EL JUGO DE NONI, LA XERONINA, EL DAMNACANTAL Y LOS ESTUDIOS CIENTÍFICOS
Enviado por ami_08 • 20 de Septiembre de 2013 • 5.026 Palabras (21 Páginas) • 552 Visitas
EL JUGO DE NONI, LA XERONINA, EL DAMNACANTAL Y LOS ESTUDIOS CIENTÍFICOS
"LA XERONINA Y LA REGENERACIÓN CELULAR", por el Dr. Ralph Heinicke (EL JUGO NONI Y EL CÁNCER - ESTUDIOS PRECURSORES -)
(Dr. Ralph Heineken)
Como investigador en Hawai, el Dr. Ralph Heinicke pudo comprobar los maravillosos beneficios de una fruta llamada Noni, y puso mano a la obra para encontrar los ingredientes farmacológicamente activos de esta planta. El Dr.Heinicke había pasado 45 años estudiando los efectos de un alcaloide, descubierto por él, llamado xeronina. La xeronina es un alcaloide, relativamente pequeño, que es fisiológicamente muy activo e importante en el adecuado funcionamiento de todas las células del organismo. En su investigación, el Dr. Heinicke descubrió que el jugo del Noni contiene una cantidad apreciable del precursor de la xeronina, que se llama "Pro-xeronina". Este precursor libera xeronina pura en los intestinos cuando entra en contacto con una cierta enzima que también se encuentra en el Jugo Noni
La teoría del Dr. Heinicke es que, cuando es liberada, la xeronina trabaja realmente en el ámbito molecular para reparar las células dañadas. El Dr. Heinicke dice que la función primaria de la xeronina es la regulación de la rigidez y forma de proteínas específicas. Dado que estas proteínas tienen diferentes funciones en el interior de la célula, este hecho explica cómo la administración del Jugo Noni produce un increíble amplio margen de respuestas fisiológicas. "Algunos de los problemas que al tomar Jugo Noni podrían verse favorablemente afectados son: hipertensión, calambres menstruales, artritis, úlceras gástricas, torceduras, heridas, depresión mental, senilidad, digestiones pobres, arteriosclerosis, problemas con los vasos sanguíneos, drogadicción, alivio del dolor, y muchos otros. Aunque esta lista pueda parecer que ha sido copiada de un manual de medicina, puede que aun se quede corta", afirmaba el Dr. Heinicke quien, cuando recibió su doctorado en bioquímica, en la universidad de Minnesota, huyendo del frío invernal de aquella región, se fue a Hawai, donde encontró trabajo en la Dole Pinneaple Company. Su primer cometido fue desarrollar un método para extraer la enzima causante de que no se formara la gelatina que luego se usaba en los postres. Encontró que se trataba de una enzima llamada bromelain. Y el doctor y sus colaboradores encontraron la forma de extraerla. Pronto la Compañía Dole descubrió que cada día producían miles de kilos del extracto de esta enzima de bromelain crudo, que normalmente se tiraba como producto de deshecho. En aquellos momentos, aquel producto no tenía valor comercial alguno; por eso, el presidente de la compañía le pidió al Dr. Heinicke que mirara a ver si le podía encontrar alguna utilidad a lo que hasta ahora sólo era un deshecho. Por fin el doctor vio que se trataba de una enzima proteolítica que tenía unas ciertas aplicaciones médicas. Trabajó con Smith-Kline y las compañías farmacéuticas Rohr para ampliar su uso médico.
A fin de conseguir la aprobación de la FDA para esta enzima [lo que sería el homólogo de la Dirección General de Farmacia en España], tuvo que refinar el extracto del bromelain crudo hasta lograr una proteasa extremadamente pura. Para gran sorpresa suya y de las compañías farmacéuticas, cuanto más pura era la enzima, menos beneficiosa era en alguna de sus aplicaciones. En su más puro estado, sólo tenía el 5% de su potencia original en multitud de usos. Se le pidió al Dr. Heinicke que averiguara qué era lo que, al quitarlo del extracto de lbromelain crudo, lo privaba de todo su poder. Mientras tanto, el gigante farmacéutico japonés Toshiba había invertido 3 millones de dólares en un programa de investigación que hallara la respuesta a esa misma pregunta, en 3 años. Al final de dicho plazo, Toshiba había agotado el presupuesto sin encontrar la respuesta. Pero el Dr. Heinicke no eran de los que tiran la toalla y continuó sus investigaciones hasta que, para gran sorpresa suya, descubrió que el ingrediente activo que buscaba no era ni una proteína, ni un carbohidrato ni una grasa; sino una sustancia conocida como alcaloide.
Los alcaloides son unas de las más importantes clases de los fitoquímicos conocidos, y son una fuente importantísima de la que las medicinas modernas son extraídas de la Naturaleza. Aislando a este alcaloide hasta su más puro estado, el Dr. Heinicke, pudo identificar su estructura química exacta. Como el producto podía ser reducido a una estructura cristalina seca, decidió abrir su nomenclatura con la palabra griega "Xero, que significa "Seco". Y puesto que se trataba de un compuesto alcalino, completó el vocablo añadiéndole el sufijo "ina", para indicar dicha naturaleza. Cuando el prefijo y el sufijo se unían, nos encontrábamos con la palabra "Xeronina". Éste es el nombre con el que el Dr. Heinicke bautizó a su descubrimiento.
En su día, el Dr. Heinicke pudo darse cuenta de que la xeronina era un compuesto bioquímico muy importante del organismo, y esencial para la salud. Tan esencial que el cuerpo humano tiene una capacidad limitada para producirlo a partir de ciertas materias primas que se encuentran en algunas frutas. Como otros elementos bioquímicos producidos en el cuerpo, descubrió que los pensamientos y emociones positivos, junto con el ambiente artístico, la música, las experiencias espirituales y con la Naturaleza, aumentaban su producción. Por contra, los pensamientos, las emociones, las causas estresantes negativas, anulaban su producción. También supo que, como los niveles de xeronina bajaban con la edad, el estrés y la dieta deficiente, el nivel de la salud y la recuperación también declinaban con esa disminución.
LA PRUEBA DE LA NATURALEZA ESENCIAL DE LA XERONINA
Como científico que era, el Dr. Heinicke sabía que tenía que encontrar la forma de probar la naturaleza esencial de este extraordinario alcaloide antes de que él mismo o cualquier otra persona pudiera realmente convencerse de que se trataba de algo esencial para gozar de una buena salud. En el largo tiempo que dedicó a revisar la literatura científica existente sobre compuestos similares a la xeronina, localizó uno que tenía una estructura química casi exacta a la de aquella.
Este pariente químico de la xeronina se llama Tetrodotoxin y es el veneno neurotóxico más potente que se conoce para el ser humano. Es un potente alcaloide que se encuentra en el "pez resoplador" [que es una especie que se come en Japón como bocado exquisito; pero que antes hay que quitarle la espina y algún que otro órgano, pues en ellos portan un potentísimo veneno.
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