Las dimensiones de Hofstede PROCESO INTERNACIONALIZACION FRANCIA

VIII. Análisis cultural

A la hora de emprender este proceso de internacionalización, y para desarrollar nuestro plan de acción, la empresa no solo ha de tener en cuenta factores como el producto, la adaptación del mismo, el precio o los canales de distribución. La expansión internacional implica la superación de barreras de muy diversos tipos entre las que destaca el desconocimiento de la cultura y la sociedad del país destino. El estudio de las costumbres, las tradiciones, la lengua, el comportamiento en las relaciones sociales o la forma de actuar de nuestros potenciales clientes será un factor clave para que nuestro proceso sea exitoso.

Por ello, vamos a analizar algunas diferencias y similitudes con nuestro país destino, Francia.

1.-  Las dimensiones de Hofstede

COMPARATIVA FRANCIA ESPAÑA DIMENSIONES HOFSTEDE

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a.- Distancia de poder

Esta dimensión expresa el grado en que los miembros menos poderosos de una sociedad aceptan y esperan que el poder esté distribuido de forma desigual. Indica la actitud de los miembros de una sociedad hacia las desigualdades. No mide el nivel de distribución del poder de una cultura determinada, sino que analiza cómo se sienten las personas respecto a él.

 Una puntuación baja de distancia de poder significa que esa cultura espera y acepta que las relaciones de poder sean democráticas y que se considera a sus miembros como iguales. Una puntuación elevada de este índice significa que los miembros menos poderosos de una sociedad aceptan su lugar y son conscientes de la existencia de posiciones jerárquicas formales.

Francia con una puntuación de 68, tiene un alto grado de distancia de poder. Desde niños, los franceses son criados para ser emocionalmente dependientes de sus padres. Esta dependencia se transfiere a la figura de maestros y superiores en general. Es por tanto una sociedad en la que se acepta cierto grado de desigualdad. El poder es no solo centralizado en las empresas y el gobierno, si no también geográficamente.

Muchos estudios comparativos, han demostrado que las empresas francesas tienen normalmente uno o dos niveles jerárquicos más que empresas de países de su mismo entorno (ejemplo: Alemania Reino Unido). Los superiores tienen privilegios y son a menudo inaccesibles.

La puntuación en España es de 57, denotando que al igual que Francia somos una sociedad jerarquizada. Aceptamos la existencia de desigualdades, y la subordinación a nuestros superiores. Por lo tanto, a la hora de negociar con Francia, no nos resultará complicada entender su estructura de empresa, y la forma en la que se toman las decisiones.

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b.- Individualismo

Esta dimensión indica el grado en que las personas se integran en los grupos. Las culturas que son individualistas dan importancia  a la consecución de los objetivos personales, mientras que en una sociedad colectivista, los objetivos del grupo y su bienestar se valoran por encima del individuo.

Francia tiene una puntuación de 71, por lo tanto es una cultura altamente individualista. Los padres  enseñan a sus hijos a ser independientes respecto al grupo, a cuidar de sí mismo y de su familia antes que al grupo.

La combinación francesa de una puntuación alta en distancia de poder y también en individualismo es única. Solo nos encontramos con la misma combinación en Bélgica y en cierta medida en España y el Norte de Italia.

Esta combinación se manifiesta en Francia de las siguientes formas:

• Los hijos tienen un importante apego emocional hacia sus padres que ejercen una gran influencia sobre ellos.
• Los subordinados muestran respeto formal y muestran deferencia a sus jefes. Aunque tengan una opinión contraria no suelen expresarla.
• Los franceses prefieren depender del gobierno central, un centro de poder impersonal y que no puede invadir tan fácilmente su vida privada.
• Muchos franceses tienen la necesidad de convertirse en un “patrón”.
• Los franceses son auto motivados para ser los mejores en su oficio.

Al contrario que Francia y que el resto de países europeos (a excepción de Portugal), España es un país colectivista. Su puntuación es de 51. Esto hace que las relaciones con culturas no europeas sea más fácil. El trabajo en equipo es considerado como algo natural y se desarrolla sin una fuerte motivación de gestión. Esta es la dimensión en la que más distancia existe con Francia, y que habrá que tener en cuenta a la hora de trabajar con personal francés o de implantar una empresa en Francia.

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c.- Masculinidad

Distribución de los papeles emocionales de los géneros. Esta dimensión mide el nivel de importancia que una cultura da a valores estereotípicamente masculinos, como la asertividad, la ambición, el poder y el materialismo. Y a los valores estereotípicamente femeninos, como el énfasis en las relaciones humanas. Las culturas con un valor alto en la escala de la masculinidad suelen presentar diferencias más marcadas entre los géneros y suelen ser más competitivos y ambiciosos. Las que obtienen una puntuación más baja en esta dimensión presentan menos diferencias entre géneros y conceden gran importancia al desarrollo de las relaciones.

Con una puntuación de 43, Francia tiene una cultura un tanto femenina. Un ejemplo claro es el sistema de bienestar francés (Sécurité Sociale), la semana laboral de 35 horas, cinco semanas de vacaciones por año y su enfoque de la calidad de vida. Sin embargo, Francia tiene otra característica única, la clases altas obtiene una puntuación femenina elevada, mientras que la clase baja es más masculina.

España es igualmente femenina, con una puntuación de 42. Los niños españoles son educados en la búsqueda de la armonía. Hay una preocupación por las personas débiles o necesitadas. En cuanto a la gestión, a los administradores les gusta consultar a sus subordinados para conocer sus opiniones.

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c.- Control de la incertidumbre

Tolerancia de una sociedad de la incertidumbre y la ambigüedad. Se trata de una dimensión que mide la manera en que una sociedad aborda las situaciones desconocidas, los acontecimientos inesperados y la tensión del cambio. Las culturas que obtienen una alta puntuación en este índice toleran peor el cambio y suelen minimizar la ansiedad que provoca lo desconocido implementando reglas, normativas o leyes rígidas. Las sociedades que obtienen una puntuación baja están más abiertas al cambio y tienen menos reglas y leyes, así como pautas más flexibles.

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