Trabajo Infantil
Enviado por kmijairito • 27 de Noviembre de 2013 • 2.967 Palabras (12 Páginas) • 199 Visitas
TRABAJO INFANTIL EN COLOMBIA
De los 11’443.496 niños y adolescentes de entre 5 a 17 años que tenía Colombia en 2009, 1’768.154 trabajaban. Una cifra profundamente preocupante, si bien es bastante inferior a la que históricamente ha tenido nuestro país. Paulatinamente, el acceso a los servicios sociales y en especial a la educación ha explicado su disminución, sin embargo, para los objetivos que tenemos como nación aún estamos lejos de lograr nuestra meta: que ningún niño de Colombia trabaje.
Trabajo infantil en Colombia Las apuestas del Plan Nacional de Desarrollo y la estrategia de política
MELVA DÍAZ BETTER
Directora General de Protección Laboral
Ministerio de la Protección Social
Una problemática profunda y persistente ha acompañado la historia de Colombia: el trabajo de niños y adolescentes. En ningún momento de nuestra historia hemos tenido espacios de paz donde ellos no participen en las actividades de los adultos: han estado en la colonización española en los grandes cultivos y trabajos pesados que el sistema imponía; han estado en las haciendas y en las industrias nacientes del siglo pasado; y los vemos hoy en las calles, en los campos, en muchos talleres de la informalidad.
Un síntoma de su profundidad es la interiorización que hemos hecho de una práctica que no es admisible. En muchas ocasiones vemos el trabajo de los más pequeños en edad, como natural en su proceso de crecimiento, o formador de valores como la responsabilidad. O los vemos en sus trabajos y somos pasivos en nuestras acciones, o creemos, cuando trabajamos en la protección de la infancia, que en lo que yo actúo no está presente el trabajo infantil.
Ignorar el trabajo infantil no sólo afecta la vida de los niños, pues como bien se ha documentado, el trabajo los destruye dos veces: una vez en cuando niños, otra vez en cuando adultos.
Ignorarlo también es permitir que nuestra sociedad no vaya más lejos, no progrese y sea igualitaria. El trabajo infantil perpetúa la pobreza, hace que la informalidad permanezca. Generalmente los niños abandonan la escuela, pero cuando permanecen en ella su rendimiento no es el mejor; acompañan a sus padres en sus trabajos y terminan adquiriendo competencias que los van a condenar a ellos y a nuestro país a un círculo de trabajos improductivos, de baja remuneración, donde el sueño de una educación para el desarrollo se deshace.
Lo más grave no es esto, lo más grave es que el trabajo infantil les impide a nuestros niños ser quienes son: niños… El trabajo infantil no les permite vivir su infancia.
Los últimos datos de trabajo infantil son del cuarto trimestre de 2009, pertenecientes al módulo de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE. De los 11´443.496 niños y adolescentes de entre 5 a 17 años que tenía Colombia, 1´768.154 trabajaban. Una cifra preocupante, profundamente preocupante, si bien bastante inferior a la que históricamente ha tenido nuestro país. Paulatinamente, el acceso a los servicios sociales y en especial a la educación ha explicado su disminución, sin embargo, para los objetivos que tenemos como nación aún estamos lejos de lograr nuestra meta: que ningún niño de Colombia trabaje.
El trabajo infantil es sumamente heterogéneo: 718.007 de nuestros niños estaban en oficios en sus hogares por más de 15 horas a la semana, en su mayoría niñas. 991.204 eran jóvenes mayores de 14 años y el 66% de todos los trabajadores compartían trabajo y estudio. Además de la alta presencia de jóvenes y de mujeres en los oficios del hogar, también es visible que en nuestro país el trabajo infantil se presenta con más fuerza en la agricultura y que en su mayoría son trabajadores familiares, sin remuneración alguna.
Mención aparte tiene el trabajo infantil y la pobreza extrema. Cálculos para el año 2005 indican que el 17% de quienes trabajan están en la pobreza extrema, es decir, 83% no lo están. Cifra que en principio es un contrasentido a la percepción cotidiana sobre el trabajo infantil, pues generalmente se cree que estas dos problemáticas están íntimamente asociadas.
Estudios del Ministerio de la Protección Social indican que el trabajo infantil está presente en hogares donde hay un manifiesto desequilibrio entre los poderes de los padres de los niños, ya sea por educación o por ingresos. Posiblemente la percepción sobre trabajo infantil deba ser transformada, y dar un espacio central, a la par de políticas de generación de ingresos y empleo a las familias, al trascendental tema de los patrones culturales.
¿Cuál es nuestra política para enfrentar esta preocupante situación?
Primero debemos señalar que el Ministerio de la Protección Social es el líder de la política para la prevención y erradicación del trabajo infantil en Colombia. Para su propósito, convoca al conjunto de instituciones de gobierno con relación en la problemática: al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), al Ministerio de Educación Nacional (MEN) y al Departamento Nacional de Planeación (DNP). También a entidades privadas, a las organizaciones de trabajadores y empleadores, y a la cooperación internacional.
En la actualidad se encuentra vigente la Estrategia Nacional para prevenir y erradicar las peores formas de trabajo infantil y proteger al joven trabajador, 2008-2015, la cual el Plan Nacional de Desarrollo, 2010-2014: Prosperidad para Todos, Ley 1450 de 2011, fortalece en cada uno de sus pasos y establece la corresponsabilidad de su aplicación en cada uno de los municipios y departamentos del país.
¿Es posible prevenir y erradicar el trabajo infantil? Sí es posible, y así lo ha entendido el Plan Nacional de Desarrollo (PND). Existe un conjunto de pasos atados estratégicamente para lograr el objetivo:
Identificación: no sólo basta con los registros procedentes de las denuncias o la detección en las atenciones por otras problemáticas: a los niños debemos buscarlos, más aún cuando parte esencial del problema es la existencia de un trabajo infantil que podemos denominar invisible. El PND establece la necesidad de diseñar e implementar una estrategia de búsqueda activa de niños trabajadores. Esta ya ha empezado, tenemos registrados a 225.000 niños y adolescentes trabajando o en riesgo de estarlo, con su situación, identificación y domicilio. Se está adelantando un proceso de restitución de derechos que implica la concreción de los pasos de la política.
Registro: el Ministerio de la Protección Social administra y promueve en las regiones del país el Sistema Nacional de Registro de Niños y Adolescentes Identificados y Atendidos en Peores Formas de Trabajo Infantil (SINTI), el cual fue construido con el apoyo de la OIT. El SINTI registra a los niños identificados como trabajadores
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