Experiencia En Telesecundaria

Ser docente es una vocación noble y gratificante, por lo tanto esta en nosotros realizar el cambio que necesita la educación, para ser mejor cada día debemos de tener actitudes positivas y seguirnos preparando, sin olvidar el esfuerzo y sacrificio que realizan nuestros padres para mandarnos a la escuela, se necesita recordar que seremos para nuestros alumnos un modelo a seguir, un guía, un orientador y un amigo.

De acuerdo a las jornadas de observación que realicé en el primer semestre me percate que existen diferentes estilos de enseñanza, como “el cuatacho, el abuelo y Hitler”, aunque solo fue un día, noté las diferencias entre uno y otro, por tanto mencionó que está bien dar confianza a los alumnos para saber el porqué de su inasistencia o su inquietud en clases pero en exceso tampoco es buena, pues los adolescentes te miden como un escáner desde un inicio y es muy difícil controlarlos después, cuando un profesor “cuatacho” verdaderamente quiere iniciar con su sesión se le complica demasiado porque acostumbra a los jóvenes a escuchar sus chistes, les cuenta como le fue en su fin de semana, estas son acciones que no están directamente relacionadas con la enseñanza y que no está prestando la comunicación debida con los jóvenes, por tanto, está perdiendo valioso tiempo de su modulo (60 minutos), reflexionando sobre el tiempo verdadero que utilizan para educar a sus alumnos y enseñarles nuevos conocimientos desafortunadamente es muy poco.

Generalmente me di cuenta que pasan lista al inicio de la jornada mientras revisan la tarea, y para los estudiantes ir a la escuela se vuelve una rutina, porque todos los días son iguales, realizan ejercicios en su libro de texto como; cuestionarios, reflexiones, escritos o resuelven problemas matemáticos, entre otros. Por tal motivo los adolescentes se preguntan donde quedo la motivación y el entusiasmo por aprender, si el maestro no lo contagia de la manera adecuada, el debe de tener conciencia de que algo está mal, dejar de seguir con la “educación tradicional”. Utilizar el tiempo lo mejor posible que se pueda, porque en ocasiones se presentan concursos académicos, deportivos, culturales, etc. o la suspensión de clases por las kermeses, los desfiles, entre otros y todas estas acciones las realizan los docentes de las escuelas telesecundarias como bien me lo comento un maestro con cargo de director, laborar en una escuela telesecundaria implica ser un “mil usos”, ¿por qué a donde dejan aquello percances que a veces suceden? por supuesto que alguien los debe de arreglar y si esta en tus manos la solución “lo debes hacer”.

Observé que fue muy rara la vez cuando suceden conflictos entre los alumnos debido a que las escuelas telesecundarias se encuentran en contextos rurales y su población es pequeña donde generalmente toda la gente se conoce.

Aunque los alumnos expresen que para ellos asistir a la escuela es una rutina,

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