Depresion
Enviado por kaareeriinaa • 29 de Noviembre de 2013 • 3.008 Palabras (13 Páginas) • 336 Visitas
Delimitación del Tema:
“La Depresión”
Tipo de Proyecto:
Confirmatoria
(Explicar el problema de investigación y genera un sentido de entendimiento).
Metodología:
Documental
Objetivo:
Saber si esta en realidad es una enfermedad.
Justificación:
Conocer la enfermedad, causas, síntomas.
Planteamiento del Problema:
En la actualidad la sociedad no considera a la depresión como una enfermedad, por lo que se pretende explicar los orígenes de esta, así como todo lo que la rodea.
Hipótesis:
Una persona triste esta enferma de depresión.
Marco Teórico:
En este trabajo hablare de la depresión, este es un trastorno mental, y por ello entendemos que son deterioros en importantes áreas del funcionamiento psíquico y estos afectan el equilibrio y el comportamiento social, las causas y síntomas que presentan las personas que la padecen. Así como asta que punto la tristeza es normal, y en que punto se convierte en enfermedad. Lo hare con el método documental ya que pretendo recopilar información de diversas fuentes, tales como textos de autores destacados en el tema a tratar.
ÍNDICE
1.- Depresión
1.1 Causas y Síntomas de la Enfermedad
1.2 Tristeza asta que punto es Normal
2.- Conclusiones
1.1 Depresión
Estar triste y apático, verlo todo de color negro, no poder dormir o perder peso son algunos de los estados que pueden delatar una depresión. Sufrirla en situaciones como la pérdida de un ser querido o una enfermedad puede ser normal, pero si la depresión es muy intensa o prolongada en el tiempo, o no responde a una causa aparente, es necesario tratarla. Y para ello resulta imprescindible acudir al psiquiatra.
Citando a Sigmund Freud:
“Tal como nos es impuesta, nuestra vida es demasiado pesada, nos inflige demasiadas penas, decepciones, tareas insolubles”.
(La Enfermedad Depresiva, 1997, pág. 7)
Al igual que la alegría o el miedo, la depresión es una reacción normal e inevitable en determinadas situaciones, pero la depresión también puede ser en sí una enfermedad y ese sería el caso en el que no hubiera una causa razonable para padecerla o, si la hubiese, la depresión fuera demasiado intensa, de tal forma que impidiera desarrollar una vida normal, o demasiado prolongada en el tiempo. La tristeza, y con ella la apatía o el desánimo, es el síntoma más visible de la depresión, pero no es el único. Las personas deprimidas suelen tener también alteraciones del pensamiento, de forma que valoran negativamente sus capacidades o su responsabilidad en los acontecimientos y lo ven todo -su futuro, sus relaciones personales- de color negro. Esta es una razón por la que muchos depresivos adoptan una conducta autodestructiva e intentan suicidarse, toman drogas o caen en la bebida o el juego.
Citando a Robert Burton:
"Cambiaría mi estado por el de cualquier desgraciado que esté en la cárcel o en el barro. Mi dolor no tiene cura, es como otro infierno. No puedo vivir con esta tortura. Desesperado, odio mi vida. Dadme una cuerda o un cuchillo. Todas mis penas son absurdas, pero ninguna es tan terrible como la tristeza.”
(Anatomía de la melancolía, 2007, pág. 14)
Por otro lado, la depresión origina, además de ansiedad en muchas ocasiones, alteraciones en el funcionamiento del organismo: se pierde sueño y peso o, por el contrario y en menor medida, se duerme demasiado o se engorda; se produce una continua sensación de cansancio; son frecuentes los dolores de espalda o de estómago; y se pierde también el interés sexual y la capacidad para adaptarse a las situaciones de estrés. Además, la depresión afecta al sistema inmunológico, con lo que hay una mayor predisposición a contraer enfermedades.
En general habría que hablar de cualquier situación de estrés en la que se exija al individuo un rendimiento superior a su capacidad. El trabajo es, en este sentido, una de las causas más importantes de depresión, ya que, como comentan los expertos, tener una profesión que guste y que marche bien es todo un antídoto para la enfermedad, pero si es al contrario, el estrés está servido. Por otra parte, las relaciones interpersonales son también un factor a tener muy en cuenta, ya que tanto en situaciones de ruptura como en aquellas donde se produzca una falta de respeto, cariño o valoración de la persona la depresión se puede hacer presente.
La adolescencia y la etapa que comienza en torno a los 50 años son los períodos más proclives para padecer una depresión, ya que son épocas de alteraciones hormonales y donde se producen grandes cambios en la vida de las personas. Sin embargo, en cualquier edad se puede desarrollar la enfermedad, ya que incluso cada vez está aumentando más la depresión entre los niños. Las razones todavía son inexplicables para los expertos.
También hay frases que el terapeuta puede pesquisar como elementos que lo ayudan a detectar un proceso depresivo: “me encuentro siempre cansado” “no veo sentido a la vida” “llevo ya tiempo que siempre me está doliendo algo, cuando no es la cabeza, son las piernas o el pecho.” “ya no me gusta estar con la gente, me encierro en casa y no salgo.” “me parece que tengo la culpa de todo lo que pasa en el mundo todo lo veo negro.”
Pero una vez que aparece la depresión, sea a la edad que sea y fuera por la causa que fuese, hay que buscar ayuda especializada y para ello hay que acudir a un psiquiatra. La depresión no constituye un error, una debilidad o una falta, sino que es una enfermedad como la gripe o la diabetes. Su solución no está en superarse, poner buena cara o dominarse, ni tampoco en resignarse y aceptar el sufrimiento, sino en el seguimiento de un tratamiento adecuado, específicamente indicado, administrado y supervisado por un terapeuta experto.
Citando a Max Hamilton:
“La depresión es algo simple y a la vez compleja. Pero considero que es necesario aclarar que la depresión se puede enfocar como síntoma, síndrome o enfermedad”.
(Psicología, 1977, pág. 24)
El papel de la familia o los amigos sólo puede limitarse a tener paciencia y prestar siempre apoyo al enfermo. Y, desde luego, hacer presión para que acuda al médico, ya que es la única forma de acabar con la enfermedad. La depresión se cura en un 90% de los casos, pero también se puede recaer y entonces es necesario un tratamiento de mantenimiento y revisiones periódicas. En cualquier caso siempre hay que tratarla, ya que de lo contrario no sólo se está produciendo un sufrimiento personal grande, sino que puede afectar
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