Depresion

INDICE

1. Concepto de depresión y su importancia

2. Prevención de la depresión

3. Diagnóstico precoz

4. Evaluación y diagnóstico

5. Tratamiento

6. Adherencia terapéutica

7. Atención Farmacéutica

8. Conclusiones

Bibliografía

1. CONCEPTO DE DEPRESION. SU IMPORTANCIA

La depresión es un trastorno del estado de ánimo.

Es una enfermedad que afecta al propio órgano cerebral, alterando sus funciones, y

también al resto del organismo, haciendo que enferme todo el cuerpo.

Es una enfermedad que afecta al individuo pero que afecta también profundamente a la

esfera familiar, social y laboral, pudiendo producir una verdadera catástrofe existencial

para el paciente y su entorno.

La depresión es una enfermedad crónica, donde lo habitual son las recaídas y las

recurrencias, con tendencia a autoperpetuarse.

La depresión está considerada como un problema sociosanitario de primera magnitud

debido a:

1) Su elevada prevalencia.

La depresión representa el 40% de los trastornos mentales. El European Study of

the Epidemiology of Mental Disorders (ESEMeD) predijo que el 13% de los europeos

desarrollará una depresión mayor en algún momento de su vida; ya en el año 2004 eran

21 millones de personas

las que padecían depresión en Europa (el equivalente a la mitad de la población española).

En España la depresión es en la actualidad la enfermedad mental más frecuente, con una prevalencia poblacional en adultos estimada del 3.9% anual y del 10.6% a lo largo de la vida según el estudio ESEMED.

2) Frecuente comorbilidad.

Es frecuente que la depresión se asocie con otras enfermedades tanto físicas como psíquicas. Cuando la depresión se asocia con otras enfermedades va a empeorar el pronóstico y evolución de las mismas, a la vez que empeora la adherencia al tratamiento.

3) Afectación de la calidad de vida.

La depresión está asociada a un grado importante de discapacidad. Según la OMS en la actualidad es la cuarta causa de discapacidad en el mundo y se espera que para el año 2.020 ocupe la segunda posición por detrás de las enfermedades cardiovasculares.

Como puede apreciarse en la figura, el grado de percepción del estado de salud es menor en el paciente depresivo que en los pacientes afectos de otras patologías crónicas como la artritis, la diabetes, el angor y el asma. Si la depresión se asocia a alguna de ellas el descenso de la percepción de salud es todavía mayor.

Global mean health by disease status. Lancet 2007; 370:851-58.

4) Elevados costes sanitarios

Se calcula que el coste total de Depresión en España alcanza los 5.000 millones de Euros anuales.

Es la segunda causa de incapacidad laboral transitoria detrás de las afecciones del aparato locomotor.

La depresión comporta una merma importante en las funciones físicas, mentales y sociales

del individuo que la padece, incrementando de forma significativa el riesgo de muerte

prematura. A los costes directos derivados de su atención sanitaria hay que sumar los

indirectos relacionados con la pérdida de productividad y el absentismo laboral, y a todos

estos hay que añadir los costes intangibles de sufrimiento humano y pérdida de

oportunidades de desarrollar una vida mínimamente satisfactoria.

Aunque en los últimos años se haya observado un aumento en la prescripción de

antidepresivos en España, esta partida representa sólo el 9% de los costes totales de la

depresión en nuestro país. Se calcula que en España hay alrededor de 6 millones de

personas con depresión, de las cuales sólo han sido diagnosticadas una tercera parte.

TABLA 1. Costes de la depresión

2. PREVENCION DE LA DEPRESION

La prevención de la depresión se basa en los principios de salud pública, y se caracteriza por tener como objetivo la reducción de factores de riesgo y la promoción de los factores protectores del trastorno afectivo, con el objetivo final de reducir la incidencia y prevalencia de la depresión.

Es importante conocer estos factores de riesgo o situaciones estresantes que, al incidir sobre un sujeto con una personalidad o unos factores genéticos favorecedores, pueden predisponer o precipitar un episodio depresivo. Pensar en ellos va a favorecer el diagnóstico precoz.

El farmacéutico conoce al paciente y su entorno familiar, laboral y social, lo que le permite gozar de una posición privilegiada para detectar aquellas situaciones de riesgo que pueden actuar como factores predisponentes o precipitantes de un trastorno depresivo.

Las situaciones más frecuentes en que las que se pueden producir cambios que puedan predisponer o precipitar un episodio depresivo son:

a) Períodos del desarrollo normal del ciclo vital. Precisan especial atención: el embarazo, el parto (sobre todo el primero), la adolescencia, la emancipación de los hijos, la jubilación y la vejez.

b) Momentos de cambio. Entre ellos desatacan la separación o divorcio o la adopción de un hijo.

c) Situaciones generadoras de estrés mantenido: enfermedades físicas y/o mentales crónicas, enfermedades terminales, alcoholismo y drogodependencias o discapacidad en algún miembro de la familia.

d) Familias violentas, maltrato, abuso sexual y violencia de género.

e) Riesgo de exclusión social: carencia de recursos socioeconómicos, desempleo, inmigración.

3. DIAGNÓSTICO PRECOZ

El diagnóstico precoz es esencial, por cuánto hay evidencia de que cuanto antes se inicia el tratamiento, las probabilidades de lograr la remisión de los síntomas es mayor, mejorando el pronóstico del trastorno.

Hay que sospechar la posible existencia de un trastorno depresivo:

 Siempre, ante cualquier enfermedad que curse con dolor crónico y, sobre todo, si se acompaña de discapacidad.

 Pacientes con síntomas somáticos sin explicación médica, quejas físicas inespecíficas múltiples, desproporción entre quejas y estado de salud, inadecuada evolución de una enfermedad somática.

 Pacientes hiperfrecuentadores de las consultas médicas.

 Ansiedad y/o abuso de sustancias.

 Episodios previos de depresión. Antecedentes personales o familiares de depresión u otro trastorno psiquiátrico.

 Pérdidas de: pareja, familia, amistades, trabajo, rol social.

 Conflictos interpersonales (problemas de pareja, violencia doméstica).

 Cuidadores de enfermos o ancianos.

Otras situaciones que nos deben hacer sospechar son:

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