Problemas De Conducta

Diversas investigaciones demuestran que los niños que presentan desórdenes de conducta tienen problemas durante toda su vida si ellos y su familia no reciben ayuda a tiempo. Es decir, sin esa ayuda oportuna no pueden adaptarse a las exigencias que implica el ser adulto, y no sólo eso, sino que en la edad adulta son más propensos a contravenir la ley o se comportan de manera antisocial.

Muchos factores pueden contribuir al desarrollo de los desórdenes de la conducta en el niño, incluyendo un daño en el cerebro, el haber sufrido algún tipo de abuso, la vulnerabilidad genética, el fracaso escolar en su primer año de preescolar, así como algunas experiencias familiares traumáticas.

Desórdenes de conducta en niños de cuatro a cinco años

El tratamiento de niños de cuatro a cinco años que presentan desórdenes de la conducta puede ser complejo. El primer problema será la falta de cooperación del niño y el miedo y la falta de confianza de los adultos para entender y aceptar las causas de los problemas de conducta. Entre éstos están:

a) Los niños no son capaces de prestar atención al educador,

b) Tienen dificultades para seguir las reglas y comportarse de

manera socialmente aceptable, y

c) No son capaces de establecer una buena relación con sus

compañeros.

En esos casos la intervención oportuna del educador para tratar el asunto de manera cuidadosa con los padres ofrece una oportunidad invaluable para que el niño reciba atención a tiempo y tenga una esperanza de éxito en el futuro.

Los niños que no pueden prestar atención

Cuando un niño "no presta atención en clase" o "se porta mal", puede ser por diferentes causas; una de éstas es lo que se conoce como Desorden de Deficiencia de Atención debido a Hiperactividad (DDAH).

A pesar de que el niño con DDAH quiere ser un buen estudiante, su comportamiento impulsivo y su incapacidad para concentrarse o para prestar atención se lo impiden. La educadora sabe que el niño "se está portando mal" o que "es diferente a los demás", pero no comprende exactamente por qué y qué es lo que le pasa.

En los niños de cuatro a cinco años los síntomas de la hiperactividad del DDAH pueden incluir una excesiva predisposición a correr y trepar, están constantemente agitados y son incapaces de estarse quietos. Por lo general la hiperactividad que padecen es muy irregular, mal organizada y sin metas específicas. El DDAH es diez veces más común en niños que en niñas.

El niño con DDAH presenta alguna o varias de las siguientes características:

Tiene dificultad para organizar su trabajo y da la impresión de que no escucha las instrucciones que recibe

Se distrae con facilidad

Comete errores porque es descuidado o impulsivo

Habla demasiado en clase;

No tiene paciencia para esperar a que le toque su turno cuando hay alguna actividad en grupos;

No puede terminar las tareas que se le asignan

No puede jugar durante la misma cantidad de tiempo que otros niños de su edad.

Si no recibe tratamiento profesional con un psiquiatra infantil, el niño se atrasará en sus estudios y perderá sus amistades debido a su falta de cooperación en los juegos y en las otras actividades sociales. Su autoestima disminuirá porque sufre

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