La Educación Rural
Enviado por Mariselantonela • 15 de Noviembre de 2012 • 2.115 Palabras (9 Páginas) • 649 Visitas
INSTITUTO SUPERIOR PARTICULAR INCORPORADO Nº 9133
“NUESTRA SEÑORA DEL CALVARIO”
TRABAJO PRÁCTICO
SEMINARIO DE EDUCACIÓN RURAL
Introducción
El siguiente trabajo, es a pedido de las profesoras de Seminario de Educación Rural y Taller de Docencia, el cual nos permitió vivenciar de cerca cómo se lleva a cabo la educación en la población rural, a través de la visita a una escuela y de diferente bibliografía que se nos brindó en el área curricular.
El objetivo principal del trabajo es realizar una síntesis de todo lo aprendido en dicha materia, además, presentar encuestas efectuadas a personas que transitaron la educación rural, y un resumen de la visita realizada a la escuela rural.
La importancia de la educación rural
La escuela rural en argentina se encuentra en zonas que poseen una población rural escasa, con una población escolar cuya matrícula es muy disminuida. Con tan escasa matrícula es anti-económico tener más de un maestro.
Como alternativa, se recomendó la implantación de la escuela unitaria completa, que si bien ayudó un poco; la situación educativa rural no superó las enormes dificultades de analfabetismo, desarraigo, aislamiento o de integración, estudio.
Para definir que se entiende por educación rural se toma como punto de apoyo al sujeto a quién está destinada. El destinatario de esa educación es la población agrícola, y la población agrícola son todas aquellas personas para las cuales la agricultura es su medio de subsistencia.
En el caso de la Argentina, como de otros países, las provincias más pobres tienen un mayor porcentaje de población rural, y por ende de más deserción y analfabetismo que las zonas o regiones ricas.
Cambiar la situación de las escuelas rurales es bastante difícil, ya que las poblaciones rurales poseen un peso político muy bajo.
La importancia de la educación rural cobra real sentido si se tiene bien presente lo que significa el desarrollo agrícola y el rol que juega la agricultura en el proceso del desarrollo global.
Pero no basta educarse para desarrollarse. Existen condiciones previas como la modificación de cuestiones económicas, técnicas y sociales y la innovación de instituciones y mentalidades que posibilitarán recién la batalla de la educación.
Antecedentes históricos
La primera escuela fundada fue obra de Rivadavia en 1823, “Escuela de agricultura práctica y jardín de aclimatación”; disuelta en 1828 para erigir en ese mismo lugar el cementerio de la Recoleta.
La creación de esta escuela se relaciona con el espíritu de la Ilustración presente en ese momento y que hizo que se propagara la creación de este tipo de escuelas en el interior del país y dependían de cada gobierno provincial.
En 1871 el Departamento de Agricultura se halla bajo la jurisdicción del Ministerio del Interior del que comenzaron a depender las escuelas de enseñanza agrícola. Este departamento fue la base del ministerio de Agricultura creado en 1898 y que hasta 1969 rigió y supervisó la enseñanza agropecuaria nacional.
Los rezagos de la educación rural
Es sabido que históricamente la educación rural ha tenido en nuestro país un marcado rezago con respecto a la educación urbana; este rezago es notorio en varias regiones, particularmente en las provincias del Noroeste y Noreste. Las carencias más graves se concentran en el nivel preescolar y en el último ciclo de la Educación Básica. Si bien es cierto que la cobertura de la enseñanza primaria es casi universal aun en las zonas rurales, la calidad de esta educación no es uniforme, lo que ocasiona altos índices de repetición y abandono de los estudios y limita la posibilidad de acceso a niveles más altos de educación.
Existen aproximadamente 140.000 niños en las zonas rurales que no tienen acceso al nivel preescolar o al último ciclo de educación básica; el 70 por ciento está concentrado en el noreste y noroeste del país. Además, casi el 40 por ciento de los niños rurales está rezagado en sus estudios comparado con el 23 por ciento de rezago en las zonas urbanas. Señalemos que la inscripción en la escuela primaria en las provincias del Noreste y Noroeste del país representa casi el 60 por ciento del total de la inscripción rural del país, aun cuando estas dos regiones solo representan el 20 por ciento de la población total de Argentina. La notoria desigualdad de oportunidades se aprecia cuando se observa que, mientras el 94 por ciento de los niños de hasta 5 años asiste a la escuela en la ciudad de Buenos Aires, apenas lo hace el 45 por ciento de los niños en el campo chaqueño.
Al igual que en materia de cobertura, la calidad de la educación en las zonas rurales es inferior que en las áreas urbanas. Debido a la baja densidad de población, las escuelas rurales tienen aulas que abarcan varios grados, muy diferente a las múltiples secciones por grado que caracterizan a la mayoría de las escuelas urbanas. Los maestros rurales no tienen acceso a las fuentes de información, apoyo de sus pares y oportunidades para desarrollo profesional que a menudo tienen los maestros de la ciudad. Las escuelas rurales han estado habitualmente ubicadas al final de la lista de prioridades en la asignación de recursos para infraestructura, equipos, material didáctico y maestros con título. Un significativo porcentaje de escuelas rurales no poseen electricidad o agua corriente ya que se encuentran fuera de la red de suministro. Apenas recientemente se comenzó a equipar a las escuelas rurales con fuentes de energía alternativa tales como paneles solares, métodos modernos de recolección de agua de lluvia o bien otras fuentes de agua de bajo costo. Deficiencias en la provisión de recursos fundamentales tales como material didáctico son parte de un cuadro general de falta de atención a las escuelas rurales. Los índices de repetición, exceso de edad y abandono de los estudios son mucho más elevados en el caso de los niños de zonas rurales que en el de sus pares de la ciudad. Los niños rurales aprenden menos cuando están en la escuela y abandonan con mayor frecuencia después de repetir varias veces. Por este motivo, mejorar la cobertura y la calidad de la educación rural justifica el uso de recursos públicos necesarios para promover una
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