Procedimiento Administrativo
Enviado por raulxxxxxxxx • 26 de Mayo de 2012 • 1.002 Palabras (5 Páginas) • 580 Visitas
¿SE PUEDE PROCURAR EL BIEN PROPIO SIN PROCURAR EL BIEN COMÚN?
Patricia Calongos Vallejos
E.A.P. Psicología – III Ciclo
Cuando un hombre se guía por los principios de la
reciprocidad y de la consciencia, no se halla muy
lejos de la ley moral. Lo que no deseas que otros
te hagan a ti, no lo hagas a los demás .
Confucio
Al parecer en nuestra sociedad el hombre por naturaleza busca su propio bien sin importarle las consecuencias que ello acarrea. A través del siguiente ensayo busco relacionar la idea del bien propio con la del bien común, ya que la coexistencia de ambos permite la perfección del bien y de la sociedad.
Aristóteles menciona en su Ética a Nicómaco que es favorable y divino buscar el bien del pueblo en lugar de buscar el propio bien, es decir, sostiene que los individuos no son entes aislados sino ciudadanos copartícipes de la Ciudad-Estado y no solo ello, sino amigos entre sí. Nadie desea verse obligado a vivir sin amigos, pues ellos son imprescindibles para el desarrollo de cada persona. Sin embargo, la autoridad democrática intenta acomodarse –no a la mayoría del pueblo– sino al sector que le es más afín en sus teorías, prácticas y formas de gobernar.
Por otro lado, para Aristóteles, el bien común, la rectitud y la justicia se logran mediante el ejercicio de la política y, dado que ella implica acción, lo vincula con la ética. Ética y política no son simplemente teorías sobre las que los hombres basan su estudio y se ponen o no de acuerdo. La ética y la política se refieren ambas a la praxis (práctica) humana, es decir, a las acciones que podemos realizar los hombres y a la dirección que vamos a dar a nuestra voluntad y libertad. La diferencia subyace en que la ética es una práctica personal y la política es la coordinación de muchas acciones y, por ello, en esta última hay que tener en cuenta la voluntad de los demás, siempre y cuando sea consecuencia del diálogo racional y razonable, buscando el bien común. Asimismo, sostiene que el bien máximo que persiguen ambas, es decir, la política y la ética es la felicidad. Y ella se logra mediante la consecución de actos buenos o virtudes públicas, pues la democracia necesita de la virtud, si no quiere ir en contra todo lo que pretende defender y estimular.
Pues bien, todos los seres humanos anhelan la felicidad y tratan por cualquier medio de conseguirlo, ya que la felicidad es la meta, objetivo y, por qué no, el motor de la vida. En consecuencia, el ser humano siempre busca mejorar para lograr la felicidad, viviendo el don de la vida a través del ejercicio de las virtudes éticas y dianoéticas.
Voltaire, apoyando la tesis de Aristóteles, explica que lo más importante es mejorar la vida humana y alcanzar la felicidad de muchos. No obstante, en la actualidad, parece ser feliz el individuo que más poder posee y él que más
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