Criterio silvicultural

UNIVERSIDAD NACIONAL AGRARIA LA MOLINA[pic 1][pic 2]

FACULTAD DE INGENIERIA FORESTAL

DEPARTAMENTO DE MANEJO FORESTAL

CURSO:   SISTEMAS SILVICULTURALES

INFORME Nº 4

“CRITERIOS SILVICULTURALES E INDUSTRIALES EN LA CLASIFICACIÓN DE ESPECIES PARA EL MANEJO”

INTEGRANTES:

• ALVAREZ  MONTES, Erika
• FLORES  BALAGUER, Franco
• GONZALES RODRIGUEZ, Andres
• NAKADA  BREDIÑANA, Masao
• PAJUELO  ROMERO, Aaron
• PASTOR  ANCHAYHUA, Keny

PROFESORA:  Kethy Martinez                                 

La Molina, 02 de Octubre del 2015

CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE BOSQUES PARA MANEJO SILVICULTURAL DEL BOSQUE EL PIÑAL 

1. INTRODUCCIÓN

La presencia del recurso forestal en el Perú nos obliga a tener un plan de manejo en nuestros bosques, además las características propias de nuestro recurso sumado a la inconciencia de las autoridades competentes, siendo el “talón de Aquiles” la diversidad de especies encontradas y la precaria información industrial de estas, ya que los individuos que se extraen con frecuencia presentan un solo uso en el mercado.

Es por eso que para realizar un manejo forestall, es necesario obtener información necesaria del bosque y establecer criterios que clasifiquen la cantidad de especies que cumplan con aspectos industriales y silviculturales.

El presente trabajo pretende clasificar las especies arbóreas evaluadas en el bosque “El Piñal” tomando en cuenta criterios silviculturales e industriales, en grupos de manejo distintos. Esta clasificación nos permitirá un adecuado manejo con fines de producción de durmientes.

1. OBJETIVOS

1. Objetivo General:

• Determinar las especies aptas para la elaboración de durmientes en función a criterios silviculturales e industriales.

1. Objetivos Específicos:

• Determinar los criterios silviculturales y los criterios industriales a utilizarse que nos permitan seleccionar a las especies del bosque El Piñal que pueden ser utilizadas en la industria de durmientes.

• Seleccionar las especies más adecuadas para la industrial de durmientes

1. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Haig (1958) señala que la evolución de la silvicultura ha estado dominada en casi todos los montes por los problemas creados por la gran complejidad relativa de los bosques tropicales, sobre todo en lo que se refiere al gran número de especies, muy entremezcladas. Sin embargo, Malleux (1982) señala que si bien la diversidad florística del bosque natural es alta, a nivel de zonas o regiones ésta es menos heterogénea y, en particular la composición volumétrica es más simple, habiéndose determinado con base en los inventarios forestales, que unas 20 a 25 especies representan el 40 o 50% del volumen aprovechable. A su vez FA0 (1979) menciona algo similar y dice que se pueden encontrar de 400 a 600 especies en áreas no muy grandes; sin embargo para todos los propósitos prácticos (extracción, utilización, manejo y silvicultura) este gran número de especies puede reducirse a no más de una treintena. (Lombardi y Nalvarte 1995).

Valderrama (1993) menciona que la extracción selectiva de especies maderables de nuestros bosques, con la mala política de manejo utilizado en los años anteriores, originó prácticamente la desaparición de especies valiosas y requeridas comercialmente en el mercado. Sin embargo, en el ámbito nacional e internacional existe mercado asegurado para productos terminados o semielaborados a base de madera de especies tradicionales o de otras con características similares. Para esto es necesario conocer las características industriales de estas maderas. Por otro lado Lombardi y Nalvarte (1995) señalan que para calificar las especies dentro del bosque se deben tener en cuenta criterios silviculturales e industriales. La combinación de los criterios silviculturales e industriales da lugar a una matriz, cuya aplicación permite definir el grado de interés de las especies para su aprovechamiento.

Algunos criterios silviculturales a tener en cuenta para la calificación de especies son el gremio ecológico al que pertenecen, la importancia ecólogica de la especie en el bosque, el diámetro máximo de la especie, la forma del fuste y la sanidad de la especie en el bosque.

