LA ÉTICA Y LAS ORGANIZACIONES

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

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FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

LA ÉTICA Y LAS ORGANIZACIONES

En la vida diaria nos vemos influenciados por las organizaciones; prácticamente nos vemos inmersas en ellas en cada una de nuestras actividades diarias; desde que somos pequeños y acudimos a la escuela, hasta en un plano profesional trabajando en una organización. Por eso es importante llevar una relación sana entre empresa y empleado, así como empresa y sociedad.

Una legislación adecuada es necesaria para el funcionamiento óptimo de la actividad empresarial, pero es verdad que las leyes son reactivas y se ocupan más de las situaciones negativas; mientras que la ética busca lo bueno y lo malo y junto con los principios morales ir innovando a lo mejor.

La ética en las organizaciones se lleva a cabo debido a que toda fuente de riqueza es social y por lo tanto implica tener una responsabilidad social. La ética en el tema empresarial se divide en:

• Plano personal: que tiene que ver con las actividades que realizamos de forma individual.
• Sistema de la economía del mercado: Como la innovación, el deseo y la armonía social.
• Plano organizativo: Incluye los objetivos y como éstos se están llevando acabo, así como el recurso humano y su consideración ética.

En el plano personal podemos referirnos  al empresario; que es una figura emblemática en nuestros tiempos; el  empresario es aquel que actúa y satisface necesidades humanas siguiendo virtudes que le son propias.

1. La audacia: es la capacidad de emprender acciones sin temer las dificultades o el riesgo, alguien que no es audaz, no puede ser empresario.
2. Capacidad de identificar el interés común: es aquella capacidad de satisfacer necesidades de dimensión social y de impacto social y que comprende las exigencias ajenas y las compatibiliza con las propias.
3. La prudencia: ésta virtud se presenta cuando existe la posibilidad de la perdida y ganancia; una persona con disposición en la santidad y la generosidad sin tener un control resulta imprudente, ya que perderá su empresa, aquella de la que dependen miles de familias.
4. La responsabilidad: es otra virtud, donde el empresario debe aceptar sus errores y responder.
5. La eficacia: en la religión esta actividad ha sido tomada como inmoral; y desde el punto empresarial debería arrojar pérdidas y no ganancias.

Hay niveles de moralidad: La ética de máximos que propone alcanzar la felicidad y nos dan propuestas sobre cómo ser feliz. La ética de mínimos establece pautas para armonizar diversas búsquedas de felicidad, sin hacer daño a los demás y además evitar los caminos que conocemos de la infelicidad; es la ética de mínimos que tiene una relación con el empresario y recursos humanos.

1. La confianza: es una virtud necesaria para que el empresario pueda funcionar, ya que contribuye a la permanencia de la empresa; si no se inspira confianza en el cliente, una empresa no puede prosperar.

El empresario ejerce también la virtud de la justicia. Lo justo no siempre es equitativo, ya que dependen de varias circunstancias y se puede ver desequilibrado por factores históricos, educativos entre otros. Tomando en cuenta la ética de mínimos, es indispensable establecer parámetros que sean aceptables y alcanzables para la sociedad.

Es en el plano organizativo que nos enfocaremos, ya que es en las organizaciones donde ocurre un proceso de ética interna y externa.

Dentro de las empresas existe una especie de ética privada o particular llamada deontología;  se encuentra en disciplinas y profesiones; y nos dice lo conveniente y lo apropiado para una profesión determinada.  Hay diversas normas deontológicas, debido que depende de lo que esté permitido o no en una organización. En las empresas el principio deontológico primordial es la productividad; pero si lo llevamos a sus extremos con Frederic Taylor y su principio sobre la división del trabajo, estaremos pasando por alto el bienestar de los integrantes de la organización.

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