Reservas Internacionales

Reservas Internacionales

Las Reservas Internacionales básicamente consisten en depósitos de moneda extranjera controlados por los bancos centrales y otras autoridades monetarias. Estos activos se componen de diversas monedas de reserva, especialmente de Dólares y Euros, y en menor medida de yenes, libras esterlinas y francos suizos.

La reserva internacional funciona, como indicador económico, mostrando los recursos de que dispone un país para hacer compras en el extranjero, transacciones en las cuales sólo son aceptables divisas fuertes como medio de pago. Estos activos son usados por los bancos centrales para dar apoyo a los pasivos, por este motivo, la reserva internacional es un indicador acerca de la capacidad del país para financiar sus importaciones, a la moneda local emitida, o a las reservas depositadas por los bancos privados, por el gobierno o por instituciones financieras. Adicionalmente existen otros tipos de activos, especialmente los formados por las reservas de oro y los Derechos Especiales de Giro o DEG.

Las reservas internacionales son los recursos financieros en divisas con los cuales cuenta un país para garantizar los pagos de los bienes que importa y el servicio de la deuda, así como para estabilizar la moneda.

Las reservas internacionales de Venezuela que administra el BCV provienen fundamentalmente de las exportaciones petroleras que realiza PDVSA. Cuando PDVSA comercializa petróleo recibe divisas, las cuales vende al BCV a cambio de bolívares. Luego, PDVSA paga sus impuestos, regalías y utilidades y traspasa esos bolívares al Gobierno Nacional. De esta forma es que el BCV crea los bolívares que circulan en la economía y cuyo respaldo son las reservas internacionales.

Para el buen funcionamiento de la economía, el BCV maneja las reservas internacionales de Venezuela, atendiendo a tres criterios:

Seguridad: activos de calidad.

Liquidez: activos que se puedan negociar fácilmente.

Rentabilidad: activos que provean un rendimiento adecuado.

Una sólida posición en reservas internacionales fortalece la capacidad de pagos externos y disminuye el riesgo soberano.

Distribución y justicia social

Por siglos este ha sido el argumento fundamental de sectores políticos izquierdistas, revolucionarios y/o radicales, que pretenden imaginariamente cambiar al mundo y hacer justicia, igualando los niveles sociales en que vivimos y distribuyendo equitativamente la riqueza que se genera en el planeta tierra. Luego de tantos cambios, avances y evoluciones vividos por la humanidad, las ciencias y la naturaleza, tales como los: políticos, económicos, industriales, comunicacionales, genéticos, humanos, tecnológicos, sociales, educacionales, sanitarios, etc., al menos así lo creo, la justicia social social y la distribución equitativa de la riqueza son definitivamente mitos, creados por el hombre crédulo, manipulador o interesado, que jamás se convertirán en realidad.

Pudiéramos afirmar, que el mismo ser humano, tal como es y se comporta, es la primera barrera para que estos deseos no se puedan lograr. El otro factor, tiene que ver con la naturaleza, la cual igualmente contribuye para que este deseo no se cumpla. Y respecto a que el gobierno sea de izquierda, de centro o de derecha, tampoco es una garantía de llegar a esos niveles de igualdad a los que se aspira, porque sencillamente, aún en los países con gobiernos más económicamente exitosos, no se ha logrado combatir tales desigualdades, y éstas aún persisten en éstos, a pesar de sus deseos vehementes de lograrlo.

En consecuencia, en toda nación, siempre habrá injusticia social y personas más ricas que otras, sin importar el tipo de ideología política del gobierno que administre al país en que se vive. Es una simple realidad que el ser humano debe aceptar y acostumbrarse a vivir con ella.

ECONOMÍA VENEZOLANA Y TRABAJO

La acumulación de capital en las economías clásicas se fundamentó entre capital y trabajo, en la explotación de los trabajadores dentro de una economía nacional. En Venezuela, a pesar de que igualmente se explotó a los trabajadores, el proceso de acumulación se sostuvo en la distribución de la renta petrolera, lo que generó la deformación del modelo económico y la distribución de esta renta fue destinada mayormente al enriquecimiento de los sectores empresariales y políticos del país, lo cual derivó en la desinversión en el sector productivo y social, en la caída de

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