REFLEXIONES EDUCATIVAS

BLOQUE I. Calidad educativa y gestión escolar.

González, González María Teresa. (2007). Las organizaciones escolares: dimensiones y características, en González, María Teresa (Coordinadora). Organización y Gestión de Centros Escolares, Dimensiones y Principios. España: Pearson –Prentice Hall, pp. 25-32.

Réplica

La escuela es una organización que no puede equipararse con una empresa del ámbito comercial. En la segunda, si bien es cierto que hay todo un cúmulo de relaciones interpersonales, éstas tienen como objetivo fundamental lograr un alto nivel de ventas y toda la organización se centra en procesos bien elaborados para lograr este fin.

En la escuela, ni las metas, ni los propósitos, ni los objetivos pueden alcanzarse con un mismo nivel de logro, puesto que toda organización escolar, a pesar de ofrecer un currículum determinado, entendido éste como el conjunto de conocimientos que una institución escolar se compromete a proporcionar a lo largo de un ciclo escolar, los alumnos no alcanzan el mismo nivel de apropiación de dichos conocimientos. Por ello la escuela es una organización que se sale de los convencionalismos de una empresa, ya que en su interior se propicia una formación integral para el ser humano, pero esta formación no será la idónea si el conjunto de los elementos que la conforman no funcionan adecuadamente.

La estructura organizativa formal de una escuela tiene distintas dimensiones, dimensiones que influyen en los procesos de enseñanza-aprendizaje e incluso en un alto nivel de satisfacción por parte del alumnado cuando éste percibe una organización impecable en cada una de las esferas que ponen en marcha el funcionamiento del recinto escolar.

Así, en la dimensión estructural debe existir una cohesión armónica entre el conjunto de toda la organización escolar, por ejemplo, asumir con responsabilidad el rol desempeñado (maestro, alumno, prefecto, secretaria, director, subdirector, etc.). Respetar los reglamentos internos, hacer un trabajo interdisciplinario cuyo objetivo sea el de enriquecer las competencias docentes, nutrirse de los saberes de cada profesor. Aunque parezca una nimiedad, la limpieza de las instalaciones, refleja el orden y la disciplina inculcada en el centro escolar. La dimensión relacional y la dimensión de los procesos están íntimamente relacionadas, puesto que aunque la escuela no se propone capacitar para el fortalecimiento en lazos amistosos, sí es necesario desempeñar un trabajo profesional encaminado a promover la cooperación entre cada uno de los miembros del centro escolar. Quizá no haya un agradecimiento mayor por parte de los alumnos que cuando se les rinden cuentas en tiempo y forma de sus progresos académicos y se certifican todo esos conocimientos en un lapso mínimo de tiempo.

La dimensión valores es prácticamente reciente y no sólo aplica al ámbito empresarial, sino al escolar y hasta personal. Tener conciencia de los valores que quieren practicarse habla bien de una institución y de su trabajo cuando éstos se llevan a la práctica siempre y en todo lugar. En suma, si una institución carece de una filosofía de trabajo, no tiene ninguna identidad y no puede involucrar nunca a sus miembros en la dinámica del trabajo escolar.

Por último, en la dimensión entorno se habla de la influencia que la escuela debe ejercer sobre la comunidad en la cual se encuentra y la apertura que aquélla tenga para recibir a personajes de la misma comunidad. A esto se llama también fomentar una verdadera comunidad de aprendizaje, donde la escuela es capaz de trabajar coordinadamente con organizaciones no gubernamentales, instituciones de salud, instituciones gubernamentales etc. A su vez, la escuela debe ofrecer sus instalaciones y organizar eventos académicos que den cuenta del trabajo desempeñado en su interior, incluso, con el objetivo de ganar prestigio y potenciales alumnos convencidos de la calidad educativa del centro escolar.

BLOQUE II. La importancia de la organización y el funcionamiento de las escuelas secundarias en el logro de los propósitos educativos.

Eccles, Jacquelyne y Roeser, Robert W. (2007). Las escuelas y el desarrollo humano, en Eccles, Jacquelyne y Roeser, Robert W. Influencias de la escuela y la comunidad en el desarrollo humano. México: SEP, pp. 7-19

Réplica

¿Cómo influye la escuela en el desarrollo humano? Esta es la pregunta esencial que se plantea en el texto y como respuesta se describen cinco modelos de investigación:

a) Espacio físico, recursos materiales, proporciones maestro-alumnos: Esta primera línea de investigación establece variables cuantificables que supuestamente repercuten en el desempeño de los alumnos. Por ejemplo, se menciona que un grupo reducido de alumnos tiene mejores resultados académicos que un grupo más grande. Asimismo, en la medida en que la escuela tiene una gran variedad de recursos materiales: biblioteca, juegos didácticos, sala de medios, etc., esto también repercute, según esta corriente investigativa, en el aprovechamiento del alumnado. Sin embargo, se le critica a este tipo de estudios por su naturaleza ateórica y por la exclusión de los factores asociados con la vida y la cultura internas de la escuela.

b) Las escuelas como organizaciones sociales: En esta corriente de investigación sí se toman en cuenta el conjunto de relaciones que establecen los diferentes actores al interior de la escuela. Este conjunto es llamado la cultura de la escuela y está delimitado por las normas, actividades en el salón de clase y actividades desempeñadas por toda la comunidad escolar. Se estudiaron las escuelas que se catalogan como “buenas” y las escuelas que se catalogan como “malas” y se encontró que una escuela cuya organización (gestión escolar) se establece con base en una disciplina consistente, liderazgo por parte de los profesores y un trabajo marcado por una fuerte tendencia a la colaboración interpersonal entre pares y la libertad de expresión, es un modelo que también influye en el éxito académico del estudiante.

c) Prácticas a nivel del aula relacionadas con los resultados académicos:

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