Libertad Condicionada
Enviado por Jeff_506 • 26 de Noviembre de 2014 • 1.702 Palabras (7 Páginas) • 193 Visitas
Por estos días y como es costumbre de quien escribe esta columna, me es imposible no mirar alrededor y pensar ¿qué está mal en esta sociedad? Pensar, porque unos tenemos y otros solo sonríen a una realidad que pareciese una condena perpetua hacía la escasez y a una vida indigna. Una mañana mientras iba en transmillenio hacia el norte de Bogotá, una mujer que viajaba a mi lado dijo mientras miraba a un grupo de indigentes bajo el puente de la calle 100 “si esas personas se convirtieran al Señor, no vivirían así” sonreí con ironía pensando en que con esto pude responder un poco la pregunta que al iniciar planteo…
Desde que llegué a Bogotá hace tres meses, he tenido la oportunidad de convivir con una familia “Cristiana” de culto y diezmo, sintonizan el canal cristiano al menos 10 horas al día y que literalmente condenan a quienes no pertenecemos a su iglesia (Iglesia Cristiana no Católica) uno pensaría que tanta doctrina para acercarse a Dios debería acercarlos de la misma manera a la humanidad; y parece que no, la humanidad para ellos se resume en quienes rodean su iglesia, en quienes también obtendrán la salvación, incluso asumen como verdadera familia a quienes también “están en los caminos del Señor…” lo que me preocupa de esto es, que aun, cuando dicen saber tanto de Dios (10 años en la iglesia) califican en varios patrones psicológicos para convertirse en una familia disfuncional; faltan a mínimas normas de convivencia; destruyen la dignidad de su prójimo con facilidad; lapidan y condenan a personas de cabellos y peinados extraños, homosexuales, tatuados, satanizan la libertad, etcétera… todo esto, según ellos se lo permiten tras la lectura de algún versículo de la Biblia que les da la razón.
Marcha de Comunidad LGBTI
Para que no se piense que ataco religiones diferentes a la Católica, aquí este ejemplo: La suegra de una amiga en Tuluá, miembro de casi todos los grupos pastorales de su parroquia al norte de la ciudad, devota de muchos santos, hasta dos rosarios al día, caminadora de procesiones, eucaristía todos los días… mejor dicho, una vida entregada como Cristiana Católica que contrasta con actos tan poco constructivos y dañinos en la sociedad como los mencionados en el caso de la familia cristiana de otra iglesia,.. No soy nadie para juzgar a unos u otros, de una iglesia u otra, solo traigo el tema para partir de una simple base: “Ser miembro activo de cualquier iglesia no te hace mejor o peor persona”.
Por simple y llana casualidad, una mañana mientras cocinaba, escuché que un reconocido pastor que predica en el canal cristiano más famoso del continente celebraba ante la teleaudiencia que en Centroamérica más del 30% de la población ya es “Cristiana” y que era un motivo para acercarse a Dios y a la paz de esta región. Por otra casualidad, ese mismo día la ONU y su oficina para asuntos contra la Droga y Delito publica que esta misma región continental registra los índices de homicidios y violencia más grandes del mundo (Enlace);relevante contraste que me permite cuestionar y examinar lo que ha pasado en la sociedad luego de años de “evangelización” de una o de otra iglesia, parto del pensamiento particular sobre la existencia de Dios, y que los mismos evangelios de la Biblia hablan sobre el Amor ni si quiera impuesto sino como sugerencia, además se hace hincapié en el encuentro de Dios entre los hombres (entre la comunidad) y claro, las obras, cuestionamientos de la fe cuando no hay obras, como quien dice, no puedo andar predicando sin…… practicar.
Procurador General de la Nación
Ahora bien, no traeré la historia del cristianismo a esta columna, solo un breve paso por la forma en que la iglesia Católica ingresó a nuestro continente latinoamericano, rompiendo a sangre y fuego tierras y almas que a la fuerza fueron apartadas de la creación, me repugna el hecho de pensar que durante la conquista la iglesia misma en nombre de “Dios” oficiaba sacrificios de indígenas y negros, peor aún bajo el pretexto de que NO tenían alma. Con esto me pregunto ¿Qué biblia acaso leían? ¿Acaso la biblia y principalmente los evangelios no llaman a la libertad, al amor, a la hermandad? Y, ahora en pleno siglo XXI, ¿Por qué se divide una familia, una población, una comunidad por la diferencia de cleros, la libertad a la hora de escoger una iglesia o no asistir a ninguna? Simplemente creo que hay un error en la “búsqueda de Dios”, nos estamos olvidando de la humanidad misma a la hora de entregarnos en una comunidad religiosa, católica o separada. No se trata de no ir a ninguna iglesia, de ser ateo o creyente, de ser religioso o no, se trata de no olvidarnos de lo esencial., de no olvidarnos que somos libres y que esta también aplica a la hora de buscar a Dios, a la hora de vestirse, de amar, de ver la vida, de proyectar nuestra vida, la libertad es ilimitada siempre
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