ADOLESCENTE Y JOVENES
Enviado por betomen • 21 de Mayo de 2013 • 1.499 Palabras (6 Páginas) • 356 Visitas
MÓDULO 3
ATENCIÓN A LA ADOLESCECNIA
SECRETARIA DE SALUD DEPARTAMENTAL
OFICINA DE APRTICIPACIÓN SOCIAL
PROGRAMA REDES SOCIALES DE APOYO
GOBERNACIÓN DEL CESAR_ LA SALUD A SALVO
CONSIDERACIONES INICIALES
Las y los adolescentes han sido considerados por mucho tiempo un grupo poblacional que se enferma poco y que acuden muy esporádicamente a los establecimientos de salud, pretendiendo indicar con ello sus pocas necesidades de atención en salud.
Sin embargo el perfil epidemiológico de la población adolescente ha cambiado durante los últimos años y hoy en día somos testigos de excepción de la problemática que el grupo adolescente enfrenta: la posibilidad de infectarse de VIH/SIDA, tener un embarazo no deseado, el someterse a un aborto en condiciones inseguras, la violencia sexual y la violencia doméstica, así como problemas de adicción a drogas, alcohol y tabaco, entre otros problemas, muchos de los cuales tienen raíces comunes multifactoriales y requieren atención de diversa índole en particular de salud.
La salud de las y los adolescentes se caracteriza por su alta vulnerabilidad a las situaciones de riesgo y por la presencia de un mayor número de adolescentes que están involucrados en una o varias conductas de riesgo que amenazan su salud desde que inicia su adolescencia; sin importar el nivel socioeconómico al que pertenece.
Pero si bien la adolescencia es un periodo de riesgos, también lo es de múltiples posibilidades para la creatividad, la productividad, la capacidad de propuesta y de participación ciudadana, cuando a las y los adolescentes se les brinda oportunidades de desarrollo personal y colectivo y se atienden
sus necesidades básicas de educación, salud, recreación y participación.
La adolescencia es además, la etapa en la que se adoptan valores y consolidan hábitos y conductas que pueden afectar positiva o negativamente su salud para toda la vida. En tal sentido, la información y formación que las y los adolescentes reciban para el autocuidado y cuidado compartido de su salud a través de los servicios de las instituciones de Salud y otras instituciones, así como las oportunidades de desarrollo que se les brinden desde los diferentes sectores, son de primordial importancia para su desarrollo integral.
Invertir en la salud de las y los adolescentes, no es solo detectar daños y curar las enfermedades que esta población tiene. Es desarrollar capacidades, promover el capital humano y social que hemos cuidado y protegido en la infancia y construir agentes de cambio cultural en salud.
Esto nos lleva a la necesidad de atender la salud de los y las adolescentes bajo un nuevo enfoque para lograr el bienestar individual y colectivo, siendo necesario actuar sobre los determinantes que afectan su salud, abriendo espacios de intervención promocional, preventiva, de atención clínica y recuperativa de calidad, que atiendan sus necesidades individuales y las del entorno en el que vive, incluyendo su familia y comunidad, desde una perspectiva de derecho, género, interculturalidad y desarrollo.
1. ACCESO A SERVICIOS, UN EJERCICIO DE DERECHOS: MARCO LEGAL Y ÉTICO
La equidad en salud y el derecho a recibir servicios para promoverla o recuperarla está consagrado en nuestra legislación.
La Organización Mundial de la Salud estima que el 70% de las muertes prematuras en la edad adulta están relacionadas con comportamientos que surgen en la adolescencia, como el tabaquismo, la violencia y el comportamiento sexual. Existe consenso de que es imprescindible poner al alcance de los y las adolescentes, servicios adecuados y oportunos para la promoción, prevención y tratamiento de sus problemas de salud y en particular, de su salud mental y salud sexual y reproductiva. Los servicios dirigidos a adolescentes son necesarios para mejorar el nivel de salud actual y futura de la población, así como para contribuir a la disminución de las inequidades y la violencia familiar, basada en género y social.
El año 1985 fue proclamado - por primera vez - por las Naciones Unidas, como “Año Internacional de la Juventud”. En 1987, la “Conferencia Internacional en Mejor Salud para Mujeres y Niños mediante la Planificación Familiar”, realizada en Nairobi, Kenya, junto a numerosos Organismos Internacionales (OMS, Banco Mundial, Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo, Fondo de Población, UNICEF, Population Council y la International Planned Parenthood Federation- IPPF) definió que el embarazo no deseado es un riesgo específico para la salud de la mujer y de su familia, especialmente durante la adolescencia.
En 1989, el “Statement on Adolescent Reproductive
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