EXPERIMENTO DE PLATANO CON LEVADURA
Enviado por 5555555555 • 24 de Marzo de 2013 • 1.563 Palabras (7 Páginas) • 650 Visitas
En este informe nos daremos cuenta de las consecuencias que puede provocar el denominado "efecto invernadero" que aunque no es perjudicial, ya que depende de él que existan las temperaturas adecuadas para la vida en la Tierra, en la actualidad se está volviendo un serio problema ya que se están aumentando la cantidad de contaminantes y esto provoca que el grosor de la capa de ozono aumente y retenga más calor en la Tierra.
Objetivos.
En este experimento lograremos identificar las condiciones que generan el efecto invernadero de la Tierra, simulando los efectos del Sol en los seres vivos. De esta manera podemos entender qué parte de la radiación electromagnética que proviene del Sol es la que nos ayuda a crecer y cuál produce el calentamiento.
Materiales
-Una caja de acrílico o plástico transparente.
-2 plantas pequeñas.
-2 termómetros.
-Vasos de plástico.
- Un reloj.
Procedimiento
1. Primero construimos una caja transparente que simula las condiciones de la Tierra en el espacio. Puede hacerse de acrílico o plástico transparente.
2. Necesitamos cultivar dos plantas de porotos (u otro vegetal) en vasos plásticos, las que nos servirán para visualizar los cambios de temperatura. Cuando tengan aproximadamente 15 cm de altura, están listas para realizar el experimento.
3. La actividad hay que realizarlo durante un día soleado y cerca del mediodía para que haya mucha radiación solar. Colocar las plantas y los termómetros como se indica en la primera figura. MUY IMPORTANTE: hay que poner el bulbo del termómetro (la bolita que encierra el mercurio) en la sombra del vaso plástico donde está la planta. De esta manera, a ninguno de los termómetros le da el sol directo, y pueden medir la temperatura del ambiente.
4. Anotar la temperatura inicial de los termómetros. Cada 2 minutos registrar la temperatura de los termómetros y la hora de la medición. Después de unos 15 a 20 minutos, la temperatura al interior de la caja va a estar mucho más alta que la exterior. Registrar también una descripción del estado de ambas plantas.
5. Realizar un gráfico de las temperaturas en función del tiempo, con el tiempo en la ordenada y la temperatura en la abscisa.
6. Repetir el experimento dentro de una sala con baja iluminación.
Resultados y explicación
El planeta Tierra tiene una atmósfera compuesta esencialmente de nitrógeno y oxígeno. Pero hay también, en muy pequeña cantidad, otros gases que poseen una propiedad afortunada: retienen el calor proveniente del Sol después de que la radiación se refleje en la superficie terrestre.
La atmósfera en su conjunto se comporta, pues, como una especie de invernadero: retiene en su interior una parte de la energía de los rayos solares. Si eso no ocurriera la radiación volvería al espacio exterior, donde se dispersaría, como sucede en otros planetas.
Gracias al efecto invernadero, la temperatura media del conjunto de la Tierra es actualmente de 15ºC. Sin ese efecto se tendría una temperatura media de -18ºC, que haría que la existencia de vida fuese mucho más difícil.
Sin embargo, este beneficioso efecto para la vida puede convertirse en un problema muy serio si los gases de efecto invernadero aumentan en exceso provocando un mayor calentamiento del planeta, cuestión actualmente sometida a numerosos estudios científicos.
Cuando decimos que un objeto es "transparente" porque podemos ver a través de él, no queremos necesariamente decir que lo puedan atravesar todos los tipos de luz. A través de un cristal rojo, por ejemplo, se puede ver, siendo, por tanto, transparente. Pero, en cambio, la luz azul no lo atraviesa. El vidrio ordinario es transparente para todos los colores de la luz, pero muy poco para la radiación ultravioleta y la infrarroja. Pensar ahora en una casa de cristal al aire libre y a pleno sol. La luz visible del Sol atraviesa sin más el vidrio y es absorbida por los objetos que se hallen dentro de la casa. Como resultado de ello, dichos objetos se calientan, igual que se calientan los que están fuera, expuestos a la luz directa del Sol. Los objetos calentados por la luz solar ceden de nuevo ese calor en forma de radiación. Pero como no están a la temperatura del Sol, no emiten luz visible, sino radiación infrarroja, que es mucho menos energética. Al cabo de un tiempo, ceden igual cantidad de energía en forma de infrarrojos que la que absorben en forma de luz solar, por lo cual su temperatura permanece constante (aunque, naturalmente, están más calientes que si no estuviesen expuestos a la acción directa del Sol). Los objetos al aire libre no tienen dificultad alguna para deshacerse de la radiación infrarroja, pero el caso es muy distinto para
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