Farmacoterapia

Sergio Antonio Rojas Ramírez

Farmacoterapia

Se le viene dando el nombre de psicofarmacoterapia al tratamiento integral, esto quiere decir, la apropiada asociación de psicofármacos junto con otras terapias de tipo psicosocial, lo cual da a entender, que todo tratamiento necesita una organización adecuada y sin una valoración objetiva de su efectividad no tendría mucho efecto.

La psicoterapia y la farmacoterapia son dos aproximaciones que pueden trabajar de manera muy distinta, de forma paralela, ya que sus puntos de contacto son escasos, erráticos e impredecibles; hasta la fecha es totalmente artificial y desarticulado el tratamiento combinado, incluso no existe en la actualidad ninguna escuela que enseñe estas dos escuelas de manera integral.

Para entender cuando es un tratamiento adecuado y cuando contraproducente es complicado ya que a menudo se afirma que a nadie le hace daño y a todo el mundo le sirve, porque se dice que el aprendizaje de cómo funcionan la mente. Se sugiere el no integrar estas dos aproximaciones a menos que sea prudente, no a profundidad, solo mención.

Hay dos escuelas que se involucran bien con la misma:

La organicista: esta sostiene que las alteraciones mentales son producto de cambios bioquímicos o fisiológicos, genéticos o adquiridos, conocidos o no, o en su ultima instancia, es con los fármacos u otra terapia física con lo que el paciente se cure o mitigue las alteraciones.

La psicologistas: estas piensan que los problemas mentales son producto de vivencias traumáticas o de formas inapropiadas de aprendizaje y para su curación o mejoría creen saber qué sucedió y como combatirlos. Se manera que los cambios producidos en el sistema mental son el resultado de la interpretación y conocimiento de los movimientos afectivos y respecto a cada objeto y por lo tanto es complicado que acepten una modificación bioquímica.  

Cuando un terapeuta trabaja con ambas aproximaciones, resulta interesante por parte del psiquiatra, observar que por un lado espera que los cambios bioquímicos mejoren el problema del paciente, pero por el otro lado, aguarda obtener conciencia de los fenómenos que lo agobian, pero de los cuales el paciente no se percata o no puede controlar

Las condiciones en que se debe aplicar el tratamiento integral, y en su mayoría son los padecimientos en los que existe un diagnóstico, de otra manera no habría una valoración objetiva.

Se han realizado trabajos preliminares en la integración de la farmacoterapia y el psicoanálisis, con la terapia cognitiva, la interpersonal, la retroalimentación biológica, el meuropsico-analisis y la terapia familiar, sin que hasta el momento exista una clara evidencia de integración.

Existen pocos estudios bien diseñados donde se valore a la psicofarmacoterapia o terapia integral con sus indicaciones, contraindicaciones, precauciones, limitaciones e interacciones. Los estudios de mejor diseño son aquellos que combinan los fármacos con la terapia cognitiva e interpersonal, ya que ambas proposiciones tienen una metodología evaluatoria semejante, no obstante, existen dudas, en particular frente a la depresión, si el abordaje combinado es más efectivo que cada uno de los tratamientos por separado; por ello está por determinarse en qué casos, y cuál es la combinación adecuada. Otro problema que complica la integración es el hecho de que, frente a algunas experiencias, existen puntos de vista opuestos.

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