Lombardi y Nalvarte (1995) destacan que el principal factor de crecimiento manejable por el técnico forestal es la luminosidad. Por esta razón las operaciones de campo, durante la aplicación del tratamiento silvicultural, están dirigidas a dosificar la cantidad de luz a los individuos de interés, de acuerdo a sus estrategias de crecimiento. Según estas estrategias las especies pertenecen a diferentes gremios o grupos ecológicos.

En cualquier  bosque tropical  es posible reconocer grupos de especies que comparten características biológicas y ecológicas muy parecidas a las cuales se les puede definir como “gremios”. Según Finegan y Delgado (1997) definen gremios como grupos que utilizan uno o varios recursos del medio ambiente en forma similar. Estos gremios agrupan especies que comparten patrones similares de exigencias de radiación lumínica, regeneración y crecimiento.

La agrupación propuesta por Finegan (1993) y Finegan y Delgado (1997) mencionados por Louman (2001) nos dice que para los bosques tropicales el principal recurso que determina y limita el comportamiento de las especies es la luz. Así encontramos en un extremo las especies que necesitan de sitios bien iluminados para establecerse, crecer y reproducirse; estas se denominan especies intolerantes o heliófitas. Al otro extremo, estarían las especies que son capaces de establecerse bajo la densa sombra del dosel y crecer ahí hasta tamaños reproductivos, estas se denominan especies tolerantes o esciófitas.

Whitmore (1975), considera la dinámica de las aperturas naturales para clasificar las especies en cuatro grupos:

1. Especies que se establecen y crecen bajo el dosel,
2. Especies que se establecen y crecen bajo el dosel, pero se benefician de los claros,
3. Especies que se establecen bajo el dosel, y requieren de un claro para madurar y reproducirse,
4. Especies que se establecen, crecen y se reproducen solo en los claros.

Con base en la teoría de los claros, Denslow (1980) plantea la existencia de tres grupos ecológicos de especies:

1. Especialistas en claros grandes: especies cuyas semillas germinan solo en los claros grandes y cuyas plantas son muy intolerantes a la sombra,
2. Especialistas en los claros pequeños: las semillas de esta especie pueden germinar en la sombra, pero requieren de un claro para alcanzar el dosel, y
3. Especies del sotobosque: no requieren de claros para la germinación ni el crecimiento hasta tamaños reproductivos.

Para Lamprecht (1992), es posible realizar una clasificación de las especies arbóreas en tres categorías:

1. Especies arbóreas de luz o heliófitas, que requieren de plena insolación durante toda su vida. Entre estas se encuentran todas las colonizadoras de campo abierto, que inician la repoblación y caracterizan las primeras fases del bosque secundario; y que alcanzan precozmente el estadio reproductivo (ej. Cochlospermum vitifolium  produce semillas viables durante el primer año). También llamadas pioneras efímeras o de ciclo corto. Están muy adaptadas al transporte (zoocoria y anemocoria), presentan latencia fotoblástica y/o termoblástica que les permite sobrevivir en el banco de semillas hasta que las condiciones ambientales sean las adecuadas.

1. Especies Hemiesciofitas, se regeneran tanto a la luz como a la sombra, pero ya a edad temprana necesitan plena luz. Pueden regenerarse en el interior del bosque pero si las condiciones de luz no mejoran perecen. También se las denomina nómada u oportunistas. Igualmente pueden regenerarse en zonas deforestadas grandes pero son menos competitivas que las pioneras. Algunas especies oportunistas/nomadas pueden ser especies secundarias tardias o pioneras longevas o de ciclo largo cuando se encuentran formando parte del vuelo superior de bosques maduros.

1. Especies esciófitas, se regeneran a la sombra del vuelo donde pueden eventualmente desarrollar todo su ciclo vitalo o cuando menos requieren sombra en su juventud. A menudo sobrevivir en el interior del bosque durante muchos decenios, prácticamente sin crecer. En estado latente mantienen la capacidad de reaccionar con un fuerte crecimiento ante cualquier mejora en las condiciones de luz (regeneración latente o banco de brinzales).

Más recientemente, Finegan (1992) citado por Louman (2001) ha establecido 4 grupos ecológicos o gremios de especies, según su capacidad de adaptarse a diferentes condiciones de luz y a su historia de vida:

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