BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LOS PROCESOS COGNITIVOS

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ÍNDICE

I.        INTRODUCCIÓN        3

II.        MATERIALES Y MÉTODO        4

III.        CONTENIDOS        5

1.        COGNICIÓN.        5

2.        RENDIMIENTO ACADÉMICO        7

2.1.        RENDIMIENTO INDIVIDUAL        8

2.2.        RENDIMIENTO SOCIAL        9

3.        ACTIVIDAD FÍSICA        9

4.        RESPUESTAS AGUDAS AL EJERCICIO FÍSICO        10

4.1.        AUMENTO DE LOS NEUROTRANSMISORES        10

4.2.        HIPÓTESIS SOBRE EL AUMENTO DEL FLUJO SANGUÍNEO CEREBRAL......................................................................................................................................................................11

5.        RESPUESTAS CRÓNICAS AL EJERCICIO        11

5.1.        PLASTICIDAD CEREBRAL (NEUROGÉNESIS Y PLASTICIDAD NEURONAL)…………………………………………………………………………………………………………………….11

5.2.        AUMENTO DE LA VASCULARIZACIÓN DE LAS REGIONES CEREBRALES…………………………………………………………………………………………………………………..13

IV.        DISCUSIÓN        13

V.        CONCLUSIONES        14

VI.        REFERENCIAS        14

BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA EN LOS PROCESOS COGNITIVOS

Llauce Rivera Ricardo Jesús

Moisupe Agapito Enrique Martín

Santamaría Pérez Paulo Daniel

Tarrillo Nauca Denilson

1. INTRODUCCIÓN

La relación entre la mente, el cuerpo y el movimiento viene siendo estudiada desde los tiempos de los antiguos griegos, lo que, en algún momento de la historia, también interesó a los científicos contemporáneos. Ello inició la generación de una serie de estudios que indagan sobre los reales efectos del ejercicio físico sobre el cuerpo humano, por ello en la actualidad, esa investigación ha llegado incluso a intentar dilucidar qué sucede en el cerebro como consecuencia de la práctica sistemática y bien dosificada de ejercicio físico. (1)

En contraste con el extenso conocimiento sobre las adaptaciones periféricas al ejercicio, la información sobre los efectos específicos del ejercicio en el sistema nervioso central era relativamente limitada, pero gracias a las nuevas tecnologías asociadas al estudio del cerebro humano se están desarrollando investigaciones en torno a ese foco. (2)

Hace décadas ya se demostró que sujetos que realizan ejercicio físico a intensidad moderada (app. 50% de VO2 máximo) presentan una mejoría en tareas cognitivas como velocidad de procesamiento, atención selectiva y memoria a corto plazo. Algunos investigadores han realizado estudios comparativos entre ejercicio aeróbico y ejercicio contra resistencias hallando mejora del desempeño cognitivo en ambos grupos. (3)

Desde esta perspectiva, la práctica regular de ejercicio físico puede influenciar directamente sobre el rendimiento académico. Esto cobra bastante interés ya que el aumento de las horas de educación física se sustenta fundamentalmente en los beneficios a la salud ligada a la forma física y a la prevención de enfermedades metabólicas. Pero si ampliamos el espectro de posibilidades que otorga el movimiento y su práctica regular podemos fundamentar que el desarrollo y el performance cognitivo se ve marcadamente potenciado con el ejercicio físico. (4)

La actividad física (AF), definida como el movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que genera un gasto de energía, se ha convertido en uno de los métodos más prometedores para influir positivamente en la función cognitiva a lo largo de la vida y reducir el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad. (5)

La posibilidad de que la AF pueda influir favorablemente en la salud cognitiva y cerebral, dicha influencia se basa en el principio neurobiológico fundamental de que los eventos celulares y moleculares en el cerebro pueden modificarse mediante el enriquecimiento ambiental. (6)

De hecho, los estudios en humanos han encontrado asociaciones entre la AF y los resultados cognitivos y cerebrales a lo largo de la vida. Los hallazgos de muchos ensayos clínicos a corto plazo y estudios previos indicaron que las personas que continuamente realizan un alto nivel de actividad física y exigen mucho de sus recursos intelectuales pueden mantener o incluso mejorar el potencial cognitivo. Por el contrario, la baja o nula actividad física y las actividades de baja estimulación cognitiva, como mirar televisión, se han relacionado con un mayor riesgo de deterioro cognitivo. (7)

Existe evidencia convincente de que un estilo de vida activo tiene amplios beneficios para la salud cognitiva, física y psicológica. Además, la actividad física puede retrasar o prevenir muchas enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardíacas, la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer y la demencia, que se han asociado con el deterioro cognitivo. (2,5)

Esta revisión tiene por propósito dar una mirada simple de los principales mecanismos involucrados en el aumento del rendimiento de las funciones cognitivas como respuesta a ejercicio agudo y crónico considerando los aspectos metabólicos y hormonales impulsados por la actividad física desarrollada en forma regular. (3,6,7)

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