injusto, enfrentándolo incluso por vía de la violencia, con las armas. Estamos ante la acción revolucionaria que legitima su proceder en razones tales como la necesidad de implantar un concepto de justicia diferente del mantenido por el régimen jurídico en cuestión, quizás a través de una nueva Constitución, así como un ideario político que pretende transformar la estructura y el funcionamiento del Estado, la distribución de la riqueza, etcétera. Por supuesto, una actitud así presupone que los actores asumen que su conducta es moralmente correcta, que actúan en conciencia y con conciencia, la actitud de sumisión total por parte de los gobernados a cualquier ley o acto de gobierno a pesar de su injusticia. Las causas.de dicha .conducta son también de diversa índole. Pueden aducirse razones de conciencia ciudadana-como el caso de Sócrates quien, no obstante saber injusta la sentencia que lo condenó a

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