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Infecciones Vaginales En La Mujer


Enviado por   •  15 de Agosto de 2013  •  3.853 Palabras (16 Páginas)  •  417 Visitas

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Infecciones vaginales en la mujer

1. Resumen

2. Protección natural de la vagina. Composición de la secreciön vaginal.

3. Infecciones vaginales de origen infeccioso.

4. Candidiasis vaginal

5. Trichomoniasis vaginal

6. Vaginosis bacteriana (VB)

7. Diagnóstico de las infecciones vaginales

8. Referencias

RESUMEN

Se realizó una actualización sobre los conceptos relacionados con la vaginitis infecciosa, considerando los principales agentes causales. Fue abordado el ecosistema de la vagina, los factores que influyen en su desajuste y las características de las secreciones vaginales. Se analizó la situación del diagnostico del laboratorio y las tendencias actuales del mismo, resaltando el papel de los métodos para el diagnóstico rápido de las infecciona vaginales y las ventajas que proporciona.

Palabras claves: vaginitis infecciosa, ecosistema de la vagina, diagnóstico rápido

INTRODUCCIÓN

La vaginitis es la enfermedad ginecológica más común encontrada en la atención médica primaria. Su diagnóstico en ocasiones resulta difícil, porque puede tener manifestaciones simples o combinaciones de síntomas de diferentes etiologías, siendo frecuente un comportamiento asintomático (Egan y Lipsky, 2000)

La vaginitis o vulvovaginitis es una inflamación de la vagina que provoca secreciones con olor característico, eritema, dolor, ardentía, escozor, irritación y escasa pérdida de sangre. La evaluación de la vaginitis requiere un interrogatorio, examen físico del paciente y análisis de la secreción vaginal. La prevalencia no es bien conocida debido al diagnóstico y tratamiento que el propio paciente realiza sin una consulta médica y el comportamiento asintomático evidenciado (Plourd, 1999, Anderson y Karasz, 2005)

DESARROLLO.

PROTECCIÓN NATURAL DE LA VAGINA. COMPOSICIÓN DE LA SECRECIÖN VAGINAL.

El medio ambiente de la vagina se protege de diferentes formas, como son la barrera física de sus tejidos, la flora endógena de bacterias, y la respuesta inmune humoral y mediada por células.

El epitelio de la vagina produce secreciones que contienen lisoenzimas, ácido débil, lípidos e inmunoglobulinas especialmente la IgA, que defienden el ecosistema. Este sufre descamaciones y regeneraciones, que permiten eliminar gran número de bacterias patógenas.

Bajo la influencia de los estrógenos, el epitelio produce glucógeno que se degrada por la acción de lactobacilllus spp a glucosa y finalmente a ácido láctico, este último mantiene un pH vaginal menor de 4,5, que previene un crecimiento excesivo de bacterias patógenas (Barrenetxea, 2002, Brzychczy, Wloch, Kochan y Heczko, 2004, Neira, 2006)

El fluido vaginal normal contiene entre 5 y 10 diferentes microorganismos que incluyen lactobacillus spp facultativos y anaerobios en concentraciones entre 105 y 107células/mL, que se unen a los receptores de las células epiteliales de la vagina y de esta manera evitan la presencia y entrada de organismos no deseados. Otros microorganismos presentan baja concentración como staphylococcus epidermides, streptococcus spp, Echerichia .coli, Gardnerella vaginalis, mycoplasma hominis y otras bacterias anaerobias (Egan y Lipsky, 2000)

La secreción normal de la vagina es clara, blanca, floculada, altamente viscosa, sin olor, con pH < 4,5 y microscópicamente libre de micelios, Trichomonas vaginalis, esporas, y células guías. La muestra de fluido vaginal presenta células de descamación y abundantes lactobacillus spp. Sin embargo hay gran variación en fluido vaginal normal y algunos síntomas asociados con las condiciones anormales de la vagina aparecen en mujeres sanas.

La mujer puede tener una afectación asintomática de infección vaginal, pero también microorganismos como Candida spp y Gardnerella vaginalis pueden permanecer en bajas concentraciones como flora normal. Todo esto indica que no siempre los síntomas tienen que constituir una evidencia segura de la enfermedad.

En la literatura se encuentran grandes variaciones en los términos para describir las características de las secreciones vaginales en cuanto a color, consistencia y olor, con mayor coincidencia en cuanto a síntomas como irritación, escozor, eritema e inflamación. El volumen de la secreción vaginal es variable, mientras que el mal olor puede presentarse en mujeres sanas, así como estados de irritación de la vagina (Anderson, Karasz y Friedland, 2004)

Si bien el primer paso a seguir en el diagnóstico de la vaginitis es el interrogatorio médico del paciente, éste se debe realizar, evitando una incorrecta interpretación de los síntomas que lleven a un falso diagnóstico de infección vaginal, cuando en realidad puede ser un funcionamiento normal del sistema reproductor femenino. De esta manera el especialista debe realizar un diagnóstico clínico donde se evalúen los cambios de los patrones usuales y la dificultad funcional que presente el paciente.(Anderson y Karasz, 2005)

INFECCIONES VAGINALES DE ORIGEN INFECCIOSO.

La vaginitis se puede categorizar como infecciosa y no infecciosa. Las causas no infecciosas son, por déficit de estrógenos, por irritación química, atrofia de la vagina, de origen alérgico y por descamación. La vaginitis de tipo infecciosa es la responsable del 90% de los restantes tipos de vaginitis, las principales causa de la vaginitis infecciosa son tres, la Vaginosis Bacteriana (VB), la Candidiasis y la Trichomoniasis (Owen y Clenney, 2004)

La vagina tiene su propio ecosistema con un balance de la flora bacteriana presente, cuando el ecosistema se altera puede aparecer la vaginitis por diferentes causas como uso de antibióticos, hormonas, preparaciones orales o tópicas de contraceptivos, duchas vaginales, medicamentos vaginales, enfermedades de transmisión sexual, cambios de pareja y situaciones de estrés (Highleyman, 2000).

El medio ambiente normal de la vagina está caracterizado por una interrelación dinámica entre lactobacillus acidophilus y el resto de la flora endógena, compuesta por estrógenos, glucógeno, el pH vaginal y los productos del metabolismo de la flora microbiana y patógena. Lactobacillus acidophilus producen peróxido de hidrógeno que es tóxico a los patógenos y preservan la salud vaginal (Brzychczy et al, 2004).

Cuando la flora vaginal se altera por la introducción de patógenos o por cambios en el medio ambiente vaginal ocurre la proliferación de patógenos. Los cambios en el pH y la disminución de los lactobacilos productores de peróxido de hidrógeno provocan la proliferación de microorganismos que normalmente están reprimidos como la G vaginalis, Mycoplasma hominis y Mobiluncus spp. Estos microorganismos como productos de su metabolismo, liberan aminas que son responsables

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