Dieta correcta

Dieta correcta

La nutrición es el conjunto de procesos que suceden en nuestro organismo después de consumir alimentos. A través de estos procesos se obtienen y asimilan nutrimentos, por lo que es importante que los nutrimentos que le brindemos a nuestro organismo sean los adecuados y los que nuestro organismo necesita para mantenerse sano y funcionando.

De ahí resulta la importancia de una alimentación adecuada. Esta podemos definirla por medio de una dieta correcta, la cual debe cumplir ciertos requisitos al designar los alimentos que se consumen día a día que nos aportarán los nutrimentos necesarios.

Lo principal para determinar una dieta correcta es asegurarnos de que sea completa. Esto quiere decir que la dieta debe contener todos los nutrimentos, incluyendo en cada comida alimentos de los tres grupos: frutas y verduras, cereales y tubérculos y alimentos de origen animal y leguminosas. Cada uno de estos grupos aporta individualmente ciertos nutrimentos: vitaminas y minerales, hidratos de carbono y proteínas respectivamente.

Esta también debe ser equilibrada, cuidando que los nutrimentos guarden las proporciones adecuadas entre sí de hidratos de carbono, lípidos y proteínas.

Así mismo, una dieta correcta es inocua. Esto se refiere a que su consumo habitual no implique riesgos para la salud, con alimentos que no causen daño, estén libres de contaminantes y microorganismos patógenos y que sean preparados con las medidas de higiene adecuadas. También es importante revisar fechas de caducidad.

La dieta correcta también debe ser suficiente. Es necesario que la dieta cubra las necesidades de todos los nutrimentos, de modo que permita un crecimiento y desarrollo correcto y al ser adulto tener una buena nutrición, así como un peso saludable. Por ello se debe cuidar que no se consuman más ni menos alimentos y porciones de las necesarias según el sujeto.

Es importante que la dieta sea variada e incluya distintos alimentos de cada grupo, con la finalidad de obtener una gran variedad de nutrientes y no consumir lo mismo siempre. Debe presentar diversidad en nutrimentos, colores, sabores y texturas.

Por último, la dieta debe ser adecuada. Debe adecuarse a los gustos y cultura de la persona que la consume, así como adaptarse a sus recursos económicos sin sacrificar los otros requisitos. Es relevante considerar la edad, enfermedades, economía, cultura, sexo y actividad física de la persona para poder designar la dieta que mejor se ajuste a su estilo de vida.

Una dieta correcta no tiene por qué limitarnos a comer cosas que no queremos y dejar de lado alimentos que nos gustaría consumir. Hay que buscar los alimentos que se adecúen a nuestros gustos, y sustituir aquellos que no con alimentos que tengan un aporte nutricional similar.

Así mismo, una dieta correcta no significa que esté prohibido comer alimentos como dulces, embutidos, helados, postres, comida rápida, snacks, entre otros. Podemos consumir estos alimentos pero de manera muy moderada, prestando atención a su valor nutricional y cuidando esos excesos de nutrientes consumidos. Estos excesos de nutrientes no alterarán nuestra salud si se consumen de vez en cuando, por ello es importante que la ingesta de este tipo de alimentos sea limitada y esporádica. En caso de consumirse con frecuencia, es importante realizar actividad física para mantener el equilibrio nutricional que necesitamos para estar sanos.

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