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Filosofia


Enviado por   •  16 de Junio de 2014  •  8.219 Palabras (33 Páginas)  •  190 Visitas

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Sacro Imperio Romano Germánico

Sacrum Romanum Imperium

Heiliges Römisches Reich

Sacro Imperio Romano Germánico

962-1806

Bandera Escudo

Territorio del Sacro Imperio de 962 a 1806

Capital Ninguna oficialmente

Ratisbona (Dieta perpetua del Imperio)

Viena (Consejo Áulico)

Wetzlar (Cámara imperial de justicia)

Idioma principal Latín

Otros idiomas Lenguas romances (italiano, piamontés, lombardo, francés, occitano, arpitano, romanche)

Lenguas germánicas occidentales (alemán, neerlandés, frisón)

Lenguas eslavas (checo, polaco y esloveno)

Religión Catolicismo

Luteranismo (desde la Paz de Augsburgo, 1555)

Calvinismo (desde la Paz de Westfalia, 1648)

Gobierno Monarquía electiva

Emperador o rey de romanos ver Anexo

Período histórico Edad Media

Renacimiento

Edad Moderna

 • Coronación de Otón I 2 de febrero de 962

 • Bula de Oro 1356

 • Reforma imperial 1495

 • Paz de Augsburgo 25 de septiembre de 1555

 • Paz de Westfalia 24 de octubre de 1648

 • Receso del Imperio 25 de febrero de 1803

 • Creación de la Confederación del Rin 12 de julio de 1806

 • Abdicación de Francisco II 6 de agosto de 1806

Superficie

 • 962 470 000 km²

Población

 • 962 est. 4 700 000 

     Densidad 10 hab./km²

Moneda Diversas, incluyendo el Pfennig

El Sacro Imperio Romano Germánico[1] (en alemán: Heiliges Römisches Reich y en latín: Sacrum Romanum Imperium —para distinguirlo del Reich Alemán de 1871—, y también conocido como el Primer Reich o Imperio antiguo), fue una agrupación política ubicada en la Europa occidental y central, cuyo ámbito de poder recayó en el emperador romano germánico desde la Edad Media hasta inicios de la Edad Contemporánea.

Su nombre deriva de la pretensión de los gobernantes medievales de continuar la tradición del Imperio carolingio (desaparecido en el siglo X), el cual había revivido el título de Emperador romano en Occidente,[2] como una forma de conservar el prestigio del antiguo Imperio romano. El adjetivo «sacro» no fue empleado sino hasta el reinado de Federico Barbarroja (sancionado en 1157) para legitimar su existencia como la santa voluntad divina en el sentido cristiano. Así, la designación Sacrum Imperium fue documentada por primera vez en 1157,[3] mientras que el título Sacrum Romanum Imperium apareció hacia 1184[3] y fue usado de manera definitiva desde 1254. El complemento Deutscher Nation (en latín: Nationis Germanicæ) fue añadido en el siglo XV.

El Imperio se formó en 962 bajo la dinastía sajona a partir de la antigua Francia Oriental (una de las tres partes en que se dividió el Imperio carolingio). Desde su creación, el Sacro Imperio se convirtió en la entidad predominante en la Europa central durante casi un milenio hasta su disolución en 1806. En el curso de los siglos, sus fronteras fueron considerablemente modificadas. En el momento de su mayor expansión, el Imperio comprendía casi todo el territorio de la actual Europa central, así como partes de Europa del sur. Así, a inicios del siglo XVI, en tiempos del emperador Carlos V, además del territorio de Holstein, el Sacro Imperio comprendía Bohemia, Moravia y Silesia. Por el sur se extendía hasta Carniola en las costas del Adriático; por el oeste, abarcaba el condado libre de Borgoña (Franco-Condado) y Saboya, fuera de Génova, Lombardía y Toscana en tierras italianas. También estaba integrada en el Imperio la mayor parte de los Países Bajos, con la excepción del Artois y Flandes, al oeste del Escalda.

Debido a su carácter supranacional, el Sacro Imperio nunca se convirtió en un Estado nación o en un Estado moderno; más bien, mantuvo un gobierno monárquico y una tradición imperial estamental. En 1648, los Estados vecinos fueron constitucionalmente integrados como Estados imperiales. El Imperio debía asegurar la estabilidad política y la resolución pacífica de los conflictos mediante la restricción de la dinámica del poder: ofrecía protección a los súbditos contra la arbitrariedad de los señores, así como a los estamentos más bajos contra toda infracción a los derechos cometida por los estamentos más altos o por el propio Imperio.

Entonces, el Imperio cumplió igualmente una función pacificadora en el sistema de potencias europeas; sin embargo, desde la Edad Moderna, fue estructuralmente incapaz de emprender guerras ofensivas, extender su poder o su territorio. Así, a partir de mediados del siglo XVIII, el Imperio ya no fue capaz de seguir protegiendo a sus miembros de las políticas expansionistas de las potencias internas y externas. Esta fue su mayor carencia y una de las causas de su declive. La defensa del derecho y la conservación de la paz se convirtieron en sus objetivos fundamentales. Las guerras napoleónicas y el consiguiente establecimiento de la Confederación del Rin demostraron la debilidad del Sacro Imperio, el cual se convirtió en un conjunto incapaz de actuar. El Sacro Imperio Romano Germánico desapareció el 6 de agosto de 1806 cuando Francisco II renunció a la corona imperial para mantenerse únicamente como emperador austríaco.

Índice

Naturaleza del Imperio

Estructura e instituciones

Rey de los pueblos germánicos

Estados Imperiales

Reichstag

Cortes imperiales

Querella de las Investiduras

Cronología

De los Francos del este a la querella de las investiduras

El Imperio bajo los Hohenstaufen

El resurgimiento de los territorios en el Imperio tras los Staufen

Reforma imperial

Crisis tras la Reforma Protestante

Después de la Paz de Westfalia

La implosión del Imperio

Análisis

Véase también

Bibliografía

Referencias

Enlaces externos

Naturaleza del ImperioEditar

El Sacro Imperio Romano Germánico se originó en la Francia Oriental. Debido a su naturaleza prenacional y supranacional, el Imperio nunca se convirtió en un Estado nación moderno, como en el caso de Francia por lo que nunca se desarrolló un sentimiento nacional integral.[4]

El Imperio mantuvo una organización monárquica y corporativa, dirigida por un emperador y los Estados imperiales con muy pocas instituciones comunes. El poder del Imperio no se encontraba únicamente en manos del Emperador romano germánico ni de los príncipes

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