Contenidos Del Aprendizaje
Enviado por pindaro • 4 de Julio de 2011 • 1.415 Palabras (6 Páginas) • 1.976 Visitas
Aprendizaje y contenidos del aprendizaje
Aprender consiste en construir conocimiento, que ya existe en la cultura (¡ por supuesto!) y que justamente este proceso de elaboración personal es el que facilita que el alumnado desarrolle su mente, su pensamiento y, en suma, las diferentes capacidades. Es decir, aprender a escribir (cuentos, cartas, anuncios, a desarrollar argumentos por escrito, etc.) puede capacitar al alumno para que se represente mejor la realidad, comunique su pensamiento y experiencia a otros, confíe más en sí mismo establezca relaciones equilibradas y satisfactorias, etc. Pero todo ello se consigue si, y sólo si, se aprende a escribir de modo que resulte significativo para el alumnado y éste pueda encontrarle sentido. En este caso, escribir será el fruto de una elaboración personal con que el alumnado puede ir construyéndose a sí mismo y construyendo sus propias competencias. Con esta afirmación pretendemos subrayar nuevamente que los contenidos escolares no son un fin en sí mismo, sino un medio para el cambio del alumnado. En la escolaridad obligatoria no se enseñan matemáticas para saber matemáticas, sino para desarrollar capacidades de representación de la realidad inmediata (magnitudes diferentes, espacio, tiempo, etc.), de comunicación (leer y escribir cantidades, proporciones, capacidad para expresar lo que se desea o se piensa), posibilidades de relación social e integración social y cultural (conocimientos de uso práctico, como matemática comercial, impuestos, presupuestos, inversiones, medidas, etc.).
Las capacidades que los profesores pretendemos que el alumnado construya en la escuela se concretan en los Objetivos Generales de la Educación de cada una de las etapas. Éstos nos recuerdan constantemente el «para qué se enseña lo que se enseña». Dichos objetivos nos ayudan a seleccionar y a determinar criterios de caracterización y organización de los contenidos escolares en el currículum.
Estos contenidos son el reflejo de que el saber de la cultura es complejo y que puede ser analizado y valorado tomando en consideración más de una dimensión. Por ejemplo, el conocimiento de la medida implica, entre otros aspectos, tanto el dominio de la identidad de la magnitud que hay que medir (p.ej., la longitud, el volumen, etc.) y el de las unidades adecuadas de medida, como el uso de éstas para poder valorar y expresar de forma objetiva la cantidad en que dicha magnitud está presente en un objeto, en una persona o en una situación, y también el uso de ciertas actitudes asociadas con este conocimiento, por ejemplo, la curiosidad, el rigor y el afán de objetividad, etc. El currículum de la educación escolar concreta cuál de las dimensiones posibles del conocimiento (conceptual, procedimiental, actitudinal) puede contribuir mejor a que el alumnado alcance los Objetivos de la Educación o de desarrollo de capacidades. En definitiva, la prioridad que en la educación pueda darse a una u otra de estas dimensiones se debe, entre otros, a los siguientes aspectos:
1. Es la más valorada culturalmente (p. ej., en nuestra cultura suele ser más importante cooperar con otros en la resolución de problemas comunes que saber definir la cooperación; suele ser más relevante regular la economía personal o familiar que identificar las leyes generales económicas).
2. Al nivel de desarrollo y de conocimientos de los alumnos de una etapa (p. ej., antes de que el alumnado aprenda a identificar y definir las diferentes partes del aparato locomotor es mejor que aprenda a controlarlo).
3. A la relevancia que adquieren según las características del profesorado y del alumnado de un centro.
La educación escolar tiene por función enseñar todas las dimensiones relevantes del conocimiento. Si bien es lícito suponer, por ejemplo, que cuando uno aprende a leer no aprende únicamente estrategias lectoras, sino que también construye una definición, aunque sea muy rudimentaria, de buen lector, y desarrolla actitudes adecuadas en este sentido, no lo es tanto pensar que, por este mero hecho, el alumnado construirá todos estos conocimientos a igual nivel. Por todo ello, para que el alumnado tenga la oportunidad de desarrollar un conocimiento profundo y significativo de ellos, el profesorado debe planificar intencionalmente la enseñanza de cada una de las diferentes dimensiones del saber seleccionadas en el currículum. Ello no es necesariamente contradictorio con la idea de que el profesorado ha de programar, teniendo en cuenta que, por ejemplo, el alumnado
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