SOLIDARIDAD Y COMUNIDAD
Enviado por yudisan9 • 3 de Noviembre de 2011 • 2.636 Palabras (11 Páginas) • 4.151 Visitas
SOLIDARIDAD:
Solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia, del que se espera cuando un otro significativo requiere de nuestros buenos sentimientos para salir adelante.
La solidaridad se define como la colaboración mutua en las personas, como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento, sobre todo cuando se vivencia experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir, como épocas de guerra o de grandes desastres naturales.
Como vemos la solidaridad es más que nada un acto social, una acción que le permite al ser humano mantener y mantenerse en su naturaleza de ser social.
La acción de solidaridad no solo es necesaria en los momentos de guerra o de desastre natural, sino que es fundamental aplicarla cuando algunos de nuestros seres queridos, ya sea amigos o familiares, tengan algún problema en el que nuestra ayuda o compañía, sea un aporte para mejorar en cierto modo la situación.
La solidaridad es una palabra de aliento, es un impulso que nace del alma de las personas que produce grandes beneficios, como estimulo, motivo y reconforta.
Esta acción permite desarrollar sentimientos, manteniendo a los ciudadanos de un mismo lugar y luchas juntos por un mismo motivo a trabajar unidos para lograr una misma meta, como los concejos comunales, que luchan por solucionar los problemas, necesidades y conflictos.
La solidaridad es uno de los principios de la filosofía social, proviene del latín solidita, que expresa realidad de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza.
La teología cristiana adoptó por primera vez el termino solidarista, aplicado a la comunidad de todos los hombres, iguales todos por ser hijos de Dios y vinculados estrechamente en sociedad, como valor de fraternidad de todos los hombres; una fraternidad que les impulsa buscar el bien de todas las personas, por el hecho mismo de que todas son iguales, gracias a la realidad de la filiación divina.
COMPONENTES ESENCIALES DE LA SOLIDARIDAD:
COMPASION: porque la solidaridad es un sentimiento que determina u orienta el modo de ver y acercarse a la realidad humana y social.
RECONOCIMIENTO: no toda compasión genera solidaridad, solo aquella que reconoce al otro en su dignidad personal.
UNIVERSALIDAD: “la desnudes del rostro”, la indefensión, la indigencia, es toda la humanidad y simboliza la condición de pobreza de esfera intimista y privada.
SOLIDARIDAD Y JUSTICIA:
En la actualidad existe una creciente demanda de solidaridad, junto a la justicia, igualdad, libertad y que ésta implica progreso social.
La justicia nunca es total, nunca llega a realizarse del todo. Necesita ser compensada con sentimientos de ayuda, amistad, colaboración y reconocimiento del otro.
La solidaridad es una práctica que está más acá, pero también más allá de la justicia, la fidelidad al amigo, la comprensión del maltratado, el apoyo al perseguido, todo ello puede no constituir propiamente un deber de justicia, pero si es un “deber de solidaridad”.
La solidaridad nace del ser humano y se dirige hacia el ser humano. Siempre ha sido una exigencia de consciencia entre los hombres. Pero no debemos confundir tampoco a la solidaridad con la caridad pura, porque solidaridad es, en sentido estricto, una relación de justicia, porque es lo justo, porque todos vivimos en una sociedad, porque todos necesitamos de todos, porque estamos juntos en este mundo de la civilización, porque somos seres humanos, iguales en dignidad y derecho.
La solidaridad es justa porque los vienes de la tierra, están destinados al bien común, al bien de todos y cada uno de los hombres y los que dada su buena fortuna, tiene más están obligados a aportar más a favor de otras personas y de la sociedad en general como lo contempla la ley, establecida en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, en el título I artículo 2: “Venezuela se constituye en un estado democrático y social de derecho y de justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.
La justicia como fin del derecho puede ser considerada una virtud moral y también jurídica. En el segundo caso, observamos que ella se materializa cuando estamos en la disposición permanente de darle a cada quien lo que le corresponde. En lo que respecta a su ámbito moral, va más allá, dando lugar a lo que llamamos moderadamente “justicia social”, donde entra en acción esa sensibilidad especial que acompaña a determinadas personas y que las conducen a ser más solidarias y generosa que a otros o los demás.
Según Ulpiano: justicia es, la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo.
Posteriormente el cristianismo vino a completar, este concepto, amarás a tu prójimo como a ti mismo, dicen los evangelios, para añadir a las relaciones de justicia estricta un nuevo elemento: la caridad.
Para el cristianismo la solidaridad no se reduce a dar lo justo, lo mínimo exigible, ni a dar lo que me sobra, sino que el concepto de amar al prójimo, va más allá, porque es lo justo y porque ama al hombre.
Visto de esta forma para el cristianismo, la justicia no es medida plena de la solidaridad, sino solo su exigencia mínima. La solidaridad, justa de por sí, se hace plena y se enriquece con las nociones de amor, caridad y entrega al bien del prójimo, porque el buen cristiano, sabe que está en la tierra para servir y no para ser servido.
La justicia exige a todos los hombres el dar de cada quien lo que por derecho le corresponde. Ese dar a las personas lo que les corresponde según su dignidad de seres humanos, es parte de la justicia y no es acción caritativa verdadera, sino hasta que sobrepasa a la exigencia llana de la justicia.
RAZONES PARA LA SOLIDARIDAD:
Diferentes pensadores han dado razones para actuar con solidaridad:
Según Rousseau: la piedad o compasión: la naturaleza humana común a todos los hombres no se manifiesta en la razón, sino en la piedad, en la repugnancia innata a ver sufrir a un semejante.
El deber: para el filósofo alemán Kant, siglo XVIII, todo hombre debe respetar y ayudar a los demás porque así lo exige el deber. Decía Kant, que en esta vida hay, lo que tiene precio y hay lo que tiene dignidad.
La dignidad es un valor interno que se halla
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