Sexualidad en la escuela

[pic 1]

[pic 2]

Materia: Antropología

Docente: Fuentes, Sebastián.

Alumnas: Albano, Melisa – Giorno, Micaela.

Fecha de entrega: 16 de Junio del 2014

Problema de investigación: ¿De qué maneras y formas se pretende regular la sexualidad en una institución escolar?

A través de este trabajo de investigación, utilizando los dispositivos de observación y entrevista, intentaremos dar respuesta  a la pregunta de mediante qué tipo de mecanismos y de qué manera se pretende regular la sexualidad en una determinada institución educativa.

Asimismo y partiendo del problema mencionado, nos planteamos los siguientes objetivos:

• Investigar y plantear aquellas ideas en torno al concepto de sexualidad que circulan entre los niños y en el ámbito escolar.

• Observar con detenimiento cómo se dan las relaciones de sexualidad entre  niños y niñas. Nos interesaremos en aquellas relaciones que dejen entrever los modos y las formas de regulación de la sexualidad. Pensamos  en estructuras visibles e invisibles, pensamos en contactos y distancias corporales, en palabras o en silencios.
• Cuestionarnos acerca del origen y sustento de los comportamientos y conductas esperables según el sexo de una persona.

Para desarrollar nuestro trabajo de campo, llevaremos a cabo observaciones durante  los recreos de la Scuola Biculturale e Bilingüe Ugo Foscolo^[1] en los que participan niños de entre 10 y 12 años.

Realizaremos además, entrevistas a docentes, directivos y profesionales de la educación; y tendremos conversaciones informales con los alumnos que nos permitan recaudar información en pos de nuestros objetivos de investigación.

Como plantea Geertz, el lugar de estudio no es el objeto de estudio,   ya que el trabajo debe basarse en  estudiar EN aldeas y no a las aldeas. Por eso nos proponemos observar en los recreos de esta institución,  para  lograr rescatar lo dicho de algo pasajero y perecedero, para lograr una concepción realista, concreta, para lograr interpretar el discurso social y poder pensar CON ellos. Por esto, es desde estas perspectivas  que observaremos el fenómeno social que nos planteamos como interrogante y disparador de este trabajo.

¿Qué entendemos por sexualidad?

En lo referido al concepto de sexualidad, existen diversas maneras de concebirlo, que podrían caracterizarse como definiciones amplias o restringidas.

El diccionario de la Real Academia Española presenta las siguientes definiciones de “sexualidad”: “1. f. Conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo. 2. f. Apetito sexual, propensión al placer carnal”. En este caso, el significado establecido para la sexualidad alude a las partes del cuerpo sexuado y sus funciones. [pic 3]

Sin embargo, existen otras acepciones del término que sostienen que lo masculino y lo femenino no se vinculan únicamente a lo biológico sino también al “género” como   una construcción social y cultural y, en consecuencia, histórica.

“En tal sentido, se puede afirmar que la educación sexual se produce inevitablemente en cada sociedad, de manera no intencional, incidental o espontánea como parte del proceso de socialización” (Ministerio Educación. Dirección General de Planeamiento, GCBA, 2007:7) estableciendo maneras de actuar, estereotipos de acción, de acuerdo al sexo, transmitidas mediante la educación a los más jóvenes.

El concepto de sexualidad traspasa las cuestiones biológicas y fisiológicas haciendo referencia también, al modo particular de cómo cada sujeto vivencia su propio cuerpo sexuado en una determinada etapa de la vida y un determinado contexto socio-cultural; dónde intervienen distintos factores socioeconómicos, de género, étnicos, religiosos, de generación, etc.  Por lo tanto, no debería considerarse al cuerpo reducido a lo carnal, sino también como producto histórico y cultural.

Cuánto más sean los intentos por negar y omitir lo referente a la sexualidad, más se la hace presente, más se la nombra; aunque esto no implique vivirla de manera natural y espontánea, dando lugar al debate, a los interrogantes que puedan surgir.

“El sexo se ha convertido, de todos modos, en algo que debe ser dicho, y dicho exhaustivamente según dispositivos discursivos diversos pero todos, cada uno a su manera, coactivos.” (Foucault, 1998: 22)

        El principio de la historia…

Como se desarrolló en el apartado anterior el concepto de sexualidad es considerado como una construcción. Construcción de cada cultura y de cada sociedad, de cada tiempo y de cada momento, de cada grupo con sus maneras y formas de vincularse, es decir, una construcción histórica y por lo tanto, modificable.

Es así, que se considera la educación sexual como parte del proceso de socialización. La socialización entendida como  “la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo de una sociedad o en un sector de él.”  (Berger y Luckman, 1991: 166) Es un proceso donde se construye al individuo como ser social, para que sea considerado como miembro de una sociedad determinada. Dicha socialización se divide en primaria y secundaria. (Berger y Luckman, 1991)

Las observaciones realizadas en la escuela nos conducen al concepto de socialización secundaria, entendido como la “internalización de ‘submundos’ institucionales o basados en instituciones” (Berger y Luckman, 1991: 174), donde  se adquiere el conocimiento de los roles estructurando comportamientos, actitudes, respuestas dentro de una determinada institución.

Cada sociedad y cada institución va fijando pautas, normas, formas, maneras  para regular los comportamientos según el sexo, según las características anatómicas de cada individuo y los trasmite  mediante la educación que imparte de manera intencional y no intencional, explícita o implícita, visible e invisible, hablada o silenciosa. Un ejemplo de esto, podría ser, los baños con puertas y espejos para las niñas, el uniforme reglamentario: las polleras para las niñas y los pantalones de vestir para los niños, la programación curricular de fútbol para los niños y de hockey para las niñas, entre otros.

...